INTRODUCCIÓNSiguiendo mi idea de como configurar la justicia penal, en torno ha ciertos valores restaurativos que he considerado esenciales para esta Justicia, hoy quiero hablar de la responsabilidad y empatía. Esta responsabilidad es el compromiso con las relaciones. Los infractores tienen unas necesidades, la principal es la de ser ayudados a entender el impacto de sus acciones, incluso podríamos decir que se trata más que de la responsabilidad, que reconozcan que sus actos dañaron a otras personas, a la comunidad y a ellos mismos. Y este reconocimiento del daño se haría a través de acciones que impliquen que la persona infractora está haciendo lo correcto bien con la reparación a la víctima directa, a la indirecta o a la sociedad en general.
RESPONSABILIDAD Y EMPATÍA
Tomar responsabilidad por el daño, no es sino asumir lo que se ha hecho, reconocer que se ha dañado a otra persona, y esto sin duda, es mostrar respeto a las víctimas, ya que las está diciendo: sé que te hice daño y voy a hacer lo posible para compensar este daño. En la práctica todo esto se mostraría en toda clase de medidas que ayuden al infractor a ver que efectivamente causó un daño y a asumir que fue su culpa pero de una forma positiva, aprendiendo que no debe volver a delinquir, no por miedo al castigo sino porque ha comprendido que no quiere volver a dañar a otro ser humano.(empatía)