martes, 28 de febrero de 2023

Más cárceles y penas más duras, no son la panacea de la delincuencia


  INTRODUCCIÓN

Reconozco que aun sigo digiriendo las imágenes del traslado de 2000 pandilleros en el Salvador a la cárcel "más grande de América". Y lo que más me ha impactado no es solo las imágenes sino el apoyo social masivo al presidente Bukele. Me ha venido a la mente esta frase que escuché hace muchos años: Papá, si matamos a todos los malos, ¿solo quedamos los buenos?
- No hijo, solo quedaríamos los asesinos
Justo cuando pensaba que por fin, los políticos se habían dado cuenta de la importancia de la justicia restaurativa no solo para sanar las heridas de un país sino para prevenir nuevos delitos y fortalecer los lazos de la comunidad, veo el sistema punitivista en todo su apogeo.

¿El ENDURECIMIENTO DE LAS PENAS REDUCE LOS DELITOS?
Existe una creencia de que el aumento desmesurado de las penas supone una disminución considerable de los delitos y por tanto, da cierta seguridad y confianza al ciudadano. Pero el éxito del uso masivo de la cárcel depende del tiempo que estén dentro de prisión, cuanto más tiempo estén dentro, menos delitos cometen fuera y más seguros nos sentimos todas las personas. Sin embargo, el éxito se debería medir por la actividad o inactividad que tendría este preso si no estuviera dentro de prisión. Es decir la seguridad debería estar orientada a cuando esta persona deje la prisión y vuelva a la sociedad, y pensar si dejará de delinquir o no lo hará. Incluso es valorable qué actividades delictivas puede gestionar dentro de la prisión con personas fuera que lo ayuden. Esto implica que debería tenerse en cuenta como hacer que estas personas quieran desistir del delito. Sino el simple encarcelamiento sólo nos da seguridad momentánea salvo que se esté pensando en que estas personas no salgan jamás de prisión.

En este caso, si se apuesta por que se queden en prisión para siempre, me pregunto si realmente es lo que el ciudadano quiere y necesita, es lo que todas las personas como sociedad estamos buscando. ¿Qué pasaría si la persona que está dentro de prisión es alguien cercano a nosotros? ¿Qué sucedería si la persona que está condenada a estar toda la vida dentro de la prisión es inocente?
Muchas veces no nos planteamos esto pero la realidad es que esta gestión de mano dura, deshumaniza a las personas y plantea que puedan existir errores irreparables como condenas injustas. 

SENTENCIAS LARGAS POR SI SOLAS NO REDUCEN LOS DELITOS 
Pero es que además una sentencia larga que implique muchos años en prisión solo funcionaría si la persona de plantea los beneficios de estar en libertad y el costo de ingresar en prisión, y ante esta dualidad valore la importancia de no delinquir (en este caso nos olvidamos de entender el origen del delito, ya que nadie se levanta una mañana y decide delinquir). Estamos obviando los detonantes que llevan a una persona a cometer un delito: adiciones, valores equivocados de sentir pertenencia a un grupo, desconexión, obtención de recursos económicos etc.
Lo que se necesitaría es programas y tratamientos que teniendo en cuenta el origen de delito incidan en estas causas como paso previo para hacer reflexionar a la persona cómo sus acciones dañaron a otras personas, a la sociedad y a él mismo.
No estoy diciendo que todos puedan reflexionar y que todas las personas estén dispuestas a abandonar su carrera delictiva, pero sin duda, el sistema funcionará mejor si al menos uno de ellos decide no volver a delinquir. Por eso, debería pensarse en la justicia restaurativa, y las necesidades de las muchas víctimas antes que pensar que solo hay una solución y es el castigo. 
Antes de continuar debo decir que no soy abolicionista, solo soy minimalista y entiendo que el reproche del estado debe existir en delitos tan graves, sin embargo, responder al daño con más daño, solo hace que la violencia continúe y que las personas privadas de libertad desconecten totalmente de la comunidad y sientan todavía más pertenencia al grupo, la pandilla o la mara.  No sé si es porque nos hemos educado con los cuentos en los que el bueno es feliz y los malos reciben su castigo, pero me gustaría ver un mundo en el que los malos no reciben su castigo sino que son enviados a un lugar para pensar sobre lo que han hecho en su vida, reflexionar sobre sus acciones y son ayudados a entender que el futuro puede ser diferente si deciden no delinquir de nuevo.

CONCLUSIÓN
Sin duda, para que esto pudiera darse no ayuda en nada la deshumanización, el trato degradante y la idea de que no son personas que se ha trasladado con las imágenes. Si tratamos a una persona como un monstruo y no le ayudamos a encontrar un significado diferente a todo lo realizado, será toda su vida un monstruo porque no ha podido encontrar una narrativa diferente a su vida. Las personas son más que lo que hicieron en el pasado, pero para tener un futuro, no se puede despojar a las personas de su humanidad.
Entiendo la seguridad que como ciudadano da sentir que hay menos teóricos delincuentes en la calle pero me gustaría que al menos el trato fuera diferente y además de invertir en cárceles, se invirtiera en programas de tratamiento, de justicia restaurativa, de reinserción y vuelta a la sociedad. Debemos parar el ciclo de la violencia y no justificar que frente a la violencia hay que devolver más violencia. 

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