INTRODUCCIÓN
El pasado viernes pude participar en el Congreso de Fapromed en Madrid, hubiera querido asistir presencialmente pero debido a mi viaje a Colombia tuve que intervenir online. Agradezco la invitación y creo que después de lo que estuve escuchando todavía nos queda mucho por avanzar en justicia restaurativa porque he visto que sigue habiendo una confusión latente entre lo que es justicia restaurativa y la mediación.
PRECISIONES
Existe una herramienta para aplicar la justicia restaurativa que se llamó mediación penal y es una reunión víctima-ofensor, pero como forma de usar la justicia restaurativa es una mediación que nada tiene que ver con las mediaciones en otros ámbitos. De hecho, cuando se prohíbe mediación en violencia de género y violencia sexual se está prohibiendo mediación familiar con toda la razón del mundo. Es necesario entender que una mediación penal no es igual a otras mediaciones, ni siquiera el facilitador es imparcial sino que tenemos una parcialidad equilibrada. No usamos siempre las herramientas de mediación y sobre todo igual que el mediador reivindica la formación, en justicia restaurativa sucede igual. Por ser mediador no estás capacitado para hacer justicia restaurativa.
Y por eso que en una ley se hable de justicia restaurativa y de mediación no es buena noticia porque estamos perpetuando estas confusiones. En justicia restaurativa partimos de un desequilibrio de poder y usamos precisamente la justicia restaurativa para equilibrar y no hay un conflicto co construido, hay una persona que causó un daño y otra la sufrió. La diferencia es esencial por eso una vez más insisto en España no se prohíbe la justicia restaurativa solo la mediación, ni siquiera se prohíbe la mediación penal como herramienta de esta justicia restaurativa.
Además no buscamos un modelo único, el gran error en España, no es igual trabajar con privados de libertad de delitos graves que con condenados a medidas alternativas y por eso uniformizar los teóricos programas en prisiones no es la respuesta que debe darse y los políticos que se empeñan en esto se equivocan. De la misma manera, si un facilitador tiene formación adecuada no va a revictimizar, el problema es que actualmente los cursos de justicia restaurativa se reducen a cursos de mediación con alguna noción de justicia restaurativa de cuatro teóricos muchos provenientes de la mediación y que se piensan que todo es lo mismo. Es necesario reivindicar nuestra profesión que no es igual que la de los mediadores.
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