HACER JUSTICIA
Si concebimos que hacer justicia no es castigar, para que se hiciera verdadera justicia, esta debería tener en consideración las circunstancias de cada caso, teniendo en cuenta que el delito no es un montón de folios con un número sin más, sino que detrás de él, hay personas, seres humanos con sus circunstancias, con una historia.
Es necesario a la hora de abordar el delito, tener en cuenta el cómo ocurrió, por qué y cuáles son las circunstancias del infractor y de la víctima (aspectos sociales, psicológicos, de relación, familiares, personales etc.). Debería ser una respuesta individualizada, para cada caso concreto. Quizá muchos estéis pensando que estoy diciendo una “barbaridad”, sin embargo, los clásicos lo tenían claro, como Ulpiano que definió justicia como la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo. Ulpiano adivinó que para que la justicia fuera adecuada, debiera abordarse el problema, en el caso de la justicia penal, el delito, de una manera individualizada, adecuada a cada caso así cada uno recibiría el reproche social merecido pero en la mínima expresión teniendo en cuenta variables como la reparación moral y/o económica . Es más entiendo que no es lo mismo una persona que entiende el impacto de sus acciones, y es consciente de ello que otra que le da igual, en todo caso la justicia debe tener en cuenta las personas que hay detrás del delito y sus historias. Esto puede parecer difícil de conseguir, pero para eso, estamos defendiendo la Justicia Restaurativa.