La Justicia suele llegar tarde y generalmente para muchas víctimas mal y lo más sorprendente es que para muchos infractores la sensación es la misma. Esto es porque además de ser lenta, se aplica de forma general sin tener en cuenta, en la mayoría de los casos las circunstancias personales de los afectados por el delito. Es cierto que se ha ampliado el arbitrio judicial y que se deja en manos del juez cada vez más valorar determinadas circunstancias como la suspensión o sustitución de las penas. Sin embargo, a pesar de esto, se hace de forma totalmente genérica y desconectados de que en el expediente con tal número hay personas, seres humano que sufren y que esperan ser comprendidos, escuchados y atendidos. Y es que esta lentitud de la justicia, la convierte en una gran injusticia, una agonía que rara vez es para bien. ¿Por qué ocurre esto?
Yo creo sinceramente que es porque la justicia tradicional piensa en los delitos abstractamente, es decir un número de expediente y unas consecuencias jurídicas, pero no se dan cuenta que detrás de este expediente, hay personas, hay seres humanos que sufren y que necesitan curar sus heridas o al menos encontrar algo de consuelo.
Esto es lo que hay que empezar a cambiar,y construir la justicia penal tradicional con valores restaurativos, los encuentros víctima-infractor serán una etapa más pero si queremos edificar bien la casa, debemos empezar por los cimientos. ¿Cómo? los valores restaurativos harán que la Justicia tradicional sea más humana, y cercana al ciudadano, y le permita expresar siempre que quiera sus expectativas y qué necesita para sentir que se ha hecho justicia y sobre todo se adapte a cada caso concreto y a cada víctima y sus circunstancias. Siempre se dice igualdad ante la ley, que la ley debe ser igual para todos pero por qué no, siguiendo la definición de Ulpiano, una justicia adecuada para cada caso concreto .Ulpiano decía que la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo, y esta sí sería una justicia justa y eficaz.
Por eso a pesar, de los que confunden a la opinión pública hablando de mediación penal como algo alternativo, o de justicia restaurativa como algo ajeno a la justicia tradicional, somos muchos los que creemos en que una Justicia Penal tanto juvenil como en adultos puede construirse con valores restaurativos, así se tendrían en cuenta las circunstancias personales de la víctima, del caso y del infractor, y se podría valorar mejor si es viable un encuentro restaurativo, porque el infractor sí se ha arrepentido o al menos asume el daño, y sino, de todas formas atenderíamos a la víctima de una forma humana y cercana, ( restaurativa o reparadora).
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