INTRODUCCIÓN
Lo bueno de interactuar con otros facilitadores y promotores de la Justicia Restaurativa es que puedo reflexionar sobre donde estamos con la Justicia Restaurativa y hacia donde queremos ir. Suelo comentar que el buen facilitador, debe despojarse de su profesión de origen, es más, somos los que hemos estado relacionados con las leyes, los que tenemos más complicado esta labor, porque nos han enseñado a ser tan respetuosos con las leyes, que nos hemos olvidado de que lo más importante es el ser humano, que hay detrás. ¿Cómo hacerlo, como despojarnos de nuestra profesión de origen?, me preguntaban gran acierto, pues primero dejando de pensar con la cabeza, simplemente y guiarnos un poco más con el corazón. Los seres humanos no somos racionales, a pesar de lo que pensamos, somos mezcla de emociones y son estos sentimientos, los que deben de salir a a luz, en un proceso restaurativo. Por eso, el facilitador, es el que va a ayudar para que fluyan y así las personas afectadas por el daño, puedan sanar.
SOMOS SERES EMOCIONALES
Nada tiene que ver con el mundo del derecho, ni con la psicología.. es algo que está en relación con nuestra esencia, somos seres humanos, lo cual no implica que la formación multidisciplinar pueda ser importante para usar las herramientas y técnicas que puedan favorecer este camino hacia un diálogo profundo y sincero sobre lo que ocurrió, como reparar o hacer lo correcto, quién debe hacerlo y quienes deben participar por resultar afectados, de alguna manera por lo sucedido.
En este camino, se me han ocurrido algunos sentimientos que conllevan el camino restaurativo y que pueden salir a la luz durante un proceso restaurativo:
Reflexión (sobre lo sucedido), remordimiento (por el dolor o la pena causada), responsabilidad ( no poniendo excusas o justificaciones a lo que pasó ), redescubrimiento (encontrando un nuevo yo "renovado"), respeto a uno mismo y los demás, reparación (hacer las cosas "bien"), rehabilitación (generando compromisos con la comunidad para que se vea el deseo de cambio de la persona que hizo mal), reconciliación (con uno mismo, con su familia y si fuera posible con la otra persona ).
CONCLUSIÓN
La Justicia Restaurativa y sus herramientas, sin lugar a dudas, favorecen una mejor cohesión social, una comunidad responsable, con sus miembros, sintiéndose parte del grupo. Somos seres que vivimos en comunidad, esta en nuestra esencia: UBUNTU, yo soy porque nosotros somos.
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