(imagen propiedad de Virginia Domingo)óo
Cuando un Servicio de Justicia Restaurativa recibe a una víctima, necesita saber como debe enfocar este trato con ellas, y se debe actuar bajo tres principios. De la misma manera debemos actuar cuando comenzamos un programa individual de justicia restaurativa:
Interacción: las víctimas están en el peor momento, buscan credibilidad, autoridad (podemos hacer esto por ti...) confianza, (algo esencial). ¿Cómo construir confianza? Con empatía, lenguaje corporal, examinándose a uno mismo, para tener claro que los detalles no te impactarán demasiado...Empezarán a contar su historia, para ello, es esencial un ambiente seguro, como el que se da en la Justicia Restaurativa. Somos los guardianes de las historias de las personas, debemos escuchar sin que se sientan interrogadas. Sobre estas primeras reuniones con las víctimas hablo en mi libro la función transformadora de la justicia restaurativa, en él intenté ser lo más práctica posible para que los facilitadores que llegan a la justicia restaurativa puedan entender qué hacemos y que no es conveniente hacer.
Valoración: en este caso según te van contando, uno se puede hacer idea de qué tan importante es el trauma y su situación emocional (si se encuentra preparados para un proceso restaurativo o no). Es momento de valorar también, quién la está apoyando, si su familia podrá participar en el proceso o no, quizá amigos. No se trata de juzgar, ni intentar consolar solo hacerte una idea del contexto.
Derivación: es importante y también es obligación de los facilitadores de la Justicia Restaurativa, derivar a otros profesionales, si en la valoración hemos visto, que quizá la víctima todavía no está preparada o tenemos dudas, para comenzar el proceso de Justicia Restaurativa. Las redes de apoyo son esenciales, debemos dejar de pensar que todo lo podemos hacer nosotros mismos
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