viernes, 15 de marzo de 2013

La otra cara: prisiones destructivas como la de Joe Arpaio

La semana pasada presentaba un modelo de cárcel un poco utópica a los ojos de muchos de nosotros, no tanto por las instalaciones o por el lugar en sí, (porque muchas de otras prisiones tienen las mismas comodidades) sino por el espíritu que guía la convivencia y las normas en su interior. La cárcel de Bastoy en Noruega, es claramente una prisión cuyos presos viven de acuerdo a los principios y valores de la justicia restaurativa.

Acabé el artículo preguntándome si la sociedad, todos, estamos preparados para un cambio de mentalidad. Palabras como que se “pudra en la cárcel”, “las cárceles no son hoteles de cinco estrellas” y muchas otras las hemos oído y muchos las hemos pensado en más de una ocasión, especialmente ante el horror y la impotencia que nos causan determinados crímenes y algunos delincuentes. Esta pregunta de si estamos preparados, es realmente complicada de responder. Por eso, he buscado un modelo de cárcel totalmente opuesta a la de Bastoy, para buscar dos extremos opuestos e intentar encontrar el medio que nos dé un poco luz en este dilema. Hay una cárcel en Arizona en la que los presos, viven en tiendas de campaña a 50º a la sombra en verano con trajes a rayas, ropa interior rosa y grilletes. Su creador es Joe Arpaio, sheriff del Condado de Maricopa , muy orgulloso de ser el más duro de EEUU y el “azote” de los indocumentados.

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