viernes, 23 de febrero de 2018

Me gusta mi trabajo #revolucionrestaurativa

A pesar de las trabas de las que hablaba ayer, me encanta mi trabajo, y ayer fue uno de esos días, en los que agradezco dedicarme a esto.
Una mujer se sentía agradecida, por poder por fin, contar todo lo que pasó, sin mentir, se sentía aliviada y eso que era ella una de las personas denunciadas. Comentaba que fue su abogado, quién la dijo que mintiera, pero que después de tanto tiempo, ayer se había sentido aliviada, feliz y con el sentimiento de que había sido escuchada y al menos, no juzgada.
Entiendo que el abogado la dijera que mintiera, esta es la misión, intentar defender a sus clientes, por sobre todas las cosas, y que el "peso de la ley" no caiga sobre ellos/as o al menos, sea lo más liviana posible pero hasta que punto, lo que creemos que es conveniente para ellos, es lo que realmente quieren...
Esto es lo bueno de la Justicia Restaurativa, que damos la oportunidad a las personas de hacer lo correcto, son escuchadas y se dan cuenta, que es posible hacer las cosas diferentes. Para mí, es un proceso que nos recuerda que somos seres humanos y que finalmente, no somos malos por naturaleza.
Por estos momentos, seguiremos en la #revolucionrestaurativa, hasta que esta oportunidad de hacer lo correcto, de la Justicia Restaurativa sea una realidad para todas las personas en cualquier lugar y con independencia del delito cometido.

2 comentarios:

  1. EXCELENTE REFLEXIÓN. Acerca de los abogados defensores, ¿deberían seguir existiendo? Creo que defensores y fiscales deberían ser reemplazados por mediadores y ser asistentes del juez y no contrincantes que se disputan una victoria a costa de los enjuiciados.

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    1. cierto, imponemos una visión litigante, para mí destructiva y muchas veces en contra de lo que las propias personas quieren o necesitan.....y lo que subyace como dices es ganar a toda costa el juicio

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