miércoles, 12 de marzo de 2025

La justicia restaurativa nos enseña que el respeto y los espacios restaurativos de sanación deben ser esenciales para con las víctimas

 


La asesina de Gabriel, Ana Julia ha colaborado en todas las tareas que se le han asignado, incluyendo su trabajo en la cocina, un lugar destinado a internas de confianza. También ha mantenido una actitud educada y respetuosa tanto con las demás reclusas como con los funcionarios. Paralelamente, pasa largas horas leyendo libros como El monje que vendió su Ferrari.

Esta noticia se ha difundido en múltiples medios de comunicación justo cuando se cumplía el aniversario del asesinato del pequeño. La madre, Patricia Ramírez,  ha tenido que volver a salir públicamente para exigir algo que debería ser lo lógico: respeto.

Más allá de que las personas tengan derecho a la reinserción, hay algo importante que nunca deberíamos olvidar y es el respeto a las personas que han sufrido un daño  y a la memoria de las víctimas. Ambas cosas se pueden dar sin herir de forma reiterada a las víctimas.

RESPETO A LAS VÍCTIMAS VERSUS DERECHO DE LAS PERSONAS A LA REINSERCIÓN

Lo primero que deberíamos repensar es qué ofrecen los medios de comunicación a los espectadores. No parece que esto sea una noticia de actualidad y mucho menos cuando era el aniversario del asesinato del niño. Entonces se ofrece esta noticia por puro morbo, sin pensar el daño que se puede generar. Como autocrítica diría que debemos reflexionar sobre a donde vamos como sociedad, una sociedad cada vez más interesada en el morbo y en visionar historias basadas en crímenes reales. Estamos perdido empatía y desgraciadamente esto va a más si no ponemos los remedios adecuados. Continuar leyendo: lawandtrends

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