lunes, 25 de marzo de 2013

Libro recomendado

http://cj-worldnews.com/spain/index.php/es/nuestros-libros/una-mirada-hacia-la-justicia-restaurativa-recuperando-el-derecho-perdido
En este enlace, ya podeís haceros con un ejemplo de este ebook, sobre Justicia Restaurativa, en el que cabe destacar una entrevista con Howard Zehr, conocido como el padre de la Justicia Restaurativa.
Y prometo que habrá más libros interesantes sobre este tema, que tanta falta hace en nuestros sistemas penales actuales. Este es un breve resumen del libro:
Existe en la actualidad una creencia o más bien una “esperanza” de que el endurecimiento de las penas pueda ser la solución a todos los problemas de la sociedad. El castigo al culpable se torna en una autentica obsesión social, sin embargo, se olvidan y dejan sin respuesta a quién queda en una situación de mayor vulnerabilidad: la victima. Además es de destacar que a pesar de este incremento de las penas, la realidad muestra alta tasa de reincidencia y escasa contención de los infractores incluso ante penas más “crueles”. Por tanto, esta inflación del derecho penal no viene acompañada de una disminución efectiva de la criminalidad ni un sentimiento de mayor seguridad subjetiva por el ciudadano. Además las victimas, como he dicho, las grandes olvidadas experimentan muy a menudo una frecuente desilusión con el sistema de justicia penal, a pesar de poner todas sus expectativas en el, no respeta sus necesidades e incluso en algunos casos supone para ellos una experiencia dolorosa, lo que se ha llamado la victimización secundaria, y lo explicaba muy acertadamente Nils Christie, cuando decía “la víctima en un caso penal es una especie de perdedor por partida doble, primero frente al infractor y después frente al estado. Está excluido de cualquier participación en su propio conflicto, el estado se lo roba…”Está Justicia actual llamada retributiva, olvida por lo tanto sistemáticamente a las víctimas y sus necesidades, frente a esto hay otra forma de abordar los delitos, atender a las personas involucradas y a la comunidad en general, se trata de una justicia más humana y justa: la Justicia Restaurativa.Esta Justicia no es algo nuevo, sino la Justicia que existió y que fuimos perdiendo con el devenir de los tiempos y la formación de los estados y la estructura administrativa. A lo largo de estas páginas se intentará desentrañar y acercar un poco qué es esta Justicia, cuales son sus herramientas más conocidas, sus posibilidades y beneficios para ello contamos en absoluta primicia con expertos tanto nacionales como internacionales.Estoy segura que os resultará interesante y para los que no conocíais esta justicia, será un grato descubrimiento que está encaminado a hacer una sociedad más responsable, segura y satisfecha.Frente a los críticos que opinan que esta Justicia trata de ser “blanda” con los delincuentes, la realidad muestra que lo que aborda es cómo dignificar, escuchar y acompañar a los que han sufrido un delito y prevenir también nuevas víctimas, para ello busca si es posible, que el infractor asuma su responsabilidad y vea el daño que ha causado como paso previo para su transformación en una persona “alejada del delito”.Realmente no todos los delincuentes asumirán sus actos y querrán cambiar: pero con que algunos lo logren, habremos cumplido con la función de reinserción de las penas y con toda seguridad habremos conseguido victimas más fuertes que pronto se despojaran de este rol, para pasar a ser supervivientes.

viernes, 15 de marzo de 2013

Preparación del próximo Congreso de Justicia Restaurativa en Burgos, España

Les comunico que ya estamos preparando la III edición del Congreso Internacional sobre Justicia Restaurativa y mediación penal, que se celebrará en Burgos, España, los días 27 y 28 de marzo de 2014 . Les tendremos informados de programas provisionales y más temas de interes.
www.justiciarestaurativa.es

La otra cara: prisiones destructivas como la de Joe Arpaio

La semana pasada presentaba un modelo de cárcel un poco utópica a los ojos de muchos de nosotros, no tanto por las instalaciones o por el lugar en sí, (porque muchas de otras prisiones tienen las mismas comodidades) sino por el espíritu que guía la convivencia y las normas en su interior. La cárcel de Bastoy en Noruega, es claramente una prisión cuyos presos viven de acuerdo a los principios y valores de la justicia restaurativa.

Acabé el artículo preguntándome si la sociedad, todos, estamos preparados para un cambio de mentalidad. Palabras como que se “pudra en la cárcel”, “las cárceles no son hoteles de cinco estrellas” y muchas otras las hemos oído y muchos las hemos pensado en más de una ocasión, especialmente ante el horror y la impotencia que nos causan determinados crímenes y algunos delincuentes. Esta pregunta de si estamos preparados, es realmente complicada de responder. Por eso, he buscado un modelo de cárcel totalmente opuesta a la de Bastoy, para buscar dos extremos opuestos e intentar encontrar el medio que nos dé un poco luz en este dilema. Hay una cárcel en Arizona en la que los presos, viven en tiendas de campaña a 50º a la sombra en verano con trajes a rayas, ropa interior rosa y grilletes. Su creador es Joe Arpaio, sheriff del Condado de Maricopa , muy orgulloso de ser el más duro de EEUU y el “azote” de los indocumentados.

Prisiones más humanas y menos "destructivas"

Cuando pensamos que un delincuente merece ir a prisión, en nuestra mente muchos concebimos este lugar como un sitio “terrible” donde el hecho de vivir allí , es en sí mismo un castigo (un castigo que nunca nos resulta suficiente para alguien que ha causado un daño a otro ser humano). Incluso por nuestra mente pasan imágenes, como “mazmorras” para los delincuentes que más reproche y alarma social causan, en un intento, por otro lado lógico y humano, de apaciguar o mitigar el dolor y la indignación que la delincuencia crea no sólo en las víctimas, sino también en la sociedad.
Sin embargo, esta ilusión de que la cárcel va a ayudarnos a compensar o aliviar el dolor que el delito ocasiona, no es más que eso, una ilusión. ¿Cuántos años serían suficientes para que la condena fuera considerada justa? Tengo claro que aunque el castigo fuera cadena perpetua, la realidad para los ojos de las víctimas (personas inocentes que han sufrido de forma injusta y sin poder hacer nada para evitarlo) es que nunca es suficiente porque es imposible comparar el daño y el impacto que el delito tiene, con la “simple” entrada en prisión del culpable.