lunes, 6 de diciembre de 2021

La justicia restaurativa no es rígida ni burocrática


 INTRODUCCIÓN

En nuestra mentalidad litigante y con una visión de la justicia rígida, burocrática y ceremonial, estamos acostumbrados a plazos procesales, es decir un tiempo durante el cual podemos ejercer y reivindicar nuestros derechos en los tribunales, pasados los cuales ya no se puede hacer nada. De ahí, que muchas veces los que dicen creer en la Justicia Restaurativa quieran burocratizar estos procesos, hacerlos tan rígidos como la actual justicia tradicional.

Esto no es sino querer llevar a su terreno esta forma de ver la justicia, que precisamente surgió para evitar pensar más en el proceso que en las personas. Esta justicia nació para cambiar la visión de cómo abordar el delito, el daño y su impacto. Por eso, no es correcto esta asociación de la justicia restaurativa  como medio para evitar los juzgados o como forma de agilizarlos. Cuando se dice esto, se olvida de que la Justicia Restaurativa puede y debe aplicarse también a delitos más graves ¿Por qué? Porque esta justicia que humaniza,  lo que hace es producir una transformación en los afectados por el delito, no todos los infractores se reinsertarán pero si tendremos víctimas más fuertes y con la posibilidad de "sanar" sus heridas.

JUSTICIA RESTAURATIVA EN CUALQUIER MOMENTO 

Dicho esto, los procesos restaurativos pueden darse incluso después de muchos años de haberse cometido el crimen e incluso estando el ofensor cumpliendo condena en prisión. No es condición sine quanon para participar en un proceso restaurativo, el que el infractor obtenga beneficios penitenciarios o jurídicos inmediatos, simplemente el infractor puede participar en un proceso restaurativo porque quiere hacer las cosas bien, porque se ha dado cuenta que hizo mal y al menos quiere tomar responsabilidad por su conducta. Para algunos surgirá el perdón, para otros simplemente será un proceso de diálogo, destinado a la "curación de las heridas de las víctimas"  e incluso también la de algunos ofensores.

Además estoy convencida que los procesos restaurativos pueden ser un complemento al tratamiento dentro de prisión de muchos infractores, ¿Qué mejor tratamiento que permitir que el infractor pueda conocer de voz de las víctimas, cómo el delito impactó en su vida, en qué medida la acción delictiva les dañó? Se ha demostrado que estos procesos producen una "humanización" del infractor, y además les alienta a seguir considerándose personas, porque les decimos que pueden tener una oportunidad de ser mirados por lo bueno que hagan desde ese momento en adelante. Les ofrecemos una puerta para un futuro mejor en el que no serán siempre el que cometió este delito, sino que el que supo enmendar el daño que ocasionó. Existen muchos tratamientos para los presos, que de forma voluntaria quieran someterse a ellos, se supone que son individualizados y creo que una forma de individualizarlos, todavía más, es permitir el contacto con su víctima o con otras víctimas para generar en ellos la empatía suficiente como para no querer delinquir, no por temor al castigo sino porque no quieren volver a dañar a otro ser humano. Y si no fuera posible la reunión con la víctima lo ideal serían programas individuales que los ayude en este proceso de responsabilización, y digo programas no talleres (los cursos de formación están muy bien pero no es hacer justicia restaurativa, tan solo implica transmitir conocimiento)

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