miércoles, 29 de septiembre de 2021

Las "relaciones sanas" disuaden de cometer nuevos delitos


TODOS ESTAMOS CONECTADOS

El ser humano no se puede entender sino es en relación con los demás, vivimos en comunidad, nos rodeamos de amigos y familiares, formamos una familia. Se puede decir que estamos conectados, los unos con los otros, de una manera bien directa o indirecta. Por eso, cuando un delito se comete, se daña no sólo a la víctima directa sino también a la colectividad, a la sociedad en general. De ahí, que para abordar el delito de una manera más sanadora, la Justicia Restaurativa se presenta como una gran apuesta y no como algo nuevo sino como algo intrínseco a nuestra propia esencia humana. Esto lo podrían definir a la perfección en Sudáfrica, y a través de "Ubuntu", esta palabra simple, tiene muchas perspectivas y hay muchas formas de explicar su significado, aunque básicamente se basa en que todos estamos destinados a relacionarnos, a vivir en comunidad, y por eso es necesario que tengamos empatía y lealtad así como humanidad. Una frase que explica este Ubuntu es "yo soy porque nosotros somos".

El delito genera una serie de daños a las víctimas pero también rompe la cohesión social, nos sentimos menos seguros, desconfiamos de los demás y estigmatizamos no sólo al infractor sino frecuentemente a sus allegados, esto por supuesto, acaba con la armonía social. Además tiene otro significado todos somos importantes para la comunidad, tener personas privadas de libertad, aisladas nos repercute como sociedad porque no pueden aportar cosas productivas para el bien común. Nos interesa que todos estemos integrados, reconectados. Por esto, la privación de libertad debe de ser por el menor tiempo posible y guiada por valores restaurativos que favorezcan la reinserción.

EL DELITO AFECTA  A LAS PERSONAS  

Las justicia penal tradicional puede abordar cómo castigar al infractor, pero no hace frente a las consecuencias que genera el delito en la comunidad y en las víctimas. Por eso la Justicia Restaurativa ayuda a las víctimas y así también ayuda a la sociedad en la que esta integrada. ¿Cómo? Ayuda a las que sufren el delito, a recorrer el camino hacia la resignificación y superación, cuando una persona sufre un delito su vida se vuelve un caos, entra en un momento de desorden existencial, social y personal, también pierde el poder de controlar su vida y de decidir lo que quiere en cada momento, por eso frecuentemente se desconectan de su familia, allegados y de la comunidad en general, todos perdemos porque un miembro productivo se aleja de nosotros, se aísla. La Justicia Restaurativa ayuda a las víctimas a retomar un poco de orden en su día a día, favorece que recuperen el control y poder sobre su vida, y las ayuda a integrarse de nuevo en la comunidad, a volver a conectar con los demás.

Pero además ayuda a las personas ofensoras a entender la dimensión de sus acciones, les dice que se cree en ellos como seres humanos y en su potencial para reparar, compensar o mitigar el daño. Busca oportunidades y nos dice que no tenemos que ser perfectos.

TRES VALORES DE LA JUSTICIA RESTAURATIVA

Por eso y siguiendo a Howard Zehr creo que tres valores importantísimos de la Justicia Restaurativa son: responsabilidad ( como miembro de la colectividad, si hago algo mal debo asumir este daño y hacer lo posible para repararlo porque haciendo esto estoy recomponiendo los lazos rotos de la comunidad de la que yo también soy parte), respeto (la forma de relacionarnos los unos con los otros debe ser de respeto y empatía) y relación (inevitablemente estamos destinados a relacionarnos, a conectar y convivir). 

Esto para muchos puede resultar meramente filosófico pero es una utopía realista

No hay comentarios:

Publicar un comentario