Como decía Howard Zehr, en el “Pequeño libro de la Justicia Restaurativa” es importante el cómo y el quién para la Justicia Restaurativa.
Procesar el "cómo"
Nuestro sistema legal es un proceso adversarial dirigido por profesionales y gira en torno al infractor y al Estado como víctima, en la que el juez es el que hace de árbitro. Los resultados son impuestos en base a la ley, por alguien ajeno al delito y al impacto real y emocional que ha tenido en los afectados. La Justicia restaurativa generalmente reconoce el papel del estado y del sistema pero enfatiza la importancia de la participación de los que tienen un interés directo, por resultar “tocados” por el delito
El cómo suele presentarse bajo la fórmula de un encuentro entre víctima y agresor, un conferencia de grupo familiar, un proceso de círculo etc. Es una reunión que permite a las víctimas y los delincuentes ponerse cara, hacer preguntas a la otra directamente, y llegar a un consenso de cómo hacer lo correcto. Proporciona a las víctimas la oportunidad de decirle directamente al infractor, en qué medida el delito ha impactado en su vida.
Permite a los infractores escuchar y empezar a comprender los efectos de su comportamiento. Ofrece posibilidades para la aceptación de la responsabilidad. Muchas de las víctimas, así como los infractores han encontrado que es una experiencia poderosa y positiva. Un encuentro directo o indirecto, no siempre es posible y en algunos casos, puede no ser deseable. Incluso en tales casos, sin embargo, debemos esforzarnos para proporcionar el máximo intercambio de información entre los afectados y fomentar su participación aunque sea de forma indirecta.
Las partes interesadas el "quién"
Las partes interesadas clave, por supuesto, son las víctimas y los infractores. Los miembros de la comunidad pueden estar directa o indirectamente afectados y por tanto, también se debe considerar su inclusión y participación. Además de este círculo, hay otros que tienen diferentes grados de participación o interés en la situación. Estos pueden ser los familiares, amigos…es decir las "víctimas secundarias" pero no por eso, debemos olvidarnos de que también necesitan sentir que se va a hacer lo correcto, que se va a reparar el daño.
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