viernes, 30 de septiembre de 2016

Acerca de prácticas, justicia y procesos restaurativos

A nadie escapa que este blog está más orientado a la Justicia Restaurativa en el ámbito penal, puesto que mi experiencia, mis mayores conocimientos y logros están en este ámbito, es cierto que he tocado otras áreas que conozco y que considero esenciales, como el escolar, por el carácter preventivo que en este ámbito tiene la justicia restaurativa y su efecto educativo para unos futuros adultos que sabrán y tendrán en cuenta la justicia restaurativa, no como la otra justicia, sino como la verdadera justicia.Dicho esto, todo el mundo sabe que estoy a favor de la Justicia Restaurativa en cualquier ámbito de la vida cotidiana, hace unas semanas tuve la oportunidad de estar presente en la ciudad de México en un Foro sobre Justicia Restaurativa en el que se dilucidó durante la jornada, estos aspectos teórico-prácticos sobre qué es justicia restaurativa y hacia donde ir. Precisamente me gustó porque se habló de Justicia Restaurativa, y no solo de Prácticas Restaurativas, siento decirlo, y eso que ya he hablado de ello, pero Prácticas se me queda corto para todo lo que implica la Justicia Restaurativa.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Decálogo de Justicia Restaurativa

1. La Justicia Restaurativa  es un nuevo paradigma de enfocar la justicia penal que se centra en el daño causado y las acciones requeridas para enmendar este daño.
2. El delito es visto como un quebrantamiento de los lazos y las relaciones entre personas y comunidades más que como una vulneración de la norma creada por el estado
3. La Justicia Restaurativa busca alternativas a la prisión o al menos una disminución de la estancia en ella a través de la reconciliación y restauración de la armonía de la convivencia humana y la paz
4. La Justicia Restaurativa se preocupa de reunir a víctima, infractor y comunidad para la búsqueda de soluciones, abordando los elementos relacionados con el delito
5. La Justicia Restaurativa se centra en la reparación a la víctima directa e indirecta del delito, porque se preocupa por el daño moral, material y emocional que se la ha ocasionado
6. Alienta a los infractores para que comprendan, acepten su responsabilidad y cumplan con su obligación de reparación del daño, así aprenderán que esta reparación es una prestación socialmente constructiva

miércoles, 28 de septiembre de 2016

¿Quienes son los afectados por el delito?

Cuando imparto cursos de justicia restaurativa, o realizo procesos restaurativos suelo empezar hablando sobre los procesos de justicia penal y como todo es gestionado por profesionales en el que se echa en falta a alguien, las víctimas. Muchas veces cuando hablamos de la delincuencia y la justicia, las víctimas no están en la discusión sobre qué pena es apropiada por haber violado la norma. Sin embargo, la víctima directa de cualquier crimen es sólo la primera de muchas personas perjudicadas por el delito, pero están ocultas en nuestras discusiones sobre justicia.Pensemos por ejemplo en un asesinato de un chico a manos de otro chico. Mientras que es normal que nuestra preocupación se centre en la pérdida de los padres de la víctima, nos suele pasar por alto, la pérdida a la que los padres de los delincuentes se enfrentan al ver como sus hijos - ya sean menores o adultos - cometen delitos. 
Muchas veces, cuando me reuno con los infractores y les digo que se les va a pedir que reparen el daño que han causado, para ellos la lista no se reduce a la víctima directa sino los diversos miembros de sus propias familias que han sufrido su comportamiento y esto me hace ver qué realmente es posible reintegrar de nuevo a muchos de ellos, como personas “nuevas” y que los procesos restaurativos son muchas veces la clave, ¿por qué? 

martes, 27 de septiembre de 2016

Sobre justicia transicional, restaurativa y a propósito de la paz en Colombia

Como persona de paz, me alegra muchísimo que por fin llegue la paz a Colombia, también me parece bien, que no se hable solo de justicia transicional, sino que se tenga en cuenta también la justicia restaurativa. Sin embargo no puedo negar, que me preocupan las víctimas.  ¿Por qué comento todo esto?. La justicia transicional es el conjunto de medidas judiciales y políticas que diversos países han utilizado como reparación por las violaciones masivas de derechos humanos. Sé que muchos no opinaran como yo, pero creo que la justicia transicional, es  más bien una respuesta del estado para abordar los crímenes en épocas de transición hacia situaciones de paz, es decir en estos casos suele primar el bien común, a todos nos interesa que Colombia sea un país donde sus ciudadanos y los visitantes, puedan vivir en paz, sin miedo al terror que supone años de crímenes. Sin  embargo, por ser una respuesta del estado, en ocasiones se tiene que poner en una balanza el bien común y el sufrimiento de las víctimas, y en algunas casos esta balanza se desequilibra en aras de este bien común, lo que lleva a muchas víctimas a sentirse olvidadas.

lunes, 26 de septiembre de 2016

Justicia penal con enfoque restaurativo ¿es posible?

Las sentencias de conformidad, en España, suponen un reconocimiento de los hechos por el acusado, su compromiso de no recurrir y cumplir la pena. Se pactan entre el abogado del acusado y el fiscal. Si pensamos en términos de dinero y tiempo, estas sentencias desatascan los juzgados y ahorran tiempo y dinero, los acusados reconocen su culpabilidad sin celebrarse el juicio y la sentencia firme se consigue en  un solo día, sin desplazamiento de testigos, peritos...Esto parece muy beneficioso, sobre todo para el sistema, ya que la norma vulnerada se reafirma como buena y válida tras el reconocimiento de los hechos por el infractor, el estado recibe su reparación, al imponer un castigo al culpable, y de una forma más ágil. Pero y la ¿víctima? Hasta ahora nada se ha dicho de la víctima, ni tan siquiera se la pregunta ,en la mayoría de las ocasiones, qué opina acerca de esta conformidad. Una vez más, el estado se apropia de la condición de  víctima en detrimento de la  verdadera persona que sufrió el delito. Es en estos casos, donde se ve claramente la dimensión retributiva del delito: parte de emociones, ser víctima conlleva sentimientos de ira, indignación, humillación y el estado canaliza estos sentimientos para evitar que afloren y se conviertan en venganza, lo que atentaría contra la vida social. Sin embargo, la respuesta de las autoridades, como se ve en el ejemplo con el que he empezado, ha eliminado la dimensión humana y emocional del crimen.  La justicia se reduce a procedimientos iguales para todos y llenos de burocracia, centrándose en la dimensión pública de la delincuencia. Por eso, los profesionales de la justicia pueden sentir que se ha hecho justicia, pero los realmente afectados: las victimas , quedan frustradas y con sentimientos de injusticia.

sábado, 24 de septiembre de 2016

El lenguaje neutral de la mediación no es aplicable a la justicia restaurativa

En alguna ocasión he hablado acerca de cómo algunos definen la mediación penal como un proceso en el que víctima en infractor resuelven el conflicto. Sin duda, esto llama la atención por su forma de minimizar el delito, para las víctimas que estén leyendo estas noticias puede surgir una duda, al usarse este lenguaje neutral y es si la Justicia Restaurativa y sus herramientas, lo que hacen es no dar importancia al delito que han sufrido y con ello al impacto que este delito ha tenido en sus vidas y en las personas de su entorno: los daños. Es más, yo diría que hasta para el infractor es conveniente hablar de delito, porque este hecho delictivo también genera daños en ellos y el más importante es que son estigmatizados como delincuentes en muchas ocasiones, sin posibilidad de reinserción. Cuando las personas hablan de conflicto y no delito, sin duda, debe ser porque su mentalidad de mediador no les deja ir un poco más allá y piensan que la mediación penal es una mediación como cualquier otra. 

viernes, 23 de septiembre de 2016

La Justicia Restaurativa nada tiene que ver con pedir perdón

¿Repara una petición de perdón o un lo siento?Particularmente, creo que un lo siento no es suficiente y para argumentar esto, me viene a la mente las peleas que todos alguna vez hemos tenido con hermanos o amigos, recuerdo a mi madre, diciéndonos: “pediros perdón” y también me acuerdo, de haber dicho un lo siento, en más de una ocasión, entre dientes y deprisa, sin sentirlo, de verdad. Quizá con este ejemplo muchos penséis, que se trata de niños…sí efectivamente puede ser, pero si un niño que se supone que tiene menos malicia, es capaz de pedir perdón sin ser de verdad, ¿qué no hará un adulto y más si ha cometido un delito grave que ha dañado a otro ser humano? Y sobretodo, ¿Qué no hará  un infractor si sabe que con un lo siento, puede conseguir alguna clase de beneficio penitenciario?
Por eso aquí la clave está en qué repara más un lo siento o un reconocimiento. Por supuesto, es mucho más importante un reconocimiento que una petición de disculpas. Es mejor que alguien te diga: “si, reconozco lo que ha pasado, y como te sientes, y sé que soy responsable por ello”. Al fin y al cabo, todas las víctimas, necesitan saber que se ha hecho justicia y para ello, es esencial que haya alguien que se responsabilice por el daño que ha sufrido. 
Porque ¿qué pasa si se dice lo siento pero realmente no se cree que se haya hecho algo mal? Pues que entonces no estaríamos hablando de justicia, porque simplemente no se habría hecho justicia.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Penas más duras, no supone una disminución de los delitos

En España al igual que en muchos otros países, cuando un delito grave se comete automáticamente todo el mundo clama por un endurecimiento de las penas, como si aumentar aún más el castigo,  significara que va a haber menos delincuentes y menos víctimas. ¿Cómo va a rehabilitarse un infractor por pasar varios o muchos años en la cárcel, si nunca se llega a arrepentir de sus actos? ¿No sería mejor pedirle que haga algo por la persona a la que causó el daño o por la sociedad? En un primer momento causar daño a quién te lo ha hecho a ti, puede resultar muy positivo para la víctima, pero pasado el primer momento de euforia, al final esto no llena la perdida sufrida por la víctima.Para el resto de la población que no es ni victima primaria ni secundaria, puede resultar suficiente este daño-condena de muchos años en la cárcel, pero para los verdaderamente afectados, este vacío no se llena nunca. Lo más curioso es que los países que tienen más nivel de inseguridad empiezan a sentir que esta justicia que castiga, sin exigir al delincuente nada más, no es suficiente.Entre estos países uno puede encontrarse con algunos a los que el alto nivel de delincuencia ya no les afecta, se han acostumbrado a desayunar, leyendo periódicos en cuyas portadas se puede ver que se han cometido un numero muy considerable de delitos violentos. Sus habitantes ya no sienten ningún tipo de indignación, o empatía o cualquier otro sentimiento hacia estos hechos tan graves que todos los días acaecen en su entorno más cercano. Simplemente piensan que a ellos no les va a pasar o rezan para tener más suerte que las pobres víctimas. Han convertido algo que no es norma o no debe verse como normal, en una costumbre.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

¿Es la justicia restaurativa la justicia "ideal"?

Una pregunta un tanto complicada sería :¿qué es justicia o que significa para cada uno de nosotros hacer justicia?. Muchos hablan de como la justicia no es igual para todos y lo plantean como un gran problema, sin embargo, para mi, sin duda, desde un punto de vista restaurativo, la Justicia no debiera ser igual para todos, sino que la justicia debería consistir en dar a cada uno lo que se merece.Y así por ejemplo, se tendría en cuenta cada caso concreto y las circunstancias personales y sociales de cada persona y en la justicia penal, del infractor y de la víctima para decidir el castigo y la sanción penal, si es declarado culpable. De esta forma, el que aprovecha su posición o cargo para enriquecerse a costa de la sociedad, debería tener más castigo por su peligrosidad moral y su consciente desprecio del ciudadano.
Partiendo de estas premisas, y si me centro en la Justicia Penal, la Justicia Restaurativa se revelaría como una justicia más justa y no precisamente porque sea más punitiva sino porque tiene en cuenta las necesidades de las víctimas y valora el comportamiento del infractor tras el delito.Las víctimas cuando reclaman penas más duras, lo hacen en un intento de sentirse escuchadas y comprendidas pero lo cierto es que una vez que el juicio ha acabado, cualquier condena por dura que sea para el infractor, puede resultar y de hecho, así es, del todo insuficiente
La víctima para sentir que se ha hecho justicia necesita saber que alguien se hace responsable por el daño sufrido. A veces hemos oído decir a alguna de ellas ¿me gustaría que sufrieran lo mismo que he sufrido yo?

martes, 20 de septiembre de 2016

La importancia de la Comunidad para la Justicia Restaurativa

En ocasiones he hablado de como la comunidad es víctima indirecta de los delitos y cómo la justicia restaurativa incluye su participación para lograr una mejor forma de abordar el delito y sus consecuencias. Por eso hoy quiero hablar del papel de la comunidad como víctima pero también como responsable del bienestar de sus miembros. 
Todos estamos conectados y un valor importante de esta justicia restaurativa,  es la relación  o cómo nos relacionamos,  con los demás miembros de la comunidad. Cada uno de nosotros somos piezas de un mecanismo o engranaje superior que es la comunidad y todos somos esenciales, para que esta comunidad funcione bien, y no se desquebrajen los lazos que nos unen.Cuando un delito se comete...dos piezas esenciales: infractor y víctima se separan de la comunidad y ésta empieza a resentirse y sentir que ha perdido dos piezas esenciales y que así no puede funcionar con normalidad. 
La sociedad sufre también el impacto del delito, dos miembros de ella, se han separado y han sido etiquetados como víctima e infractor, esto sin duda, repercute en el grupo,  que empieza a ver como las relaciones entre sus miembros se debilitan poco a poco. 

lunes, 19 de septiembre de 2016

Nadie mejor que las víctimas para saber lo quieren o necesitan

El otro día hablaba, de uno de los valores que promueve la justicia restaurativa: el empoderamiento. Este empoderamiento se da en todos los afectados por el delito: víctima, infractor y comunidad pero es a la víctima, a quién más beneficios reporta. Como decía Rappaport, “el empoderamiento implica que no concebimos a las personas como niños con necesidades o simples ciudadanos con derechos que deben defenderse por un agente externo sino como seres humanos integrales que tienen derechos y necesidades y que son capaces de tomar el control de su vida”. Y  precisamente esto es una explicación clara de lo que ocurre en el proceso penal y cómo la Justicia Restaurativa trata de evitarlo. Tal parece que concebimos a las víctimas como seres incapaces o niños que deben ser tutelados por terceros ajenos  a ellos (como decía Rappaport) Al dolor del daño sufrido, de perder, al menos momentáneamente, el equilibrio en su vida tras el delito, se une el tratamiento de algunos medios y de la Justicia en general. Una vez que su caso entra en los juzgados, pierden el poco control sobre su vida que tras sufrir el delito les podía quedar. Todo es gestionado por terceros que además creen saber lo que más conviene a las víctimas y sin embargo, las personas afectadas por el delito sienten que  no son escuchadas, siendo ellas precisamente las que más tienen que decir y aportar durante todo el proceso. Nadie mejor que las propias víctimas para valorar y decir qué necesitan, qué sienten y cómo quieren que continúe la gestión de su caso.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Los peligros de no hacer buen uso de la justicia restaurativa

Como defensora  y sobre todo profesional de la justicia restaurativa siempre he pensado que sus herramientas son muy  beneficiosas para los afectados por el delito en general  y sobre todo para las víctimas. Por esto, cuando la directiva europea de 2012 habla de esta justicia con ciertas precauciones y explicando que su utilización no debe suponer una victimización para las víctimas, nunca he comprendido muy bien porque tanta precaución. En este sentido el Estatuto de la víctima que entró en vigor en España, en octubre del año pasado, habla de que el proceso no entrañe riesgo para la seguridad de las víctimas y su desarrollo no cause nuevos perjuicios para éstas. Esto siempre me pareció algo excesivo puesto que precisamente la Justicia Restaurativa al dar “voz” a las víctimas y devolverlas el protagonismo que las corresponde,  lo que hace es poner en sus manos una justicia más humana y más justa que pueda ayudarlas a sino superar el trauma de haber sufrido el delito, si sobrellevarlo, sabiendo que sus necesidades principales han sido atendidas y no como los operadores jurídicos han ordenado sino como ellas han requerido, porque nadie mejor que las víctimas para saber lo que necesitan para empezar su “camino” hacia la superación del delito.Por todo esto, no he entendido nunca estas excesivas precauciones hacia los procesos restaurativos, como si la Justicia Restaurativa fuera una “bomba de relojería” y que al usarla pudiéramos causar una serie de perjuicios en cadena, sin embargo, estos días me he dado cuenta que si no se parte de la idea correcta de justicia restaurativa y si no se tiene en cuenta cuales son los objetivos esenciales, efectivamente su mal uso puede causar más daños a las víctimas. Durante unos años se han realizado encuentros entre víctimas e infractores terroristas de la banda armada ETA, esto sin duda me parece algo bueno y sobre todo que debiera haber estado destinado a sanar a las víctimas, sin embargo, el uso de estos encuentros no ha sido el deseado para la mayoría de las víctimas ¿por qué?

viernes, 16 de septiembre de 2016

¿Es posible aspirar a una justicia más justa?

¿Por qué parece que castigo, se equipara a hacer justicia?, ambos términos se utilizan de forma intercambiable, muy a menudo, de ahí que cuando se “clama por más justicia”, muchas personas, yo diría la mayoría lo que hace es reclamar más castigo y penas más duras. Es más parece que “justicia” se utiliza eufemísticamente, para referirnos a castigo. Si esto es así: ¿Qué pasa con aquellas personas que han sufrido un delito, pero el delincuente no ha sido capturado o no está identificado?
¿Debemos pensar que puesto que no se puede castigar a nadie, no se puede hacer justicia? Esto no debería ser así, ya que no solo sería injusto valga la redundancia, sino que estaríamos abandonando a su suerte a personas que necesitan nuestra ayuda. Si nos centramos exclusivamente en que la justicia está para castigar al infractor, como ocurre generalmente con el sistema tradicional de justicia penal, estamos cubriendo solamente las expectativas de algunas víctimas y de alguna clase de delitos. Pero para otras víctimas, bien porque el delincuente no ha sido capturado, bien porque es desconocido o simplemente porque para superar el delito tienen otras necesidades, hacer justicia significa algo más. Con esto no estoy queriendo decir que hay victimas “malas” (porque su deseo es la venganzas del estado a través del castigo) y victimas “buenas” (porque necesitan otro tipo de justicia como poder contar su historia), simplemente cada persona es diferente y cada uno de nosotros, afrontamos los problemas de forma distinta. 

jueves, 15 de septiembre de 2016

Los delitos, la justicia y los medios de comunicación

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 
Si se piensa esto, estamos transmitiendo a la víctima que no se va a poder "curar" y que no va poder reinsertarse de nuevo en la sociedad y reconectar con su entorno, parece que las condenamos a vivir aisladas y no poder volver a confiar en el ser humano. 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Algunas pautas para abordar la violencia de género a través de la justicia restaurativa

Se ha discutido mucho al menos en España, la posibilidad de utilizar herramientas de la Justicia Restaurativa para casos de violencia de género, el problema es que hablan de mediación pero lo que si se podría utilizar es mediación penal u otras herramientas restaurativas más inclusivas, de esto ya he hablado pero sin duda, en otro momento, volveré a establecer las diferencias al menos para aplicarse en estos delitos que tanta alarma social crean.Creo que la Justicia Restaurativa puede, sin lugar a dudas, ayudar a gestionar estos delitos de una manera más eficaz, si embargo, hay veces que oigo hablar a personas de esto pero veo que se pierden siempre en el discurso de la mediación, sin tener en cuenta que justicia restaurativa no es mediación. Pero también es cierto que igual que en otros delitos de más gravedad habrá que tener en cuenta una serie de elementos para trabajar con ellos durante las reuniones individuales y en las conjuntas, según Howard Zehr al menos son los siguientes:
Tenemos que reconocer, sacar a la luz y romper los estereotipos que tienen los infractores acerca de los delitos.  La Justicia tradicional en todo caso lo que hace es fomentar y promover estos estereotipos.
Se debe generar empatía hay que profundizar en esto. La neurociencia nos dice que esto es esencial en las relaciones humanas

martes, 13 de septiembre de 2016

El papel de la verguenza en el delito


He comentado en varias ocasiones la relevancia que tiene el sentimiento de vergüenza en la Justicia Restaurativa tanto para la víctima como para el infractor. Efectivamente la víctima se siente humillada, el rol de víctima recae como una pesada losa sobre ella y la vergüenza las hace aislarse y sentirse incomprendidas. Parece claro que la vergüenza juega un papel importante en la psicología humana y las interacciones. Así que la vergüenza se da en todas las sociedades ("Es una pena que pasa"). Sin embargo, los investigadores sugieren que la vergüenza de las tendencias racionalistas de la sociedad occidental nos ha llevado a negar o ignorar la vergüenza. Como resultado tenemos que rara vez se habla de vergüenza y si se hace es casi de modo figurado. Así que la vergüenza pasa a la clandestinidad, sin dejar de operar, pero a menudo de manera negativa. La vergüenza puede ser positiva cuando nos motiva a hacer lo correcto - cuando modificamos nuestro comportamiento para dejar atrás la vergüenza. Pero la vergüenza es esencialmente una amenaza para nuestra autoestima y cuando el estigma vergüenza entra en juego nos debilita. De hecho la vergüenza juega un papel importante en la mayoría de los infractores, así como en la forma en los que ofenden experimentan la justicia. También creo que a menudo desempeña un papel significativo en el trauma de las víctimas y las formas negativas en que a menudo experimentan la justicia. 

lunes, 12 de septiembre de 2016

El objetivo de la Justicia Restaurativa es el restablecimiento de la confianza en el ser humano

La Justicia Restaurativa no es una nueva forma de ver la justicia,  puesto que ya hemos visto como se basa en tradiciones y en prácticas ascentrales de muchas comunidades, lo que si aporta es una visión diferente de la delincuencia y un nuevo objetivo, el delito es visto como una fuente de daño que debe ser reparado. Y un problema esencial que genera el daño es la pérdida de confianza tanto de las víctimas como de la sociedad en general. Desde que el delito se comete, todos nos volvemos en cierta medida un poco "paranoicos", perdemos la confianza en las personas que nos rodean porque hemos dejado de sentirnos seguros, esto también nos afecta como grupo, y quiebra los lazos sociales.Lo que las víctimas y las comunidades necesitan es tener su confianza restaurada. La obligación esencial de los delincuentes es demostrar que son dignos de confianza. El propósito de la justicia restaurativa debe ser fomentar este proceso.
Por eso, no es descabellado pensar que uno de los objetivos principales de la Justicia Restaurativa debe ser el restablecimiento de la confianza. El intento de lograr esto en un nivel personal y también a nivel de grupo (social) puede darnos una doble visión acerca de como luchar frente a la delincuencia. . En lugar de reemplazar otros objetivos, más tradicionales, la restauración de la confianza se convertiría en el sistema penal actual como un eje esencial a partir del cual se va a establecer que castigo merece el infractor, si fuera necesario, la reparación del daño y la responsabilización del infractor. 

sábado, 10 de septiembre de 2016

Todos nos encontramos "piedras" en el camino

Hoy quiero empezar recordando  una historia anómima:
la Piedra

El distraído tropezó con ella,

el violento la utilizó como proyectil

el emprendedor construyó con ella

el campesino cansado la utilizó como asiento

para los niños fue un juguete

David mató a Goliat

y Miguel Ángel elaboró la más bella escultura

En todo caso la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre. No existe piedra en el camino que no puedas aprovechar   para tu crecimiento personal

La Justicia Restaurativa habla de futuro, de mirar a las personas por lo que son y no por sus actos, ofrece segundas oportunidades, pero también educa, en el sentido más humano de la palabra. La piedra es el daño cometido con el delito, y de esta piedra, depende de nosotros que podamos ayudar a que salga algo más bonito, positivo, constructivo y que en todo caso la piedra sirva para avanzar. Podemos ayudar a la que víctima vea la piedra como un aspecto más de su historia vital y aprenda a vivir con ella, convirtiéndola en un instrumento sanador. Para el infractor, la piedra no debe ser el obstáculo definitivo que le impida cambiar y adoptar otro camino, en el que habrá piedras pero también tendrá la opción de hacer lo correcto y ser mirado por las buenas obras que saque de la piedra

viernes, 9 de septiembre de 2016

Empatía y Justicia Restaurativa

Hoy quiero recordar otro valor importante para la Justicia Restaurativa, ayer hablaba de empoderamiento, y hoy empatía. Todas las teorías acerca de la justicia como construcciones doctrinales deben ir desarrollándose poco a poco, en el caso de la Justicia Restaurativa esta evolución debería cimentarse en el cambio de dos paradigmas:desde el punto de vista jurídico y como afirma Howard Zehr, el cambio es dejar de centrarnos en el binomio delito- pena y basarnos en el de daño-reparación pero también sería bueno tal y como decía Thomas Kuhn (“La estructura de las revoluciones científicas” 1962. Editorial de la Universidad de Chicago) basarnos en un paradigma psicológico-filosófico y en lugar de obligar a la gente a comportarse de manera adecuada ante la amenaza del castigo, se debería alentar el desarrollo de la empatíaLa empatía suele definirse como “ponerse en los zapatos del otro”. Es una habilidad que nos permite estar conscientes para reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás.

jueves, 8 de septiembre de 2016

Empoderamiento y justicia restaurativa

El empoderamiento es algo positivo y constructivo y hace tiempo que no hablo de ello por eso hoy quiero recordar algunos aspectos de este empoderamiento y que se facilita por la justicia restaurativa. Vivimos en un mundo en el que casi todo es gestionado por personas ajenas a nosotros, el estado y las instituciones nos tratan muy a menudo como casi incapaces…un ejemplo: si tenemos un problema acudimos al juzgado y una vez lo hacemos, todo se gestiona por profesionales en un proceso en el que tenemos poco o nada que decir, cualquier profesional sabe lo que nos conviene, o parece saberlo, mejor que nosotros mismos.El punto de pérdida de poder llega al límite cuando el estado en una defensa desmedida de las víctimas de los delitos, pasa a convertirse en la víctima principal del delito, despojando a las víctimas reales de cualquier oportunidad de decidir, expresar su opinión y/o necesidades.
Es lo que Nils Christie aseveró cuando dijo que el estado se apropiaba del conflicto y del delito. Quizá no se quiso hacer de forma abusiva, sino que en un intento de defender a las personas más vulnerables, sin embargo, esto quedó desvirtuado al erigirse el estado en dueño absoluto del delito y de lo que ocurra durante el proceso penal, sin tener en consideración que el crimen afectó a una persona de una manera traumática.

miércoles, 7 de septiembre de 2016

La felicidad ...¿objetivo de la justicia restaurativa?

Me gustan los “finales felices”, sí, lo reconozco, me gustan las películas y los libros en los que los “buenos” tienen su recompensa y los “malos” reciben su castigo. Este sentimiento es muy humano y nos hace sentir seguros y tranquilos. Esto, sin duda, es la justicia retributiva y aparentemente nos hace felices, y nos hace incluso equiparar justicia, a castigo. Sin embargo, a la gente buena, le pasan cosas malas, sufren y en ocasiones se convierten en víctimas. Y además, por mucho que intentemos castigar al culpable para satisfacer esta necesidad retributiva, que es casi una obsesión, una vez más la víctima queda relegada y olvidada y vuelve una y otra vez a recordar que fue víctima y que sigue sintiéndose una víctima y no solo del delincuente sino del sistema, en general.Me explico, el juicio deja un sabor amargo a la víctima, y es que con esta obsesión del sistema de justicia penal porque se cumpla la ley, porque el delincuente reciba su castigo y si es ejemplar, mejor, no nos damos cuenta de qué necesita, qué quiere o qué desea realmente la víctima. Es más todos, los implicados en el proceso penal parecen creer que saben lo que la persona que ha sufrido un delito quiere y qué es lo mejor para ella, y por supuesto esto pasa por un gran castigo al delincuente.

martes, 6 de septiembre de 2016

Un ejemplo de justicia restaurativa tradicional: las leyes de Brehon

En su momento ya dije que el origen de la justicia restaurativa está en las tradiciones, cultura y costumbres de los pueblos, por eso más que un concepto nuevo de justicia, es la justicia que siempre existió y que perdimos con el devenir de los tiempos, la creación de los estados y de la estructura política y administrativa de cada país. De hecho, prácticas restaurativas como los círculos están basadas en las tradiciones de pueblos nativos de EEUU, Canadá y Australia. También en todas las religiones existen referencias directas o indirectas a esta justicia reparadora. Hoy me gustaría recordar las leyes de Brehon.El antiguo sistema de leyes irlandesas se llamaba leyes de Fenechus, leyes de los que cultivan la tierra, pero se conocían por leyes de Brehon por la palabra breitheamh, que quiere decir juez. Se basaban en los principios de compensación de la víctima y rehabilitación del delincuente. Multas y pagos en compensación así como pérdida de derechos civiles en diferentes grados, eran los castigos principales en vez del sistema de encarcelamientos, mutilaciones y ejecuciones, que aplicó la legislación romana, sin pensar en las víctimas de los crímenes. A nadie escapa que este papel destacado de la víctima, este pensar primero en la persona que sufre el delito, es uno de los valores principales de la justicia restaurativa. Pero ahondando un poco más en estas leyes, se ve claramente un germen muy especial de lo que ahora tratamos como si fuera algo novedoso y que al fin y al cabo es volver un poco a nuestros orígenes.

lunes, 5 de septiembre de 2016

Prevención del delito y justicia restaurativa

Uno de los beneficios de la Justicia Restaurativa y que a veces nos suele pasar desapercibido, es la prevención del delito, nos centramos tanto en el delito ya cometido y en cómo abordarlo de la mejor manera, a través de los procesos restaurativos, que nos olvidamos que precisamente el beneficio o más bien la consecuencia, más importante es la reducción de la reincidencia y la prevención de futuros nuevos hechos delictivos. Además hay algo que también me parece importante y que a veces no se tiene en cuenta como forma de prevención, estoy refiriéndome a que con la justicia restaurativa, se fortalece la paz social, puesto que las personas afectadas por el hecho delictivo o dañoso, son atendidas de forma más satisfactoria y esto repercute en su entorno, y a su vez, la comunidad, el grupo estará funcionando mejor, porque sus miembros han sido escuchados. ¿Cómo funciona la prevención?
En primer lugar se fomenta la responsabilización, esto sin duda ayudará al delincuente a ver que su conducta si dañó a otro ser humano, evitando que justifique por lo que hizo, o niegue que cometió el delito. 

sábado, 3 de septiembre de 2016

Dos pequeñas reflexiones restaurativas

Hoy quiero recordar dos frases que escuché durante un curso que tuve la oportunidad de impartir, a fiscales de toda España. Estas frases me parece que tienen mucho que ver con la justicia restaurativa, con la empatía y cómo el derecho penal,  realmente no está construido para ayudar a las víctimas sino para mantener el status quo.
"La pena lo que hace es mostrar la solidaridad de la comunidad para con la víctima pero sin duda las víctimas necesitan algo más". Esta frase es clara y es por lo que siempre digo, que las víctimas son mucho menos punitivas que los que nunca lo hemos sido. ¿Por qué? Precisamente porque las necesidades de los que no somos víctimas, son claras, evitar convertirnos en víctimas nosotros y sobre todo mostrar que entendemos y estamos con las víctimas. Esto se consigue con la pena, porque así al menos durante un tiempo, sentimos alivio y sabemos que no podrá cometer nuevos delitos. Y es la forma que tenemos todos los ciudadanos de decir a las víctimas, que entendemos el daño y que por eso vamos a intentar que no lo vuelvan a hacer. El problema es que el tiempo de estancia en prisión, puede suponer un alivio pero esto no es suficiente para las víctimas, ya que necesitan sentir que alguien se responsabiliza, que son escuchadas, que son entendidas y respetadas...y seamos realistas, el proceso penal tradicional aun cuando declare culpable al infractor, no fomenta que se haga responsable del daño que ha cometido, más bien todo lo contrario. 

viernes, 2 de septiembre de 2016

Sentimientos que surgen en las víctimas tras el delito

Estoy convencida que las necesidades de las víctimas, bajo mi experiencia, nada tienen que ver con lo que la justicia tradicional las ofrece. Me gusta hablar con las personas que han sufrido un delito, porque siempre veo que no son punitivas, como queremos creer, sino todo lo contrario. Un familiar sufrió un robo en su casa, hace unas semanas, estaba de vacaciones y le llamaron diciendo que habían entrado en su casa a robar. Me contaba que al principio,  pensó en los bienes materiales, pero pronto empezó a sentir angustia. Angustia, por saber que unos extraños habían entrado en su hogar, por no saber, si les habían estado vigilando y sobre todo porque la imagen de su hogar, como un lugar seguro donde vivir en paz, se había venido abajo.De su relato, lo que más me sorprendió es cómo las personas que trabajan en el entorno judicial, son las que menos confían en la justicia. Fue la policía la que le dijo, que era complicado pillarlos, pero si lo hacían, seguro todo ya estaba vendido y no iba a poder recuperar nada. 

jueves, 1 de septiembre de 2016

La Justicia Restaurativa aborda el delito de una manera más "justa"

Me preocupa ver como a pesar de que tras cometerse un delito, hay todo un proceso judicial que acaba con una sentencia, si la sentencia es de culpabilidad, el delincuente irá a la cárcel dependiendo del hecho delictivo, para pagar en teoría por el daño causado. Hasta ahí, todo estaría bien o al menos sería normal, sino fuera porque a pesar de cumplir con lo que la ley le impone cuando salga de la cárcel seguirá "pagando", ya que por muchos años que estuviera, en prisión para la sociedad que les rodea siempre será poco y cuando salga de la cárcel se encontrará con un entorno hostil que no le hará la vida sencilla.Si esto se mira desde una perspectiva neutral es terrible, y el sistema debería intentar mostrar a la sociedad que la pena no es eterna, igual que como decía la semana pasada los roles de víctimas e infractores tampoco lo son. Sin embargo, las víctimas, ven insuficiente las penas ¿por qué? Si se trata de un delito muy grave con resultado de muerte entiendo que para ellas, no habría años suficientes para compensar la pérdida, entonces por qué se sienten así, si analizamos desde el punto de vista restaurativo esta situación, creo sinceramente que es porque no se las ha ayudado a superar el trauma, es decir, no se las ayudó en su momento, a hacer frente al delito, esto las ha llevado a adoptar el rol de víctima de por vida, lo que sin duda influye en su sentimiento de que no han obtenido justicia a pesar de que muchas de ellas han visto como el delincuente fue declarado culpable y condenado.