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martes, 23 de abril de 2019

Medios de comunicación y justicia

MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y DELITOS
Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo, poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el infractor ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 

sábado, 2 de junio de 2018

Sobre los medios de comunicación, la justicia y los delitos

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo, poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 

miércoles, 17 de enero de 2018

Justicia Restaurativa y víctimas

Me gustan el cine, y sobre todo las películas con final feliz, si, lo reconozco, esas en las que a los buenos les pasan cosas buenas y los malos reciben su castigo, una justicia muy humana y al fin al cabo retributiva, en la que los malos tienen lo que merecen. Toda nuestra vida está centrada en esta justicia retributiva e incluso equiparamos hacer justicia a que reciban un castigo.Muchas personas y en general, víctimas, suelen decir: "quiero que sufran igual que he sufrido yo", ¿no obstante, están reivindicando con esto, una justicia retributiva, centrada en el castigo? Yo creo que no, las personas y las víctimas, con esta frase esta reclamando un poco de empatía del delincuente y también de la sociedad, y del sistema de justicia penal, claman porque la gente pueda ponerse en su lugar, especialmente el infractor. 

viernes, 5 de enero de 2018

Justicia Restaurativa y los medios de comunicación

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por jóvenes, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo, poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima, que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el infractor,  ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Penas más duras no conllevan la disminución de los delitos

El otro día,  hablaba de que ha quedado demostrado que penas más duras, no suponen una disminución de le delincuencia sino que en ocasiones es todo lo contrario, por eso hablaba de la importancia de la empatía como valor disuasorio para los infractores y sobre todo para lograr una mayor cohesión social entre todos los miembros de la comunidad.Y es que realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas (y que está destinada a que tanto el infractor actual como los futuros no cometan nuevos crímenes) no funciona a no ser que este ofensor se ponga a pensar acerca de las probabilidades de ser “pillado” calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual es el castigo tenga miedo. Si alguna de estas condiciones falla y se comete un delito entonces puede ser cuando surjan los problemas:

1º La amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el hecho delictivo hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy “cruel” que sea con tal de “librarse” del castigo.

2º Si la pena consiste en prisión, y esta se lleva a cabo esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más difícil conseguir trabajo, un lugar donde vivir…. Además durante su estancia en prisión irá desarrollando un sentimiento de ira y venganza, ya que él mismo llegará a sentirse como una víctima del sistema. 

lunes, 24 de abril de 2017

Delitos, víctimas, medios de comunicación y Justicia

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 
Si se piensa esto, estamos transmitiendo a la víctima que no se va a poder "curar" y que no va poder reinsertarse de nuevo en la sociedad y reconectar con su entorno, parece que las condenamos a vivir aisladas y no poder volver a confiar en el ser humano. 

jueves, 22 de septiembre de 2016

Penas más duras, no supone una disminución de los delitos

En España al igual que en muchos otros países, cuando un delito grave se comete automáticamente todo el mundo clama por un endurecimiento de las penas, como si aumentar aún más el castigo,  significara que va a haber menos delincuentes y menos víctimas. ¿Cómo va a rehabilitarse un infractor por pasar varios o muchos años en la cárcel, si nunca se llega a arrepentir de sus actos? ¿No sería mejor pedirle que haga algo por la persona a la que causó el daño o por la sociedad? En un primer momento causar daño a quién te lo ha hecho a ti, puede resultar muy positivo para la víctima, pero pasado el primer momento de euforia, al final esto no llena la perdida sufrida por la víctima.Para el resto de la población que no es ni victima primaria ni secundaria, puede resultar suficiente este daño-condena de muchos años en la cárcel, pero para los verdaderamente afectados, este vacío no se llena nunca. Lo más curioso es que los países que tienen más nivel de inseguridad empiezan a sentir que esta justicia que castiga, sin exigir al delincuente nada más, no es suficiente.Entre estos países uno puede encontrarse con algunos a los que el alto nivel de delincuencia ya no les afecta, se han acostumbrado a desayunar, leyendo periódicos en cuyas portadas se puede ver que se han cometido un numero muy considerable de delitos violentos. Sus habitantes ya no sienten ningún tipo de indignación, o empatía o cualquier otro sentimiento hacia estos hechos tan graves que todos los días acaecen en su entorno más cercano. Simplemente piensan que a ellos no les va a pasar o rezan para tener más suerte que las pobres víctimas. Han convertido algo que no es norma o no debe verse como normal, en una costumbre.

jueves, 15 de septiembre de 2016

Los delitos, la justicia y los medios de comunicación

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 
Si se piensa esto, estamos transmitiendo a la víctima que no se va a poder "curar" y que no va poder reinsertarse de nuevo en la sociedad y reconectar con su entorno, parece que las condenamos a vivir aisladas y no poder volver a confiar en el ser humano. 

lunes, 26 de mayo de 2014

Recuperando la justicia restaurativa como algo tradicional y cultural

 Mientras países teóricamente avanzados están en muchos casos estancados en el binomio penas más duras, más seguridad y satisfacción de los ciudadanos, en otros lugares del mundo han sabido recuperar los valores de la Justicia Restaurativa tradicional para abordar los delitos y los problemas o conflictos de una manera más humana. Quizá esto se deba porque son países con alta tasa de criminalidad, y han visto como la cultura y los valores retributivos, lejos de disuadir al delincuente de cometer delitos lo que hace es convertirlos en más agresivos. No solo esto, sino que una justicia como la actual, no favorece una responsabilización del infractor, éste ve cómo es castigado de una forma que se considera proporcional al daño que causó, pero en la mayoría de las ocasiones no es proporcional, ya que el castigo al infractor genera conflictos y consecuencias para sus allegados e incluso para la comunidad donde vivía. Ya no sería ojo por ojo y diente por diente, sino que la "teórica venganza del estado" que se erige en defensor de las víctimas, se muestra desproporcionada y de poca utilidad ya que el resultado son delincuentes pasivos y que no reconocen el daño y no son capaces de ver el impacto que su acción ha tenido en otro ser humano y víctimas, que tras el juicio y la consiguiente condena lejos de ver aminorado su "dolor" y el daño, siguen sintiéndose víctimas, olvidadas por el sistema.

Además, la apuesta de estos países "teóricamente menos avanzados" por la Justicia Restaurativa es esencial pues para esos lugares, cualquier delito es susceptible de ser tratado a través de la Justicia Restaurativa, si la víctima así lo desea o necesita. En ocasiones, queremos proteger tanto a los que sufrieron un delito, que creemos que sabemos mejor que ellas mismas lo que es mas conveniente, y esto no solo no es así, sino que nadie mejor que las víctimas para decidir qué quieren o qué necesitan. También, estos países, en lugar de regirse por estrictos protocolos tasados, han sabido adaptarse a cada parte que participa y cada caso, son los protocolos los que se deben adaptar a las personas y no al revés. Muchas veces nos obsesionamos tanto por tener todo controlado y redactado y nos olvidamos que para formalismos y burocracia, ya está el sistema tradicional de justicia.

Una muestra de esto es Sudáfrica y los grandes avances que están haciendo en este campo de la justicia restaurativa, destacando cómo no se limitan a una herramienta como hacen muchos países europeos en los que la mediación es usada casi en exclusiva. Una vez que reciben un caso, deciden que herramienta será la más eficaz.

lunes, 5 de mayo de 2014

Algunas reflexiones sobre justicia restaurativa, víctimas, infractores y medios de comunicación

Cada vez que un delito serio ocurre, especialmente si es cometido por menores, la prensa automáticamente utiliza la desgracia del suceso como mecanismo para obtener publicidad, los familiares ( víctimas de tal atroz suceso) claman por penas más duras y como si esto fuera lógico acaban el silogismo, haciendo ver que no existe justicia sino se imponen castigos ejemplarizantes... Probablemente esto es porque nos gusta el "morbo" y esta clase de programas que desgranan hasta el ultimo de los siniestros detalles del crimen y de la personalidad del delincuente, venden y generan audiencia. Sin embargo poco o nada se dice de las víctimas, a no ser que sea algo como que han hundido su vida, no van a poder recuperarse y si lo hacen tardarán años. Supongo que no se pararan a pensar el efecto dañino que estos comentarios puede hacer a una víctima que por casualidad, pueda  estar viendo el programa. ¿Por qué? Porque el desequilibrio que por si produce sufrir un delito, se ve agravado con introducir en la víctima pensamientos en los que  ve que el delincuente ha ganado, porque sigue dominando su vida y lo hará durante mucho tiempo. 

Si se piensa esto, estamos transmitiendo a la víctima que no se va a poder "curar" y que no va poder reinsertarse de nuevo en la sociedad y reconectar con su entorno, parece que las condenamos a vivir aisladas y no poder volver a confiar en el ser humano. Es necesario por esto normas con enfoque restaurativo que ayuden a las víctimas no solo desde los servicios de ayuda a las víctimas sino también desde los servicios restaurativos, para que la balanza se equilibre en su favor y pueda quitarse el estigma de ser víctima. La Justicia Restaurativa humaniza la justicia, pero también debería humanizar a los medios de comunicación y en general a la sociedad para darnos cuenta que la víctima necesita dejar de serlo, y dejar de ser mirada como víctima para ello debemos ofrecerla todos los recursos posibles y toda la información necesaria para que pueda ella misma (porque mejor que ella nadie sabe lo que necesita) valorar qué necesita, que quiere y en qué la puede servir la justicia restaurativa o algunas de sus herramientas como la mediación penal.

Otro problema es lo que nos venden más penas más castigo más justicia y más curación para las víctimas, esto puede ser así para los que no hemos sido víctimas, por supuesto  que nos sentimos más seguros si pensamos que el infractor va a estar largos años en la cárcel sin embargo esto es algo transitorio porque llegará el momento en que salga y nuestras generaciones futuras volverán a sentir temor ante este infractor que muy probablemente si es por un delito grave no se habrá reinsertado. En este caso es necesario también normas penitenciarias enfocadas a la búsqueda de la humanidad del infractor, de su empatía y sus valores restaurativos que probablemente perdió, olvidó o nunca los aprendió. Y para los que se puedan encontrar con estos valores será necesario buscar alternativas a la prisión que puedan incidir en por qué no empatizan y como evitar que sean un peligro para ellos mismos, su allegados, la víctima y el resto de la sociedad.

Es normal y lógico que en el primer estadio del trauma de sufrir un delito especialmente si es grave las víctimas y allegados reclamen un castigo ejemplar, no obstante, acabado el juicio, nunca un castigo puede suponer un alivio para las víctimas porque el delito sufrido por un inocente no puede ponerse en la balanza con el castigo de alguien que causó un daño de una forma grave y sin pararse a pensar que lo hacia a otro ser humano. El castigo por si solo no es constructivo sino que es más dañino porque lejos de intentar buscar la humanidad perdida en el delincuente, lo que hace es deshumanizar aún más a estas personas, lo que hace que perdamos la posibilidad de reinsertarlos y de tener de nuevo en la sociedad personas buenas y constructivas.  Y es que además realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas, no funciona a no ser que la persona se pare a pensar acerca de las probabilidades de ser "pillado", calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual puede ser el castigo tenga miedo.

Si alguna de estas condiciones falla y se comete el delito surgirán los problemas:
1º la amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el crimen hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy "cruento" que esto sea, con tal de "librarse" del castigo.
2º Si la pena consiste en prisión y ésta se lleva a cabo, esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más difícil conseguir un trabajo, un hogar...

Frente a esto, pienso que hace falta ayudar a las víctimas a mitigar su dolor, superar su rol de víctimas para que pueda continuar con sus vidas. Se las debe dar "poder" para que puedan tener voz en decidir qué necesitan para reconciliarse consigo mismas y con la comunidad. Por otro lado ¿ no será mejor dar una oportunidad a los infractores para que se den cuenta que realmente su acción ha dañado a una persona? Se les debe ayudar a que asuman su responsabilidad, vean el daño que han ocasionado y comprendan que su obligacion moral y social es reparar o al menos aminorar el dolor causado a las víctimas. Todo esto sin perjuicio de que su acción delictiva deba recibir el reproche social correspondiente. Estoy hablando de justicia que restaura, justicia restaurativa que humanice el delito, a la víctima y también trate de hacerlo con el infractor.
Tenemos la obligación de ayudar a las víctimas a "cicatrizar sus heridas" pero también tenemos el deber de intentar que el infractor se conciencie y asuma su culpa, porque de esta forma estaremos ayudando a otras futuras potenciales víctimas de este infractor y todos nos podremos recuperar del delito, porque recobraremos nuestro sentimiento de seguridad que se ve vulnerado cada vez que oímos que un nuevo crimen ha sido cometido


lunes, 9 de septiembre de 2013

Más sobre justicia restaurativa, víctimas y proceso penal

Llevo varios días hablando sobre las víctimas, porque son el centro de nuestro trabajo, y como siempre digo, la justicia restaurativa surge desde el momento en que hay una persona directa y/ o indirectamente afectada por el delito. Y aunque parezca muy sencillo desde el punto de vista procesal, delimitar quién es la víctima, la realidad es que existen muchas víctimas o al  menos muchas personas afectadas por el delito.
 
Un ejemplo claro de esto, son los familiares de la víctima directa, ¿acaso no sufren con el dolor de su familiar? ¿no son víctimas también? Por supuesto que son afectadas por las consecuencias del delito y  por eso también deben ser consideradas víctimas, el problema es que si las víctimas directas no tienen oportunidad de hablar y expresarse durante el proceso penal, salvo cuando son interrogadas como meros testigos, los familiares y allegados y en general todos los que sufren de manera indirecta el delito, no tienen ni una sola posibilidad de expresar su opinión, sus sentimientos, necesidades o expectativas. Si el proceso penal genera desilusión en las víctimas directas, este insatisfacción se ve también en familiares y allegados y además doblemente, primero porque ven como su familiar no ha conseguido ver sus necesidades cubiertas y luego porque ellos tampoco han podido hacer frente a sus expectativas propias o al menos  expresar su opinión sobre lo sucedido. Y esto es así ,los jueces y en general los operadores jurídicos se deben a la estricta, a mi parecer demasiado estricta legalidad y aunque quisieran dar voz a todas las víctimas, los rígidos protocolos establecidos se lo impiden o al menos suponen una "excusa" eficaz para no hacerlo.
 
Otro problema que surge en el proceso penal, y con respecto a las víctimas, es que solo encuentran como solución a su indefensión, pedir penas más duras, me explico: ante la falta de apoyo , empatía  y atención que sufren las víctimas, la única esperanza que tienen es que el delincuente esté en la cárcel el mayor tiempo posible, como decía el otro día, no es que seamos punitivos por naturaleza, al contrario, implícitamente lo que reclamamos es que el infractor sufra lo mismo que las víctimas han sufrido, es decir que se pongan por un instante aunque solo sea, en su lugar, reclamamos un poco de empatía. Sin embargo, cuando los códigos penales son ya de por si muy duros y punitivos, ¿qué podemos hacer? o la pregunta más importante ¿cómo conjugar los derechos y necesidades de las víctimas con unas leyes de por sí, ya punitivas? Parto de la base que para una víctima y sus familiares, a priori, la condena no será nunca suficiente para cubrir el dolor que no merecían sufrir, sin embargo, la forma de conjugar los derechos y necesidades de las víctimas con el proceso penal y con la justicia en general es la justicia restaurativa. Efectivamente, tenemos la respuesta a nuestro alcance, construyendo una justicia penal con un enfoque restaurativo pondríamos al alcance de las víctimas directas e indirectas, de los infractores una justicia más cercana a cada caso y  los operadores jurídicos ya no tendrían excusas para no flexibilizar los protocolos de actuación y para tener en cuenta siempre a las personas ,porque las partes, además de partes procesales son seres humanos. En esta justicia penal con enfoque restaurativo, los encuentros restaurativos como mediación penal, serían un instrumento más, para aquellas víctimas que así lo quisieran y/o  para aquellos infractores que así lo demandaran.
 
 No obstante, desgraciadamente, siento que generalmente, no interesa esta justicia restaurativa y si interesa, muchos se la quieren apropiar y caen en los mismos errores que la justicia penal tradicional conlleva,  hablando de que la justicia restaurativa agiliza la justicia, que trata de evitar juicios...etc, la justicia restaurativa no está para hacer la vida más fácil a operadores jurídicos y al legislador, esta justicia está para dotar de humanidad el proceso penal, para ayudar a las víctimas, al infractor y a la comunidad.
 

lunes, 8 de julio de 2013

Penas más duras no es la panacea de la delincuencia

En muchas ocasiones cuando comento a qué me dedico, la gente piensa que lo que quiero es que los delincuentes no vayan a la cárcel y que se les reduzca las penas, ¡vamos! creen que la Justicia Restaurativa es blanda con los infractores, sin embargo, la realidad ha demostrado que penas más duras no siempre trae consigo menos delitos y menos delincuentes reincidiendo.

Y es que realmente la fuerza disuasoria que conlleva el aumento de las penas (y que está destinada a que tanto el infractor actual como los futuros no cometan nuevos crímenes) no funciona a no ser que este ofensor se ponga a pensar acerca de las probabilidades de ser “pillado” calcule que el riesgo es alto y sabiendo cual es el castigo tenga miedo. Si alguna de estas condiciones falla y se comete un delito entonces puede ser cuando surjan los problemas:

1º La amenaza que estaba destinada a disuadirlo de cometer el hecho delictivo hará que quiera escapar del castigo. Intentará negar los hechos, minimizarlos e incluso estará dispuesto a hacer cualquier cosa por muy “cruel” que sea con tal de “librarse” del castigo.

2º Si la pena consiste en prisión, y esta se lleva a cabo esto hará que el infractor sea más propenso a repetir conductas delictivas porque la cárcel rompe con sus relaciones personales, le hace más difícil conseguir trabajo, un lugar donde vivir…. Además durante su estancia en prisión irá desarrollando un sentimiento de ira y venganza, ya que él mismo llegará a sentirse como una victima del sistema.

El sistema justicia actual establece la culpa e impone el castigo a través de un proceso entre el estado y el infractor y en él, la victima es solamente un mero sujeto pasivo (un testigo).Pocas personas se preocupan de si el castigo debe de ser el principal objetivo y mucho menos si las víctimas se sienten amparadas por el sistema de justicia penal .Esta es la llamada justicia retributiva y es el eje de la mayoría de los sistemas tradicionales de justicia que existen en la actualidad.

La Justicia Restaurativa en su dimensión estricta, referida al sistema de justicia penal es definida por las Naciones Unidas, como una respuesta evolucionada al crimen que respeta la dignidad y equidad de cada persona, construye comprensión y promueve armonía social a través de la “sanación” de la víctima, infractor y comunidad. Esta definición es la que más nos gusta por cuanto ve la justicia restaurativa no sólo como un proceso restaurativo sino como una filosofía que engloba la forma de abordar el delito de una manera amplia e individualizada teniendo siempre presente que el principal y más inmediato objetivo es la reparación del daño a la víctima y la responsabilización del infractor.