Quiero aprovechar el fin de semana para recordar aspectos básicos de la Justicia Restaurativa, para ello hoy hablaré de ciertos pilares que nos van a servir para valorar si la actividad que estamos haciendo es restaurativa al 100% o solo parcialmente.
Lógicamente aunque nuestra actividad sea parcialmente restaurativa como ocurre con la mediación penal, no podemos decir que la labor que hacemos no sea buena porque sin duda, esto es un primer paso para lograr ser 100% restaurativos cuando se pueda o sea idóneo hacerlo sino como siempre digo, actuar de forma restaurativa con víctima e infractor también será una apuesta para lograr un mundo más pacifico y una sociedad que se sienta mas segura.
Recuperando el hilo, he extraído de la memoria del Servicio de Mediación Penal de Castilla y León, Amepax cuatro pilares que nos servirán de brújula para alcanzar nuestra meta restaurativa:
Compensación: Esta reparación o compensación puede ser muy variada por ejemplo: disculpas, devolver lo robado, no volver a hacer algo…Esto implica hacer frente a los daños y precisamente al hacer esto, se está reconociendo la responsabilidad en el hecho delictivo. Ni que decir tiene que la compensación puede ser y de hecho en la mayoría de los casos prevalece, la de carácter moral y psicológica.
Reintegración: Ambas partes necesitan despojarse de su “rol” tanto de víctima como de infractor y volver a la comunidad como un miembro productivo. La víctima necesitan superar el trauma del delito y el infractor convertirse en un ciudadano de bien, apartado del delito.
Encuentro: Generalmente se valorara la conveniencia o no de un encuentro cara a cara sino es posible el mediador o facilitador actuará de puente entre ambos o intentará buscar alguna alternativa restaurativa.Las personas necesitan implicarse y pueden y deben implicarse en un hecho que les afecta tan directamente como es el delito.
Participación: El reconocimiento del delito es muy importante, se quiere que los infractores hablen, lo mismo la víctima, ambos deben participar para saber lo que están sintiendo.
Juntos víctima y ofensor pueden abordar alternativas de solución que no estén contempladas, se puede analizar la compensación (compromiso de pagar cierto dinero, ayudar en su trabajo…), reintegración (se evita o se reduce el tiempo de cárcel, se ponen condiciones para el acuerdo, se ven necesidades mutuas y se ayuda a otras víctimas). Lo importantes es que se piensa en las victimas como nunca se ha hecho.
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