INTRODUCCIÓN
A veces me planteo si nuestro trabajo en justicia restaurativa, debe quedar en esto, en ayudar a las personas que acuden a nosotros o podemos ir un poco más allá, es decir trascender, al menos intentando que la justicia restaurativa sea también transformadora ¿Por qué digo esto? Porque queramos o no, nuestro trabajo es un constante diálogo con las personas y los colectivos, sobre las diferentes concepciones o más bien percepciones que tenemos sobre la justicia. Y creo que esto también es parte de nuestro trabajo, impulsar este diálogo y esta postura para así lograr que la sociedad, el legislador y el estado se plantee que es posible hacer una verdadera justicia, basada en valores humanos y restaurativos, que fomenten una mejor convivencia. Debemos impulsar una revisión de la justicia para que se acomode a los valores restaurativos. Esto es para mi trascender, diría que se trata de intentar que la justicia restaurativa vaya un poco más allá y se convierta también en transformadora, en el sentido de que transforme o al menos se intente transformar, lo que no funciona, dando otras posibilidades que están demostradas que si funcionan, como las diferentes prácticas restaurativas.
IR UN POCO MÁS ALLÁ CON LA JUSTICIA RESTAURATIVA
Sé que somos solo una pequeña pieza, en un mundo muy grande pero pieza a pieza, al final somos muchos los que estamos en esto y hay algo claro, sabemos que esta justicia es una manera más eficaz de resolver el delito y moralmente una forma más completa de abordar la delincuencia y el impacto que ésta genera, para así lograr un mundo más justo, por eso hay que "educar" y convertir a los que tienen el poder de decisión, para que vean el enfoque restaurativo como realmente es.
Pero con esto no quiero decir que obviemos las voces de los que están en contra de la justicia restaurativa, todo lo contrario, creo que se debe escuchar los que creen que castigar es la única opción, ya que solo con el diálogo y un intercambio productivo de argumentos, podemos llegar a una forma ideal de justicia, en la que podamos sentirnos todos integrados. He de reconocer que cuando explico mi postura sobre la justicia, contando algunos parámetros básicos de la justicia restaurativa, todas las víctimas con las que he hablado, algunas reticentes, manifiestan que esta justicia de la que hablo, si las gusta. El único problema que plantean son cuestiones prácticas como si el infractor va a a querer participar, cómo se podría hacer en la realidad...es decir, plantean aspectos que se solucionan en el momento de la práctica cotidiana y que no tienen mayor importancia. El mayor problema es el legislador y su postura de penas más duras, tienen como resultado más votos. Otro problema es el intrusismo profesional, cualquier persona y si tiene un alto cargo más piensa que se es experto solo por el hecho de apostar por esta justicia, y desgraciadamente vemos prácticas restaurativas poco éticas y con resultados poco restaurativos. Esto es lo que me preocupa y aquí debemos incidir. Y la labor es bastante complicada, por cuanto aunque muchos gobiernos, ya están hablando de justicia restaurativa, lo hacen de una forma laxa y sobre todo equivocada, es necesario decirles que no se trata de dejar esta justicia para delitos leves, que no es una justicia de segunda clase, si es válida para delitos leves, mucho más para los graves, en los que las víctimas tienen muchas más necesidades, que solo la justicia restaurativa, va a poder abordar de forma más eficaz.
CONCLUSIONES
Este es el gran desafío, por eso, hablo de trascender, el desafío es educar a los poderes públicos y a los que se creen expertos acerca de cómo la justicia restaurativa es la justicia que siempre debió existir, pero no solo a ellos, sino a los grandes teóricos, operadores jurídicos y algunos profesionales más, que aunque son abanderados de forma teórica de la justicia restaurativa, su forma de promoverla es precisamente como digo, limitándola y coartando sus posibilidades. Estos grupos son los que paradójicamente, cuando se elaboran las leyes son consultados como expertos de "libro" ,que no en la realidad, y por eso es frecuente que tengamos leyes de justicia restaurativa, totalmente alejadas de lo que esta justicia es. Por eso, estos son el grupo que más preocupa para el avance de la justicia restaurativa, personas que gozan de prestigio y que se han unido a la corriente restaurativa, sin conocer la realidad y la amplitud de sus posibilidades. Al fin y al cabo el ciudadano de a pie, va a estar a favor de todo lo que le ayude y le de la oportunidad de recuperarse tras el delito. ¿Cómo trascender y abrir un diálogo para mejorar la justicia, trayendo la restaurativa como algo normal y no como la alternativa? ¿Cómo trasladar que por ser mediador, psicólogo, juez, político etc no se es experto per se en justicia restaurativa?
La pregunta no es fácil, pero estoy convencida que debemos seguir haciendo nuestro trabajo y mostrando nuestros resultados a la opinión pública, es hora de quizá ser algo "pesados", llamando la atención del legislador, para que vea que los prácticos en justicia restaurativa debemos estar ahí ,en el debate sobre la justicia. Además debemos hacerlos saber que el ciudadano mejora su concepción sobre la justicia, cuando es ofrecido a participar en un proceso restaurativo, lo cual se va a traducir ,en una mejor satisfacción con el político.
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