viernes, 31 de mayo de 2013

Un ejemplo de que la Justicia Restaurativa, debe adaptarse a las necesidades de las partes



Habitualmente siempre trato de mostrar que la Justicia Restaurativa no es solo mediación penal, victima-infractor, ya que el alcance y la comprensión de los delitos y de cómo impactan en cada persona, es muy diferente y deben existir diferentes posibilidades o procesos, que se adecuen a las necesidades de cada víctima. Existen casos en los que quién es la víctima y quién el infractor, y cómo se puede reparar el daño está totalmente claro, sin embargo, esto no siempre es así, puede ocurrir que alguién se sienta victimario sin serlo realmente o que las víctimas vayan más allá de los que teoricamente han sufrido un daño. Y es que cada parte, cada víctima y cada infractor deben encontrar su camino restaurativo, este que les va a permitir "curar" las heridas que el delito ha dejado, generalmente las heridas surgen en la víctima pero ¿alguién puede dudar de lo que puede suponer para el infractor y sobre tu su entorno más cercano, el delito? abordar el por qué del delito, esto no significa justificarlo pero si ver cómo y por qué, esto es importante para prevenir futuras acciones similares, aprender de los errores y sobre todo fortalecer a la comunidad y a las posibles víctimas.

De ahí, que la definición que las Naciones Unidas hace de justicia restaurativa es muy importante, y lo hace de esta manera, respuesta evolucionada al crimen, que respeta la dignidad y equidad de cada persona, construye comprensión y promueve armonía social a través de la sanación de victimas, infractores y comunidad. Esta definición es esencial porque ya no se define justicia restaurativa como un simple proceso, con unas normas tasadas sino una respuesta o una filosofía para abordar el delito y sus consecuencias en las victimas, infractores y también los indirectamente afectados, la comunidad.

Lo ideal es un encuentro entre víctima, infractor y/o comunidad pero hay muchas posibilidades, sobre todo porque a veces el rol de víctima e infractor no está claro nisiquiera para las partes en el proceso. Muchos quizá no me entiendan, por eso nada mejor que ilustrarlo con un ejemplo, hace unos meses vi en documentos tv, un documental titulado “los hijos de Hitler”, niños que nacieron en familias acomodadas muy cercanas al núcleo del III Reich. Crecieron arropados por el silencio de sus familias quienes negaron lo ocurrido, porque admitirlo era demasiado terrible para enfrentar el sórdido pasado que les perseguía. Este documental se adentró en los sentimientos de culpa que cargan descendientes de Goeth, Himmler, Hoess o Goering.

Cuando vi el documental, enseguida tuve claro que los descendientes de estos hombres abominables, necesitaban un proceso restaurativo que curara sus heridas y transformara sus sentimientos de culpabilidad. Lógicamente se sienten delincuentes y asesinos por haber heredado la genética de personas tan terribles y crueles pero en realidad, son también víctimas, víctimas indirectas de los crímenes del nazismo, de la misma manera que lo fueron los asesinados, supervivientes y sus descendientes. En este caso, los asesinos no están y murieron sin arrepentirse ni reconocer sus crímenes, sin embargo, sus descendientes arrastran el pesado “lastre” de sus delitos sin ser culpables y se creen responsables.

¿Cómo ayudar a estas personas? Por supuesto, que la Justicia Restaurativa es una baza importante pues ayuda a la “cicatrización de las heridas”, superar el trauma del delito, a incorporarlo como una parte más de la historia de su vida. Es una justicia más humana, transformadora, que da poder a las personas implicadas de forma indirecta o directa en el delito, para poder hacer frente al crimen y sus consecuencias.

El nieto de Rudolf Hoess, había vivido toda su vida con el estigma de su apellido y que su abuelo fuera el que creó y cuidó el campo de extermino de Auschwitz.Se le negaron los asesinatos masivos y crueles que allí tuvieron lugar y su padre heredó el carácter de su abuelo. Podría haber seguido toda su vida, siendo una persona desdichada, sintiéndose igual de culpable que su abuelo pero en su camino se cruzó un periodista, descendiente de un superviviente de este campo de exterminio. Ambos, son victimas indirectas de aquellos crímenes pero a la vez, el nieto de Rudolf Hoess, se sentía culpable de los crímenes de su abuelo, también por eso, se creía delincuente y creía que debía algo a los supervivientes y descendientes de los asesinados en el campo de Auswichtz, dirigido por su abuelo. Algo le faltaba, sentía un vacío, por eso el periodista le propuso visitar este lugar. Aunque parezca difícil de creer, no lo había hecho desde pequeño y de ese lugar tenia fotos infantiles, justo en la parte destinada a la familia de su abuelo, pero nunca había vuelto. No fue una decisión fácil pero se embarcó en esta aventura restaurativa junto con este periodista.

Al llegar, yo como espectadora sentía con intensidad el cúmulo de emociones del nieto de este asesino, el recuerdo de las fotos familiares en lugares aparentemente idílicos, y que eran la antesala de un lugar terrible. De repente, surgió la idea de que hablara delante de algún grupo de los muchos judíos, que suelen acudir a Auswichtz a visitar el lugar, y así pudiera contar su historia ( como es lo esencial para las victimas en los procesos restaurativos) , fuera escuchado, contara como estos delitos impactaron en su vida y le han acompañado todo este tiempo pero también para que a modo de reparación simbólica ( ya que parte de él se siente infractor) a través del relato de su historia, de su sentimiento de remordimiento y de rechazo de los asesinatos, pueda servir para dar un poco de paz a las victimas y descendientes. Sería una forma de hacer lo que tuvo que hacer su abuelo y nunca lo hizo. Estoy hablando de Justicia Restaurativa en estado puro y aun así, se trata de un proceso atípico pero restaurativo o reparador al fin y al cabo. Esta reunión o encuentro tuvo lugar entre un grupo de jóvenes y algún adulto con este chico, nieto de Rudolf Hoess. Así empezó un proceso de dialogo y comunicación entre ambas partes (todos valores restaurativos) con intercambio de preguntas en las que los jóvenes pudieron ver y empatizar con el dolor que arrastraba este descendiente de un asesino y que a pesar de no tener culpa de nada, se sentía culpable.

Y es que de esto va la Justicia Restaurativa de dialogo, comunicación, transformación, empatía, comprensión y en ocasiones aunque no sea el objetivo principal también surge el arrepentimiento y el perdón.

En este caso, el que se consideraba infractor no lo era pero sintió la necesidad de pedir perdón por todo el daño que había hecho su abuelo. Los que nos dedicamos a esto, sabemos que no es el principal objetivo, pero que la propia dinámica del proceso basado en el dialogo hace que frecuentemente y de forma espontánea, esta petición de perdón, surja por si solo. Una chica joven, con palabras entrecortadas explicó que su abuelo había asesinado a casi toda su familia, el nieto de Hoess, entre lágrimas la pidió perdón y a su vez, empatizó con ella, al decirla que comprendía su dolor.

Pero el culmen de este encuentro fue muy especial, un señor mayor,autentico superviviente de ese campo de exterminio, y que vivió en primera persona el horror, se acercó al nieto de Hoess, lo abrazó y le dijo: “aunque no tenemos nada que perdonarte, porque tu no eres culpable de nada, no estabas aquí, agradecemos que estés aquí con nosotros, dando la cara”.

Este fue el final de un encuentro sanador, para este chico que nunca había podido encontrar paz, al ser el descendiente de quién era. Pero al mismo tiempo, para los descendientes de los asesinados y los supervivientes, el saber que al menos (ya que los asesinos nunca asumieron sus crímenes) alguien se había responsabilizado del daño, que alguien lo sentía mucho y se había sentido mal por el daño causado y que ha dado la cara para al menos intentar reparar simbólicamente estos crímenes, fue algo muy importante para que una herida aún hoy abierta para muchos, pudiera cerrarse.

Esta es una forma de Justicia Restaurativa, inusual pero adaptada a las necesidades de las víctimas, tampoco está sujeta a plazos temporales, ni se basa en la estricta fórmula de incluir solo víctima e infractor. Esta justicia es un proceso abierto que facilita que las victimas e infractores y/o comunidad puedan hacer frente a las consecuencias del delito.

Esto hace comunidades más fuertes, maduras y sobre todo más responsables, y ¿por qué no? cambia y transforma las vidas de muchos de los que han sufrido durante años las consecuencias de los delitos. Se cumplen en este proceso atípico como el que he relatado, los criterios que cualquier proceso debe seguir, para ser considerado restaurativo:

La Justicia Restaurativa busca la plena participación y consenso,en el caso que he comentado se reunieron de forma amplia victimas y descendientes con un descendiente del infractor (que a su vez también era una víctima)

La Justicia Restaurativa intenta subsanar lo destruido, en este ejemplo el nieto del asesino necesitaba liberarse de su sentimiento de culpa, y las víctimas por qué no decirlo, oír una disculpa o una asunción de responsabilidad, aunque no sea del autor directo. Ante un hecho destructivo, el proceso fue constructivo para todos los allí presentes.

La justicia Restaurativa busca sentido pleno y directo de responsabilidad, el que este chico se responsabilizara por lo que hizo su abuelo, sirvió de ayuda y alivio para muchos de los que allí estaban.

La Justicia Restaurativa intenta reagrupar lo dividido, una premisa de esta justicia es que tanto la victima como infractor puedan dejar de serlo a pesar de que haya transcurrido mucho tiempo, en este caso el infractor no lo era realmente, pero pudo por fin quitarse este sentimiento, y muchas víctimas pudieron sentirse más supervivientes que victimas.

La Justicia Restaurativa intenta fortalecer a la comunidad, a buen seguro que este encuentro redujo el posible odio o sentimientos negativos que muchas victimas sentían al oír el apellido de este delincuente. Este proceso ayuda a hacer una comunidad más fuerte y más pacifica.

Este es un ejemplo de cómo la Justicia Restaurativa es algo más que una simple mediación y por qué el futuro de esta justicia en el mundo y en España,pasa por una regulación amplia para que luego el experto pueda adaptar el proceso a cada víctima y sus necesidades, a cada caso e incluso a cada infractor y su capacidad para asumir al menos en parte, su responsabilización en el daño causado con el delito.
 

jueves, 30 de mayo de 2013

Las herramientas restaurativas y sus posibilidades, evitando siempre la burocratización

Cuando se habla de herramientas restaurativas como las conferencias o la mediación penal, se parte del ideal, en el que la víctima necesita ser reparada del daño, ya sea moralmente o materialmente y quiere participar de forma voluntaria y el victimario de la misma manera, asume el hecho delictivo y desea participar y reparar el daño.
Pero ¿qué pasa si la víctima no necesita nada del infractor? ¿qué hacemos, si  el infractor  si quiere reparar el daño, asumir su responsabilidad y explicar por qué? Sería un total injusticia tanto para el infractor que quiere cambiar, y que merece una segunda oportunidad, como para la comunidad en general (que tiene la posibilidad de reintegrar de nuevo a ella,  a una persona productiva y transformada) no permitir que este infractor asuma su responsabilidad y repare. ¿Cómo? Pues utilizando otros mecanismos que le permitan hacer una reparación simbólica, permitida por nuestra jurisprudencia como por ejemplo en STS de 8 octubre de 1998, o utilizando otra clase de reparación que permita a la sociedad ver el por qué del delito ( si existe un por qué) y que el infractor no quiere volver a delinquir.
 
De la misma manera ¿qué ocurre si el infractor no asume su responsabilidad pero la víctima necesita participar en un encuentro restaurativo para desahogarse y sentirse escuchada? Por supuesto que también sería una total injusticia que la privaramos de esta posibilidad, las alternativas son muchas, algunas que están dando muy buenos resultados en otros lugares, son por ejemplo,  la posibilidad de reunir a víctimas e infractores de delitos similares, aunque no sean los directamente afectados el uno por el otro , diríamos que serían víctimas por subrogación. ¿beneficios? Pues lograr no ya un entendimiento, que puede darse o o no, sino más bien una transformación de las víctimas, de los infractores y de la sociedad en general, porque estos encuentros repletos de valores restaurativos como el diálogo y la comunicación traen consigo una sociedad más madura, responsable y pacifica.
A veces me preguntan ¿cual es el límite? Yo creo que el límite es la imaginación, pero claro para esto no debemos caer en el error de burocratizar en exceso las herramientas restaurativas ( por ejemplo, limitando el tiempo para participar en un proceso de estas características es un grar error,  porque no todas las personas son iguales y algunos necesitaran mas tiempo para decidir si quieren o no tomar parte) , porque entonces los beneficios de esta justicia más ágil, cercana y humana se perderían y no tendría muchas diferencias con la actual justicia retributiva.
Por eso siendo el ideal un encuentro restaurativo víctima infractor y/o comunidad existen más variables y todas son en mayor o menor medida restaurativas.

 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Justicia adaptada a cada caso y a cada víctima y sus circunstancias

Volvamos a hacer un pequeño ejercicio de empatía y pongamonos en los zapatos de un padre que tras perder trágicamente a su hija por un conductor ebrio, tiene que esperar un largo tiempo para el juicio, después sufrir otra vez, al rememorar todo el dolor del día del delito y de las secuelas ( efectivamente la victimización secundaria, se padece en la justicia penal tradicional)  y tras dos meses, sigue esperando que un tercero ajeno al problema, decida sobre cuanto dolor ha sufrido, valorando lo que no tiene forma de hacerse la vida de un ser querido y el castigo al que se lo ha causado. Esta lentitud de la justicia, la convierte en una gran injusticia, una agonía que rara vez es para bien. ¿Por qué ocurre esto?
 
Yo creo sinceramente que es porque la justicia tradicional piensa en los delitos abstractamente, es decir un número de expediente y unas consecuencias jurídicas, pero no se dan cuenta que detrás de este expediente, hay personas, hay seres humanos que sufren y que necesitan curar sus heridas o al menos encontrar algo de consuelo.
Esto es lo que hay que empezar a cambiar,y  construir  la justicia penal tradicional con valores restaurativos, los encuentros víctima-infractor serán una etapa más pero si queremos edificar bien la casa, debemos empezar por los cimientos. ¿Cómo? los valores restaurativos harán que la Justicia tradicional sea más humana, y cercana al ciudadano, y  le permita expresar siempre que quiera sus expectativas y qué necesita para sentir que se ha hecho justicia y sobre todo se adapte a cada caso concreto y a cada víctima y sus circunstancias. Siempre se dice igualdad ante la ley, que la ley debe ser igual para todos pero por qué no, siguiendo la definición de Ulpiano, una justicia adecuada para cada caso concreto .Ulpiano decía que la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo, y esta sí sería una justicia justa y eficaz.
 
Por eso a pesar, de los que confunden a la opinión pública hablando de mediación penal como algo alternativo, o de justicia restaurativa como algo ajeno a la justicia tradicional, somos muchos los que creemos en que una Justicia Penal tanto juvenil como en adultos puede construirse con valores restaurativos, así se tendrían en cuenta las circunstancias personales de la víctima, del caso y del infractor, y se podría valorar mejor si es viable un encuentro restaurativo, porque el infractor sí se ha arrepentido o al menos asume el daño, y sino, de todas formas atenderíamos a la víctima de una forma humana y cercana, ( restaurativa o reparadora).
 

martes, 28 de mayo de 2013

La prevención del delito con la justicia restaurativa


Educad a los niños y no tendréis que castigar a los hombres”. Pitágoras

Esta es una frase con enfoque restaurativo por cuanto la prevención es esencial en esta justicia, evitar que vuelvan a delinquir los infractores es un aspecto importante y esto se consigue con la responsabilización que puede llegar a surgir tras un proceso restaurativo, el impacto que puede generar en algunos delincuentes,  el ver cómo su acción sí ha dañado a seres inocentes, es indudable. Otra forma de prevenir los delitos es utilizar esta Justicia Restaurativa como filosofia  y fomentar la educación en valores restaurativos así evitaremos que muchos traspasen la línea y delincan. Lógicamente donde más éxito se tendrá en los jóvenes y niños porque su personalidad en formación y su falta de madurez hacen que la educación en ellos pueda ser más eficaz y provechosa, de ahí que la frase de Pitágoras sea muy elocuente.

lunes, 27 de mayo de 2013

Mi forma de entender la Justicia Restaurativa

Me doy cuenta de que si preguntas por ahí qué es Justicia Restaurativa, muchos dirán que mediación penal, otros un poco más acertados, la identificaran con una variada gama de encuentros restaurativos como la mediación penal, círculos o conferencias restaurativas. Sin embargo, yo creo que la Justicia Restaurativa lejos de ser una alternativa al sistema penal tradicional es un complemento, y la justicia penal debería construirse con un enfoque restaurativo, siendo estas herramientas o encuentros un estadio final. Si verdaderamente queremos que esta justicia reparadora sea aceptada y vista como beneficiosa, debemos empezar por dotar nuestra actual justicia de unos cimientos restaurativos ¿Cómo? Dando más participación a las víctimas, reafirmando la voluntad de atender sus necesidades como algo prioritario y a la vez intentando que la actitud del infractor no sea meramente pasiva sino que aprendan que su deber de reparar es una prestación socialmente constructiva.
Así los encuentros restaurativos en la modalidad que sea, serán más aceptados y comprendidos como lo que son, algo bueno para las víctimas que sientan que lo necesitan y algo impactante pero positivo para los infractores que reconozcan el daño y quieran enfrentarse a la persona a la que se lo hicieron.
Simplemente es cambiar la lente con la que miramos la justicia para hacerla más humana y reparadora.
 

viernes, 24 de mayo de 2013

¿La gente puede cambiar?

Esta semana escribí para la web Criminología y Justicia sobre la reinserción, me doy cuenta que realmente no creemos mucho que esto sea posible, o más bien el problema es que no somos capaces de pensar que una persona puede cambiar.
Pensamos que alguien que ha cometido un delito, de cierta gravedad ¿puede querer cambiar?. Creo que es posible, no todos estarán en una posición de poder o querer dejar la carrera delictiva pero muchos tienen voluntad y con un "empujoncito" de nuestra parte, esta voluntad puede tornarse férrea. Para ello, la Justicia Restaurativa, puede ser de gran ayuda ya que hace que los delincuentes se enfrenten a sus actos, vean como sus acciones han dañado a personas reales, de "carne y hueso". Esto para muchos puede ser un punto de inflexión, no olvidemos que muchos infractores minimizan sus delitos, los justifican pensando que no fue para tanto, y por eso el ver directamente y de voz de las víctimas lo que ha supuesto su delito, puede llevarlos a querer cambiar, o al menos reflexionar sobre su vida futura. Lógicamente, esta Justicia puede causar mucho más impacto en jóvenes infractores y en adultos jóvenes, porque su personalidad está en formación y su falta de madurez puede influir en que su forma de actuar y sus decisiones no sean las más adecuadas. La Justicia Restaurativa, va a servir no solo para responsabilizarlos, en estos casos, sino también para educarlos y guiarlos hacia un futuro de adultos, como personas productivas.
 
Por eso creo que no se puede generalizar, pero si se puede ayudar a muchos infractores a cambiar, y vivir alejados del delito, con esto también ayudaremos a la sociedad, ya que habrá menos delincuentes entre nosotros.
¿Qué opináis ? ¿Puede la gente cambiar? ¿un adulto puede rehacer su vida?. Yo creo que si, y los procesos de Justicia Restaurativa nos han dado buenos ejemplos.
 

jueves, 23 de mayo de 2013

¿Quién es la víctima?

A la hora de hablar de Justicia Restaurativa, tanto como concepto global como aplicada a los procesos restaurativos que derivan en encuentros, la víctima es la protagonista principal , por cuanto al ser la que ha sufrido el daño, será la que podrá decidir cómo quiere ser reparada. Sin embargo, siempre y en todo caso¿ tenemos claro quienes son las víctimas?, y si es así, ¿las tenemos en cuenta?
No siempre el rol de víctima está claro, si acudimos a su definición, hay varias dependiendo el punto de vista:
  • Según el significado general es aquella persona que sufre los resultados infelices de los propios actos, de otros o fortuitos.
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  • El significado jurídico-general dice que es aquella persona que sufre directamente una lesión o amenaza a un bien tutelado por el derecho.
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  • El significado jurídico penal estricto establece que es el individuo que sufre directamente las consecuencias de violación de la norma penal.
  • Por último, según el significado jurídico penal amplio el concepto abarca al individuo y a la comunidad que sufre las consecuencias del delito. Esta interpretación resulta importante pues pueden ser víctimas también entidades colectivas como el estado, corporaciones… y aún así comunidades más indefinidas como familia, sociedad (sin exacta personalidad jurídica)
Esta última definición para la Justicia Restaurativa es la más justa, y la que hay que tener en cuenta si queremos que su objetivo de restauración, reparación y responsabilización sea cumplido de la mejor forma. Y es que todas las personas que se han visto afectadas de alguna manera por el delito, deben tener el derecho y la oportunidad de acceder a esta justicia reparadora, si este es su deseo y si lo necesitan.No sería justo a los ojos de esta justicia restaurativa, dejar fuera a alguna persona afectada porque segun las nocciones clásicas no entra dentro del concepto de víctima. Ejemplos de estos hay muchos, imaginemos, dos jovenes se pelean una noche, hay una víctima directa de la agresión (uno de los jóvenes) y un infractor ( el otro joven), sin embargo para ellos esto quedó en un hecho aislado sin más, aunque llegó a los juzgados, como no podía ser de otra manera. Cuando nos entrevistamos con ellos acuden, con sus madres, y ambas muestran estar realmente muy afectadas por el delito sufrido. La madre del agredido: no puede dormir, siempre está en tensión, cada vez que suena el telefono piensa que es para decir que su hijo está en el hospital...y la madre del agresor: siente culpa, piensa que quizá no ha educado bien a su hijo, discute con su hijo porque la preocupa que salga a la calle...¿Alguién puede poner en duda que ambas madres también son víctimas? Por supuesto que no, y a los ojos de los profesionales de la justicia restaurativa lo son, y debemos darlas la oportunidad de que si es su deseo, puedan acceder a esta justicia más humana y sobre todo más justa. ¿Por qué? Porque para esta justicia reparadora, los delitos no son un número de expediente más en el juzgado, un artículo de un código penal y una serie de obligaciones jurídicas, detras del delito hay personas que sufren, que tienen una vida y problemas, personas que necesitan algo para poder continuar con su vida, e infractores que pueden tener la oportunidad de ver lo que han hecho y sus consecuencias...Es una justicia humana y cercana, alejada de vocabularios incomprensibles y de una burocracia interminable. Otro ejemplo aún menos claro, un chico con escasos recursos económicos, que vive en un barrio marginal, donde el delinquir es lo normal, sin justificar los posibles delitos que cometa, ¿no es también una víctima de las circunstancias que le ha tocado vivir, y de la propia sociedad?
Por eso es necesario tener la mente abierta sobre quién es la víctima.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Siempre debemos tener presente a las víctimas y a la comunidad

 
Pensemos, por un momento en un padre que ha visto como su hija es asesinada por un conductor que además de ebrio se dio a la fuga, pongamonos por  un momento en su situación.
¿Qué puede pensar si lee noticias: como mediación penal en delitos de seguridad vial para llegar a un acuerdo y evitar la sentencia, porque sino alguna de las dos partes, saldrá mal parada?. Pues lo que implica esto, es que estará totalmente en contra, y por mucho que se diga que es para delitos más leves, los que ya han sido víctimas, no verán sino una forma de que todos los  infractores eviten la sanción penal. Por eso, hay que saber lo que es la Justicia Restaurativa y una de sus herramientas la mediación penal, para evitar tener en contra a todas las víctimas, y con razón.
Vivimos en una sociedad en la que la publicidad es lo que importa, hacerlo bien da totalmente igual. Pero realmente esta Justicia puede hacer mucho bien a las víctimas, infractores y comunidad, por eso, me niego a leer noticias como estas.
 
La Justicia Restaurativa trata de diálogo y comunicación, de proporcionar información y escuchar a las partes, de tratar a las víctimas como personas y no como números, tomando en cuenta su opinión y sus necesidades. Trata de responsabilizar al delincuente, sin que por ello, no vaya a tener su sanción penal, máxime si se trata de un delito grave ( en delitos leves podrían darse alternativas más eficaces para todos).
 
Y por supuesto, la mediación penal no es una mediación como las demás, en la que hay dos partes, en igualdad de condiciones, no, hay una víctima que sufre y un infractor que ha causado un daño. Ni el acuerdo ni el perdón es el objetivo, sólo el diálogo, aunque no voy a negar que la mayoría de los encuentros restaurativos acaban en un acuerdo de reparación o restauración, que satisface a la víctima porque habrá estado informada y conforme y porque verá que el infractor lo ha hecho voluntariamente. Pero, insisto, no se puede poner en prensa: mediación penal para llegar a un acuerdo y evitar la sentencia...esto es generalizar demasiado, sin ver qué cada caso puede ser distinto al otro. Espero que la gente, las víctimas se queden con la esencia: es un proceso en el que van a poder expresarse con libertad, van a decidir en el proceso que las afecta: el delito, van a tener voz en como quieren ser reparadas y qué esperan del infractor y van a poder desahogarse si es su deseo...Esta es la esencia básica de la Justicia Restaurativa, mucho más profundo que reducirlo a un acuerdo para evitar la sentencia. La agilización de los juzgados, ni de lejos es el objetivo, no es una institución centrada en ayudar a los jueces sino en ayudar a las víctima, infractores y comunidad.

martes, 21 de mayo de 2013

Justicia Restaurativa en pocas palabras



"No existe delito que no tenga precedente".
Séneca


Para abordar el delito de una manera eficaz, es necesario, sin justificarlo acudir a la génesis, el por qué del delito, a su vez esta pregunta puede ser también sanadora para las víctimas. Así ponen rostro e historia al delincuente . Justicia restaurativa también trata de todo esto.

lunes, 20 de mayo de 2013

Transmitiendo qué es Justicia Restaurativa a las víctimas...

Cuando empecé a estudiar, investigar y poner en práctica la justicia restaurativa, mi mayor temor era como trasladar a las víctimas, que esto es algo bueno para ellas. En un mundo centrado exclusivamente en el infractor, no es tarea fácil cambiar el chic radicalmente y decir a la gente que con esta justicia nos vamos a centrar en ellos, en los que sufren, en las víctimas para colmo, cada vez  que veo la televisión, lo único que oigo es penas más duras como si esto fuera lo único importante para todos nosotros. Sin embargo, mi temor fue desapareciendo cuando aprendí que no se debe demonizar estos sentimientos negativos como el rencor, el odio, la ira, el resentimiento. ¡Cómo una persona que ha sufrido un delito, no va a sentir todo esto y mucho más! Por supuesto, que si, y negarlo sería causar más dolor. Lo que un buen facilitador de Justicia Restaurativa debe saber es abordar estos sentimientos negativos que tienen las víctimas para ir transformandolos en otros más positivos como dignidad, respeto, orgullo de ser superviviente de un delito... y así ayudarlas en el camino hacia la superación del trauma del delito. ¿fácil? Claro que no, además nosotros solo podemos ayudar pero el camino lo tienen que recorrer ellas, no obstante, la Justicia Restaurativa puede hacer este camino un poco menos complicado.
Algunas personas se preguntaran cómo podemos ayudar si quiza nunca hemos sido víctimas, pues porque los valores de la justicia restaurativa como la empatía y la escucha activa nos hace ponernos en el lugar del otro y comprender y hacer comprender a la víctima que no está sola.
Existe el riesgo de que muchos crean que así el infractor no va a recibir su condena, y excuso este error, porque es algo muy común sobre todo si escuchamos hablar a gente que define esta justicia erróneamente, como alternativa, como una forma de llegar a acuerdos para evitar el juicio...pero tenemos que ser firmes en transmitir que en delitos graves el infractor no recibiría ningun beneficio penitenciario, su participación en los procesos restaurativos seran totalmente voluntarios y sin esperar nada a cambio, eso sí, el hecho de participar implica que ha asumido su responsabilidad y ha reconocido los hechos, con lo que se comprometerá a reparar el daño. Esto que puede resultar muy teorico en la práctica, genera enormes beneficios para la víctima que se siente escuchada y tenida en consideración, para el infractor que muy probablemente no vuelva a delinquir y para la comunidad que reinsertará a ambos de nuevo en ella como personas productivas.
Para la Justicia tradicional cometer un delito, implica que eres culpable y ya está, sin embargo para la Restaurativo implica que te haces responsable, y además vas a contraer una serie de obligaciones para reparar el daño o mitigarlo.


jueves, 16 de mayo de 2013

Acerca de cómo acudiendo a un juicio no siempre se consigue JUSTICIA

 
 
 Cuando oigo que la gente se queja sobre qué mal funciona la justicia, suelo intentar defenderla, explicando mi visión de ella cuando fui juez. Obviamente cuando estas en esa posición, te das cuenta tarde o temprano que hagas lo que hagas nunca vas a dejar satisfechas a las dos partes al menos un 50% claramente va a estar descontenta con la resolución que has emitido, con razón mi abuela solía decir: “nunca llueve a gusto de todos”. 
Al ser una solución impuesta por un tercero es normal que esto sea así, incluso me daba cuenta que en ocasiones ni tan siquiera a la persona a la que habias dado la razón estaba satisfecha con lo que se habia dicho en la sentencia. Particularmente, yo siempre animaba a las partes ha llegar a un acuerdo por aquello de que creo que es mejor un mal acuerdo que un buen juicio. Si todo esto lo extrapolamos al ámbito puramente penal, la realidad es mucho más “hiriente” si cabe.

Os cuento algo que me ha ocurrido hace muy poco, hemos tenido un asunto en mediación penal, dos personas se habían peleado y amenazado y todo acabo en una denuncia y posterior citación a juicio de faltas. Durante el proceso restaurativo de mediación penal el denunciado, reconoció los hechos, asumió su culpa e incluso quiso reparar el daño moral causado. Sin embargo, este hombre tenía claro que si hubiese tenido que ir al juicio lo hubiera negado todo. Esta afirmación rotunda me llevó a preguntarme ¿por qué? No sé realmente porque el infractor en muchas ocasiones cuando va al juzgado se pone a la defensiva e intenta minimizar los hechos e incluso negarlos, justificando de alguna manera su conducta un tanto impropia. La realidad demuestra que esto sucede más de lo que creemos y esto genera en la víctima, sus familiares y allegados, un sentimiento de impotencia y de desencanto en la justicia.Lógicamente sus necesidades no solo no son cubiertas sino que la actitud del infractor puede generarla incluso más daño. Y es como ya he comentado en varias ocasiones, las víctimas desean ser escuchadas, tener voz en el desenlace del asunto y sobre todo sentir que se ha hecho justicia y todo esto es más fácil de conseguir a través de un proceso restaurativo como la mediación penal. 

Y ¿por qué? Otro ejemplo hace poco ha habido dos noticias que corroboran esta afirmación rotunda y es que en ocasiones denunciar y acudir a los tribunales (sobre todo si las partes tienen una relación previa, ya sea por ser vecinos, familiares, amigos…) no soluciona el problema que subyace y que ha dado lugar al ilícito penal. En los dos casos son dos familias enfrentadas por años de denuncias y conflictos que les han llevado una y otra vez a los juzgados. Sin embargo, el gran problema es que nos creamos que durante el juicio y delante del juez vamos a poder hablar de todos los problemas anteriores con la otra parte y por qué se ha denunciado. Lejos de esta realidad durante el juicio se hablará solo de si se ha cometido el delito o la falta y cómo ha sucedido. En ocasiones, lo que empieza con un hecho sin gran importancia, produce intercambios de denuncias, más hechos delictivos cada vez más graves y serios y al final se acaba en lo que llamamos la “escalada del conflicto”. Esto es lógico, si tu vecino te está continuamente amenazando, lo que deseas es primero poder vivir en paz, y que no lo vuelva a hacer, si el juzgado le condena a pagar una multa y éste vecino te sigue molestando, de nada habrá servido la maquinaria judicial. Por eso, muchos de estos conflictos penales/comunitarios a través del diálogo, la comunicación y participación activa de ambas partes pueden y de hecho tienen mucha mejor solución y satisfacción a largo plazo.

Si hablamos no ya de faltas, sino de delitos más serios, también son buenos estos procesos restaurativos, ante todo son muy beneficiosos para las víctimas, éstas recuperan su vida, su voz y van a poder superar el trauma del delito de una manera más satisfactoria. Y si con esto encima un infractor asume su responsabilidad, ve el daño que ha causado a otro ser humano y se compromete a no volver a delinquir, tendremos un infractor menos reincidiendo, con lo que la víctima sentirá que se ha hecho justicia y todos nosotros recuperaremos nuestro sentimiento de seguridad y de confianza en el ser humano.

Hace muy poco, conocí la experiencia de un mujer en Inglaterra, fue violada, su violador tuvo un juicio y fue condenado a bastantes años de cárcel, sin embargo ella no se sentía satisfecha del todo, no había podido enfrentarse al infractor, decirle unas cuantas cosas…por eso solicitó participar en un proceso restaurativo.

Tras este proceso pudo continuar con su vida, despojarse del rol de víctima, decirle al violador cuando daño la hizo en su día, pero que ya no le tenía miedo y que ya no la iba a volver a hacer daño, y sobre todo ella expresó como se sintió después de participar en este proceso de justicia restaurativa, y dijo algo que creo resume el por qué de la Justicia Restaurativa, por qué es tan importante y esencial para las victimas, ella dijo “ Por fin, dejé de ser la víctima de una violación y pasé a ser una superviviente de una violación y esto lo digo con orgullo”.

miércoles, 15 de mayo de 2013

La empatía, un valor restaurativo

"Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales."
Mahatma Gandhi


Esta frase de Gandhi, habla de la necesaria empatía hacia todos seres vivos, un valor restaurativo importante. Aspiramos a que los delincuentes no delincan, pero no por miedo al castigo, sino porque no quieren dañar a otro ser vivo, y el que empieza maltratando un animal, es probable que lo haga con cualquier otro ser vivo, incluidos los humanos




El peligro de hablar sin tener claro de lo que se habla





"No hay nada más difícil de hacer, más peligroso de realizar o más incierto en su éxito que tomar la iniciativa en la introducción de un nuevo orden de las cosas”
Maquiavelo

Ya lo decía Maquiavelo, es difícil gestionar el cambio y con la Justicia Restaurativa, no podía ser diferente. Siempre he considerado esencial poder transmitir al ciudadano de forma sencilla y eficaz, qué es esta justicia y en que consiste porque si son en alguna ocasión víctimas o conocen a alguna, tendrán claro que esta justicia es beneficiosa, ya que viene a corregir las muchas carencias del sistema tradicional con respecto a las que sufren el delito y sobre cómo abordar el impacto del hecho delictivo.

Y creo que poco a poco vamos consiguiendo cosas muy positivas y la gente “normal” se muestra interesada en una forma de ver la justicia, destinada directamente a ayudarlas, si por “desgracia” algún día se convierten en víctimas. Sin embargo, ayer me encontré con una víctima en particular, que dice no estar de acuerdo con la justicia restaurativa, lo más curioso es que para dar sus argumentos, critica abiertamente lo mismo que nosotros, la actual justicia tradicional y su abandono por las víctimas, y la excesiva protección del infractor.

Nos ven como enemigos porque nos relacionan con la justicia actual, sin embargo es todo lo contrario, por cuanto tenemos claro que la justicia penal a día de hoy, no satisface a las víctimas directas de cualquier delito, sea más grave o menos ni a la comunidad en general, ¿por qué?:

lunes, 13 de mayo de 2013

Más reflexión acerca de lo que es o no Justicia Restaurativa y la "intrusión profesional"

Ayer reflexioné,  por qué existe preocupación entre los que nos dedicamos a la Justicia Restaurativa : la "ignorancia entre los que se autodenominan expertos", cansada un poco de que muchos se apunten a lo que está de moda, y pongan en riesgo todo lo que vamos consiguiendo, los que llevamos muchos años, tantos que por aquel entonces Justicia Restaurativa era algo totalmente extraño en España, . Y realmente es así, ayer ponía como ejemplo tres profesores de una Universidad , hablando en teoría de Justicia Restaurativa, cuando solo tocaron cosas de mediación. Me preocupé de lo que transmiten a sus alumnos cuando ni tan siquiera estaban informados de  la directiva europea, que sustituye la decisión marco de 2001. No solo son ellos, hay otros casos, también dignos de comentar, y  es que aunque conozcan la existencia de la nueva directiva y del hecho de que se hable de justicia restaurativa, para ellos es indiferente, puesto que se han autoconvencido de que mediación penal es lo mismo que justicia restaurativa. Y lo peor es que quieren convencer al resto de la población. Parten de análisis erróneos,  como el siguiente: mediación penal es lograr  un acuerdo entre víctima e infractor por tanto en delitos en los que no hay víctima es imposible mediación penal.

Veamos: todos los delitos causan daños a veces de forma directa y otros de forma indirecta. Ponen como ejemplo, delitos contra la seguridad vial ( conducir bajo los efectos del alcohol), da la casualidad que de esto ya hablé, hace muy poco en Criminología y justicia. Obviamente para las personas que una y otra vez reivindican la mediación penal, no sería posible en estos delitos realizar  una, ya que la víctima no está determinada pero ¿acaso no genera daños a toda la comunidad? ¿también a los que han perdido un familiar por un conducto ebrio y que ven como las personas no se conciencian y ponen en peligro de sufrir lo mismo a otras?
Por supuesto y obviamente se genera un daño a la sociedad y la Justicia Restaurativa podría aplicarse también, no solo trabajando individualmente con el infractor ( justicia penal con enfoque restaurativo)  sino también podría aplicarse herramientas como conferencias. Claro esto suena raro, para mentes que se jactan en decir que la Justicia Restaurativa no está en la tradición española, para aquellos que reducen la mediación penal a un acuerdo entre dos partes  y sobre todo para aquellos que cuando leen justicia restaurativa, automáticamente lo traducen a mediación penal.
Los que nos dedicamos a esto, sabemos un poquito, pero jamás seremos unos expertos porque la Justicia Restaurativa está al servicio de las víctimas y cada una de ellas es diferente de la otra, así que siempre estamos aprendiendo y mejorando.  Esperemos que el legislador no tenga "miopía", creemos que está vez, no,  para eso llevamos desde el año pasado, proporcionando al Ministerio material  que les ilustre de forma clara lo qué es y no es cada concepto. Sin embargo, la tarea no es fácil, porque personas como nosotros anónimas, tenemos que luchar contra personas que gozan de prestigio por ser profesores, jueces, magistrados o políticos. Sin embargo, quizá lo mejor sea "zapatero a tus zapatos" 

"Sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar"

Lo que se deja expresar, debe ser dicho de forma clara;
sobre lo que no se puede hablar, es mejor callar
Ludwig Wittgenstein
 
 
 
Esta frase con la que empiezo mi reflexión refleja al cien por cien una realidad que ocurre muy a menudo y como no podía ser menos con la Justicia Restaurativa también. Siempre que hablamos de Justicia Restaurativa, suelo pensar que hace falta promover y dar a conocer el concepto al ciudadano, para que así cualquier persona pueda conocer sus beneficios y  en caso de ser víctima pueda estar informada de esta justicia, más justa. Sin embargo, me estoy dando cuenta desgraciadamente que lo que hace más falta y con urgencia y celeridad, es dar a conocer el concepto a muchos de los que se dicen “teóricamente” expertos. Hoy he escuchado a tres teóricos expertos profesores de una Universidad, hablando de Justicia Restaurativa y mediación, y se me ha caído el alma a los pies, bien es cierto que lo mismo son profesores, que autoridades dedicadas a fomentar la mediación y un largo etcétera.
Estos teóricos expertos, plantean hablar de justicia restaurativa, pero se quedan en propósitos pues al final y como siempre, acaban hablando de mediación comunitaria, y un poco de mediación penal.
Decía uno de ellos que la justicia restaurativa no está en nuestras tradiciones, primer error, ¿Cómo puede afirmar tal barbaridad? La Justicia Reparadora existe en todos los pueblos, eso sí adaptada a su propia cultura y tradiciones pero poco sabe del origen de esta justicia, solo citaré un ejemplo: la religión católica, mayoritaria en nuestro país tiene relación con esta justicia de dar a cada uno lo suyo. Otra cosa es que todavía estemos a la cola en su regulación legal.
Plantean que la mediación penal es una herramienta, menos mal que eso si lo han aprendido, pero lo hacen como si fuera una alternativa al sistema penal, y como si el acuerdo fuera lo único importante. Es en este caso cuando vuelven a confundir mediación y justicia restaurativa y todo ello aderezado con una mezcla extraña de conceptos. Todos los que sabemos un “poquito” de lo que hablamos, sabemos que la Justicia Restaurativa tiene como objetivo el dialogo y la comunicación, la mayoría de los procesos restaurativos acaban en acuerdo, pero no es un objetivo primordial, como tampoco lo es, el pedir perdón como lo quieren hacer ver algunos. Y aunque se nieguen a reconocerlo, la Justicia Restaurativa, es un complemento en el sistema penal, y puesto que se basa en atender las necesidades de las víctimas y escucharlas y procurar la reinserción del infractor, la justicia penal debería estar construida con un enfoque restaurativo, sin perjuicio que se regularan sus herramientas como son los encuentros. Siguiendo la línea de incongruencias parece que solo consideran válida la mediación penal para delitos leves, lo que en España llaman faltas, por supuesto que no es  cierto, al contrario la experiencia demuestra que las víctimas de delitos más graves son las que más necesitan de la justicia restaurativa. Para las faltas (delitos muy leves), lo más sensato es no judicializarlas y resolverlas por mediación pero eso sí, sería mediación comunitaria y no ya penal. Y como su concepto, ya de por si es equivocado, por supuesto que plantean que al ser un mecanismo alternativo, y no complementario, que las partes participen en un encuentro restaurativo (lo que para ellos solo es mediación penal) implicaría que el infractor obtiene automáticamente una disminución de la pena, obviamente y por lógica, eso ocurriría en delitos menos serios, pero en los graves el infractor no obtendría ningún beneficio inmediato y a priori. ¿Por qué? Porque la justicia restaurativa no trata de lograr acuerdos entre dos partes, tampoco es un método alternativo, ni tampoco es sinónimo de mediación penal, trata de una víctima y cómo ayudarla a superar el delito, de un infractor y como intentar que se conciencie y responsabilice del daño, y de un hecho que ha producido daños y cómo repararlo.
Pero quizá lo más triste es que los teóricamente expertos, todavía no se han dado cuenta que la decisión marco de la Unión Europea del 2001, es ya historia, y hay una nueva Directiva que la ha sustituido, tristemente me pregunto, ¿Cómo no pueden saberlo si se dedican a ello? Efectivamente nadie parece saber de la existencia de esta directiva de la Unión Europea y empiezo a creer que es porque como no habla de mediación penal, creen que no va con ellos, por fin, esta directiva habla de servicios de justicia restaurativa.  Y gracias a que esta directiva no habla de mediación penal, y si de justicia restaurativa, parece que todavía hay esperanza para que la regulación en España no se haga mal y partiendo de los conceptos equivocados que tienen muchos.
A pesar de todo, soy optimista en que la Justicia Restaurativa se va regular y así se permitirá que la justicia penal, se torne más cercana, atendiendo las necesidades de las víctimas, favoreciendo la reinserción y evitando la reincidencia y propiciando encuentros restaurativos cuando sea viable entre víctima, infractor y/o comunidad.


viernes, 10 de mayo de 2013

Memorias del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León-Amepax

Todos los años, el Servicio de Mediación Penal de Castilla y León-Amepax, pionero en Castilla y León y de los primeros en España en ponerse en marcha, elabora una memoria de actividades, que no se centran solo en la efectiva prestación del servicio sino que también organizan, realizan y participan en otras actividades que tratan de  promocionar la Justicia Restaurativa, junto con otras asociaciones como la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa, de la que Amepax es su entidad delegada en Castilla y León.

Si queréis ver las memorias están a vuestra disposición en la web de Amepax: https://sites.google.com/site/justiciarestaurativaamepax/memorias-del-servicio-de-mediacion-penal-de-castilla-y-leon-amepax

jueves, 9 de mayo de 2013

III Congreso Internacional en Justicia Restaurativa en marzo del 2014

El servicio de mediación penal de Castilla y León- Amepax y la Sociedad Científica de Justicia Restaurativa, en colaboración con la Universidad de Burgos, están preparando la tercera edición de este Congreso internacional que se celebrará los días 27 y 28 de marzo de 2014 en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de Burgos (España).

En esta ocasión, el Congreso versará sobre las víctimas y por qué  la Justicia Restaurativa está para ayudarlas, así como de la nueva directiva Europea, que supone un paso más en la regulación de esta justicia más humana.
Pronto más información.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Desde siempre la Justicia Restaurativa ha estado ahí


Es muy curioso ver, como se pueden encontrar frases de personas célebres que directa o indirectamente hablan de la justicia restaurativa como un conjunto de valores y principios. Hoy me gustaría destacar dos nuevas frases:

 "Ojo por ojo y diente por diente y todo el mundo quedará ciego" Gandhi

 "Si a cada cual se le diese su merecido ¿que hombre podría escapar del látigo? Shakespeare
 
Ponernos en el lugar del otro es esencial, para el infractor es muy importante conocer el impacto que su delito ha tenido en otro ser humano. Para la víctima, sin caer en el error de justificar el delito, puede ser importante qué llevo al infractor a delinquir, resolver el ¿por qué? es sanador para muchas víctimas. Estas dos frases representan este ponernos en el lugar del otro y no juzgar porque nadie está libre de pecados.

lunes, 6 de mayo de 2013

Frases con valores restaurativos


"Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo"

Abraham Maslow

Esta frase tiene valores restaurativos, por ejemplo,  es necesario dar una segunda oportunidad a los infractores para que se enfrenten al daño que causaron y lo reparen, ayudarlos a disponer de más herramientas y no solo “martillos”. Fomentar la empatía, el dialogo, la no violencia para enfrentar los problemas. La comunicación es esencial en la justicia restaurativa.

viernes, 3 de mayo de 2013

Justicia y Perdón

En los tiempos que corren, la empatía, es algo complicado de encontrar y sin embargo, la Justicia nos debería ayudar a lograrla,  a todos los que en algún momento de nuestra vida podamos ser víctimas de un delito. Esta empatía puede ser el paso previo para el perdón, si, perdón....Reconozco que el fin último de la justicia no es este perdón, pero realmente una justicia justa, humana y eficaz ( como puede ser la llamada Justicia Restaurativa) puede ayudar a que este perdón surga.
El perdón no es algo que favorezca exclusivamente al infractor, por el contrario va a beneficiar enormemente a la víctima. Perdonar no significa olvidar, ni "poner la otra mejilla", ni tan siquiera que la accion dañosa del delincuente va a desaparecer...significa que los infractores se van a dejar perdonar porque han reconocido y asumido su responsabilidad y su culpa. La "sed de venganza" y el perdón pueden ser dos estadios lógicos en la evolución de las victimas y unidos entre sí, se trata de que la victima se pueda perdonar primero y ante todo a si misma, ya que en ningún caso ha sido responsable y culpable de sufrir un delito, así podrá continuar con su vida,haciendo que el delito sea un aspecto más de ella, lo recordará pero sin amargura, porque habrá podido al menos "cicatrizar sus heridas".
Si realmente se quiere ayudar a las víctimas, tenemos que atender sus necesidades, escucharlas, ayudarlas...para que el sentimiento de hostilidad que surge en un primer momento, se transforme en "reconciliación consigo mismas y con su entorno", sólo así podrán rehacer su vida, despojarse del "rol de víctima" en algunas ocasiones perpetuo y construirse un futuro.
"Perdón es la fragancia que la violeta suelta, cuando se levanta el zapato que la aplastó" Mark Twain.
 

Más castigo o más reparación del daño

Me gustaría compartir con todos vosotros, cómo me siento...."utilizada"sí, ¿por qué? Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automaticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes...
 
Respecto de los familiares entiendo esta reacción, propia de un primer estadio del trauma sufrido por el delito, lo que no llego a entender es el uso mediático del dolor de las personas tanto por determinados sectores de la prensa como por algunos de nuestros políticos. He de reconocer que hasta yo, en alguna ocasión, acabo creyéndome que un endurecimiento de las penas puede ser la "panacea" de los problemas de la delincuencia...Pero realmente ¿esto es así? Se han añadido más delitos, se han aumentado las penas....y sin embargo hay escasa contención de los infractores, un ejemplo claro son los delitos de violencia doméstica.
 
Entonces ¿por qué nos tratan de "vender" algo que no es cierto? Más audiencia, más votos...
Realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas, no funciona a no ser que la persona se pare a pensar acerca de las probabilidades de ser "pillado", calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual puede ser el castigo tenga miedo.
 
Si alguna de estas condiciones falla y se comete el delito surgirán los problemas:
1º la amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el crimen hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy "cruento" que esto sea, con tal de "librarse" del castigo.
2º Si la pena consiste en prisión y ésta se lleva a cabo, esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más difícil conseguir un trabajo, un hogar...Además durante su estancia en prisión irá desarrollando un sentimiento de ira y venganza, ya que el mismo sentirá que es una "víctima del sistema". Cuantas más personas hay en prisión, más difícil es contrarestar los efectos no deseados.
 
Frente a esto, somos muchos los que pensamos que hace falta ayudar a las victimas a mitigar su dolor, superar su rol de víctimas para que pueda continuar con sus vidas. Se las debe dar "poder" para que puedan tener voz en decidir qué necesitan para reconciliarse consigo mismas y con la comunidad. Por otro lado ¿ no será mejor dar una oportunidad a los infractores para que se den cuenta que realmente su acción ha dañado a una persona? Se les debe ayudar a que asuman su responsabilidad, vean el daño que han ocasionado y comprendan que su obligacion moral y social es reparar o al menos aminorar el dolor causado a las víctimas. Todo esto sin perjuicio de que su acción delictiva deba recibir el reproche social correspondiente. Estoy hablando de justicia que restaura, justicia restaurativa.
No podemos condenar a las victimas a ser victimas de por vida. El otro día leí un comentario de una víctima de agresión sexual, que accedió a participar en un proceso restaurativo, reuniéndose con su agresor, este proceso no tuvo efectos de reducción de la pena para el infractor, pero la víctima ( tras oír como el juez de su caso creía que el delito había destrozado su vida) pudo recuperar el control y el poder sobre su vida, y el agresor se paró a pensar por primera vez que efectivamente su acción había causado un gran daño a otra persona ( dejó de minimizar su acción). Tenemos la obligación de ayudar a las víctimas a "cicatrizar sus heridas" pero también tenemos el deber de intentar que el infractor se conciencie y asuma su culpa, porque de esta forma estaremos ayudando a otras futuras potenciales víctimas de este infractor y todos nos podremos recuperar del delito, porque recobraremos nuestro sentimiento de seguridad que se ve vulnerado cada vez que oímos que un nuevo crimen ha sido cometido