domingo, 22 de septiembre de 2024

La importancia de la reconexión en personas privadas de libertad

 


INTRODUCCIÓN

Siempre he comentado que la Justicia Restaurativa, surgió por y para las víctimas, para superar el olvido de la Justicia Penal tradicional y para devolverlas el protagonismo que las corresponde, en un hecho que las afecta tan directamente como es el delito. Cierto es que si el delito es una violación de las relaciones de las personas que causa daños, toma prioridad, la atención a estos daños que sufren las personas afectadas: las víctimas. Sin embargo, también es cierto que suelo comentar que en un círculo de beneficios ayudando a las víctimas, se ayuda al infractor, pero quizá mi postura siempre ha tendido al apoyo de la víctima, sin duda esto no es malo pero no se puede olvidar al infractor. Porque el delito daña a la víctima, a la comunidad pero también afecta al infractor. Hace unos años, tuve  la oportunidad de visitar la cárcel de Palmasola y sin duda, sirvió para darme cuenta que la Justicia Restaurativa tiene que atender las necesidades de la persona ofensora  para poder ayudarla a reconectar con la comunidad. Esto no es justificar  o minimizar el daño que ha causado con el delito, al contrario esto trata de atender sus necesidades como paso para recuperarlos como personas productivas. Además antes de comenzar el programa de justicia restaurativa dentro del centro penitenciario de Burgos estaba demasiado centrada en las víctimas, necesitaba trabajar con personas privadas de libertad para entender el contexto y ver que todos somos seres humanos.

ES NECESARIA LA REINSERCIÓN O MÁS BIEN RECONEXIÓN

Hay que atender a la persona ofensora no encerrarla y tirar la llave porque entonces, lo único que estamos haciendo es reafirmarlos como delincuentes, sin posibilidad de reinserción. ¿A qué me refiero? Visitando en Palmasola a  unos hombres encerrados como "animales" en un espacio tan reducido que casi daba claustrofobia mirar desde fuera, uno de ellos me dijo que no tuviera pena porque si estaban ahí era porque se lo merecían y debían ser castigados. Estos hombres tenían tan asumido su rol de infractor, sin posibilidad de reinserción, que se habían autoconvencido de que era justo y necesario que estuvieran ahí encerrados. Estaban perdiendo la poca humanidad que les quedaba, por eso solo pude decirles, que nunca olvidarán que son seres humanos, simplemente. Tengo claro que si nadie cree en ellos, al final no van a reinsertarse porque para ellos no hay sitio en la sociedad, y si cree que no son importantes para la comunidad ¿Qué les queda? No intento justificar ni compadecer pero si apreciar que es necesario dar una oportunidad o varias, porque el ser humano es capaz de tropezar varias veces en la misma piedra pero todo ser humano merece la oportunidad de cambiar.

 Esto es una muestra clara de que la Justicia Restaurativa es necesaria y urgente también para personas ofensoras, si les convencemos que no tienen más futuro que llevar la losa de delincuente, les hacemos perder la poca humanidad que les queda ¿Cómo podemos reintegrarlos de nuevo en la comunidad? ¿Cómo vamos a poder sentirnos seguros sabiendo que tenemos personas ofensoras que jamás se van a reintegrar de nuevo en la sociedad como persona productiva? Claramente todos salimos perjudicados porque además de no ayudar a un ser humano a recuperar su humanidad pérdida, nos ponemos en peligro evidente de ser sus futuras potenciales víctimas. Por eso, la Justicia Restaurativa también aborda las necesidades de la persona ofensora precisamente para que deje de pensar que solo se le mira por el delito cometido, y pueda ver que tendrá una oportunidad de ser mirado por lo bueno que haga desde este momento en adelante.

NECESIDADES DE LOS OFENSORES

 Estas necesidades obviamente son la de asunción del daño causado para hacerlos frente , alentando su empatía y la transformación de la vergüenza, también se les debe animar a la transformación personal incluyendo la curación de los posibles daños que les puede haber llevado a delinquir, se debe ofrecer una oportunidad para tratar sus adicciones y problemas alentando sus habilidades personales, y obviamente se les debe estimular para su reconexión con la comunidad. Realmente creo que hay que ayudarlos porque además también nos ayudamos nosotros mismos, sin duda, es más interesante para la sociedad que todos sus miembros puedan vivir en el grupo de forma constructiva, que tener sujetos aislados de la comunidad. La justicia restaurativa los ayuda a reinventarse como personas, a descubrir que son seres humanos por encima de todas las cosas.

CONCLUSIÓN

Los procesos restaurativos deberían formar parte de todo tratamiento para las privadas de libertad y así favorecer su mejor vuelta a la sociedad, sin embargo, también sería importante trabajar con la comunidad, ¿estamos preparados para asumir que las personas privadas de libertad pueden salir reinsertados y que debemos dejar de guiarnos por los estereotipos de delincuente, no reinsertado? 

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