En ocasiones, me pregunto si no estamos perdiendo la esencia de la Justicia Restaurativa. Por un lado, están las personas que no entienden lo que es, y se limitan a calificar esta Justicia por sus herramientas. Para muchas personas en España, incluidos políticos, Justicia Restaurativa es mediación y ya. De ahí, que en la mayoría de las ocasiones, lo que se oferta es cursos de mediación y no de justicia restaurativa. El tema puede ser mucho más triste, cuando se ofrece en diferentes grados como criminología, la asignatura de mediación , diciendo que es de Justicia Restaurativa y además se imparte por personas que ni son mediadores, ni son facilitadores de Justicia Restaurativa, ni han tenido un mínimo contacto práctico, con los verdaderos "artesanos" de la Justicia Restaurativa.Por otro lado, en muchas ocasiones los propios profesionales de la Justicia Restaurativa somos los que nos obsesionamos con las herramientas, parece que de repente, la única herramienta de esta Justicia, son los círculos o las conferencias restaurativas. Y el problema para muchos, llega precisamente cuando vemos que lo que un lugar se llama conferencias, en otros se llama simplemente reuniones, o juntas restaurativas como en México. Aquí surge la duda para muchos ¿quién tiene más razón?
La pregunta se agrava más, cuando lo que en un lugar las prácticas restaurativas se llaman círculos y se asemejan más a conferencias, o se utiliza diferente metodología para aplicar la herramienta. Me explico, cuando me formé en conferencias restaurativas, reuniones o como lo quieran llamar, es cierto que teníamos un guión, es un proceso más estructurado pero ¿ hasta el punto de tener que seguir el guión como propugnan algunos, como si fuera "palabra de dios"?. Claramente si la Justicia Restaurativa se caracteriza por su flexibilidad y capacidad de adaptarse a cada caso y sus circunstancias, la respuesta es que no. Pero sin embargo, no son pocas las ocasiones en que cuando doy una capacitación y hablo del guión pero como una ayuda, muchos de los asistentes se sorprenden cuando digo esto, porque previamente otros compañeros les han dicho todo lo contrario. ¿Acaso no es querer burocratizar y pervertir la esencia de esta Justicia? Para mi si, sin lugar a dudas.
Si nos obsesionamos con el proceso, con las reglas, el guión, la estructura podemos perder el camino de lo que buscamos con la Justicia Restaurativa. Es más, conozco tantas formas de aplicar metodologías como los círculos y las conferencias, como lugares que he visitado. Sin embargo, todas siguen la esencia de atender las necesidades de las partes que participan. Por eso, debemos ser como dice Zehr, claros con los principios y los valores y flexibles con la realidad del proceso, ya que lo que es Justicia Restaurativa en un contexto puede no serlo en otro. Se deben apoyar más prácticas restaurativas, incluso se podrían diseñar muchas más, si se basan en los valores y principios. Entonces pensaréis, es bueno formarse en cómo hacer conferencias o círculos....por supuesto, que si, pero sabiendo que cuando llegue el momento de aplicarlo en la realidad, deberíamos tener en cuenta que debemos adaptarnos a la realidad de las personas que tengamos enfrente y sus necesidades. Incluso para mí, es importante conocer cómo se realizan las conferencias o los círculos en diferentes países, para aprender de lo bueno, o lo que más cuadré con nuestro contexto y también sacar provecho de lo que quizá no sea tan bueno o no funcione.
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