LA JUSTICIA RESTAURATIVA AYUDA A PONER ROSTRO A LOS AFECTADOSCuando te conviertes en víctima, es frecuente pensar en el infractor como un demonio, una persona mala, al que sólo le faltan los cuernos, para ser un autentico monstruo de otro "mundo". Esto es un proceso lógico, pues incluso cuando estamos viendo noticias sobre delitos, nuestro primer pensamiento es pensar o está loco o es muy malo o ambas cosas .El "demonizar" al infractor, ayuda a aliviar el "peso" de haber sufrido un delito, al menos en un primer momento, ya que después esto genera una serie de pérdidas mayores en las víctimas directas e incluso en las indirectas, perdemos el sentimiento de seguridad, de confianza en los demás (cualquiera bajo la apariencia inocente puede ser un demonio), la tranquilidad y esto acaba dominando nuestra vida. Por eso, las diferentes prácticas restaurativas, cuando acaban en encuentro, pueden suponer una ayuda para las víctimas en el camino hacia la superación del trauma del delito. ¿Por qué?
Porque en el momento en que se reúnen y empieza el diálogo, se comienzan a ver cómo personas, conocen la historia detrás de las personas se genera un punto de inflexión para recuperar la confianza, seguridad y cierta tranquilidad en ver que algunas personas pueden cambiar, además las víctimas vuelven a equilibrar la "balanza", que se había desequilibrado tras sufrir el delito