Cuando imparto cursos de justicia restaurativa, o realizo procesos restaurativos suelo empezar hablando sobre los procesos de justicia penal y como todo es gestionado por profesionales en el que se echa en falta a alguien, las víctimas. Muchas veces cuando hablamos de la delincuencia y la justicia, las víctimas no están en la discusión sobre qué pena es apropiada por haber violado la norma. Sin embargo, la víctima directa de cualquier crimen es sólo la primera de muchas personas perjudicadas por el delito, pero están ocultas en nuestras discusiones sobre justicia.Pensemos por ejemplo en un asesinato de un chico a manos de otro chico. Mientras que es normal que nuestra preocupación se centre en la pérdida de los padres de la víctima, nos suele pasar por alto, la pérdida a la que los padres de los delincuentes se enfrentan al ver como sus hijos - ya sean menores o adultos - cometen delitos.
Muchas veces, cuando me reuno con los infractores y les digo que se les va a pedir que reparen el daño que han causado, para ellos la lista no se reduce a la víctima directa sino los diversos miembros de sus propias familias que han sufrido su comportamiento y esto me hace ver qué realmente es posible reintegrar de nuevo a muchos de ellos, como personas “nuevas” y que los procesos restaurativos son muchas veces la clave, ¿por qué?
Porque al tratarlos como seres humanos, recuperan la humanidad que tenían perdida u olvidada y alcanzan un grado de responsabilización por su conducta, mucho más sincero que si acuden solamente al proceso penal tradicional. Y esto es precisamente porque el proceso penal tradicional gira en torno a ellos como delincuentes y al estado como ofendido, no hay humanidad en el proceso y al ser tratados exclusivamente como delincuentes, el estigma recae sobre ellos como una losa y se lo acaban creyendo. Otros afectados por la delincuencia y que frecuentemente permanecen ocultos para la justicia penal tradicional son los niños que sufren el impacto de sus progenitores encarcelados.
Existen estudios que dicen que el encarcelamiento de la madre o padre puede afectar negativamente a los niños tanto emocional y materialmente. Estos sufren por ejemplo desde la pérdida de las relaciones debido a que los padres cumplen su condena a una gran distancia de los hijos, a las preocupaciones de los niños de quedar atrapados en conductas antisociales o quizá los temores en relación a la reinserción de los presos, en este caso su padre o madre después de la liberación.
Entonces, ¿qué tiene todo esto que ver con la justicia restaurativa? La verdadera justicia se acuerda de los que permanecen ocultos. Una justicia que sirve a las necesidades de todos los perjudicados por el crimen traerá a la luz a todos los que están en la sombra y recordará a todos aquellos que han sido perjudicados por la delincuencia. Esto no significa que los delincuentes no son castigados, pero otros podrían ser perjudicados por ese castigo. Lo que significa es que las consecuencias de la conducta infractora se producen en el contexto de las relaciones con las víctimas, los familiares de la víctima y el infractor y la comunidad. Es una justicia que ofrece la oportunidad de abordar el daño causado por la delincuencia, sin causar más.
En mi opinión, la justicia restaurativa ofrece sólo una oportunidad. Esto va más allá de los procesos de restauración de mediación, conferencias, o círculos. Cambia la forma de entender la justicia y hace que sea sobre satisfacción de las necesidades, así como castigar el mal de una forma no negativa sino constructiva. Mediante la comprensión de la justicia en términos de daños, necesidades y relaciones, somos capaces de desarrollar procesos de justicia y las respuestas no dejan a nadie escondido y lastimado. Ofrece oportunidades para el crecimiento, la curación, la redención y mejores relaciones
Virginia: como un lego en este tema me salta continuamente una duda ¿Para todos sirve la Justicia Restaurativa? Lo s delincuentes que lo son por problemas de personalidad y que saben el daño que causan y no se arrepienten. ¿Para ellos como funcions? Evidentemente habrá víctimas y unos querrán participar en los procesos; pero otros no. No acabo de acomodar eso en mi mente. ¿Podrías aclarar un poco o un mucho?
ResponderEliminarpues es un gran reto, creo en la neurociencia y en lugar de darlos por perdidos como pasa con los psicópatas por qué no ver que posibilidades nos deja la neurociencia aplicada junto con la justicia restaurativa, para ello te recomiendo que busques en google, a Daniel Reisel....te saldrá un video muy interesante. saludos Virginia Domingo
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