FLEXIBILIDAD DE LA JUSTICIA RESTAURATIVA PERO CON PRECAUCIÓN
Los que me conocéis sabéis que soy muy flexible, en cuanto a la forma de entender la Justicia Restaurativa y su aplicación práctica. Estoy convencida que es un concepto en continua evolución y como tal, las prácticas deben ser innovadoras, eso sí, sin perder la esencia de lo que es Justicia Restaurativa y lo que no es.
Sin embargo, tengo claro que hay que formarse, leer, estar en contacto con la realidad práctica y sobre todo reciclarse, y por eso, me asusta que haya personas que me tachen tanto a mi como algunos colegas de dictadores etc, porque queremos dejar sentadas algunas de las bases de lo que es la Justicia Restaurativa. ¿Por qué me asusta? Porque son personas que no tienen formación, al menos no en justicia restaurativa, si la tienen en mediación o en otras disciplinas, lo cual, me parece excelente, pero insisto una vez más no todo es justicia restaurativa, y el deber de todo que quiera dedicarse a facilitar procesos restaurativos es formarse porque aunque pueda parecer mágico son procesos costosos en el sentido que tratamos con personas, y cada persona es diferente a otra
Para daros un dato de como está en constante evolución la Justicia Restaurativa, os diré que cada dos años voy a un curso de reciclaje para renovar conocimientos, exacto, hay que renovar conocimientos, pero lo que no puede ser, es que algunos o algunas , piensen que leyendo un libro y sabiendo de otras disciplinas, ya sea mediación, derecho penal...o lo que fuere, uno ya es experto en Justicia Restaurativa. Esto no implica que los demás nos creamos con la verdad absoluta, por supuesto que no, sin embargo, estamos en contacto con la realidad, y con la práctica, sabemos los beneficios de la Justicia Restaurativa pero también conocemos los perjuicios que se pueden provocan en las personas.