jueves, 30 de julio de 2020

Reflexiones sobre la justicia y sus efectos




(imagen propiedad de Virginia Domingo)


Las víctimas suelen necesitar contar su historia, sentir que son entendidas y comprendidas, por ello, van al juicio pensando que tendrán la oportunidad de ser escuchadas, el estupor viene cuando ven que son meros testigos en un hecho que las afecta tan directamente como el delito.

La pena nos puede servir a los que no hemos sido víctimas para proporcionarnos seguridad, y sentir que no nos convertiremos al menos por un tiempo en víctimas de ese ofensor, sin embargo, la verdadera justicia se hace rescatando a los seres humanos que hay detrás del delito y no en contextos de normas.

El aislamiento pocas veces lleva al cambio de comportamiento, es necesario más que aislar que los ofensores retomen la idea de que son parte de la comunidad y por eso no pueden dañar a los miembros. Para ello, tenemos que ayudarlos a cambiar la idea que tienen sobre ellos mismos, y sobre qué pueden aportar a la sociedad. Debemos gestionar la eliminación de las etiquetas autoimpuestas

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