lunes, 26 de mayo de 2014

Recuperando la justicia restaurativa como algo tradicional y cultural

 Mientras países teóricamente avanzados están en muchos casos estancados en el binomio penas más duras, más seguridad y satisfacción de los ciudadanos, en otros lugares del mundo han sabido recuperar los valores de la Justicia Restaurativa tradicional para abordar los delitos y los problemas o conflictos de una manera más humana. Quizá esto se deba porque son países con alta tasa de criminalidad, y han visto como la cultura y los valores retributivos, lejos de disuadir al delincuente de cometer delitos lo que hace es convertirlos en más agresivos. No solo esto, sino que una justicia como la actual, no favorece una responsabilización del infractor, éste ve cómo es castigado de una forma que se considera proporcional al daño que causó, pero en la mayoría de las ocasiones no es proporcional, ya que el castigo al infractor genera conflictos y consecuencias para sus allegados e incluso para la comunidad donde vivía. Ya no sería ojo por ojo y diente por diente, sino que la "teórica venganza del estado" que se erige en defensor de las víctimas, se muestra desproporcionada y de poca utilidad ya que el resultado son delincuentes pasivos y que no reconocen el daño y no son capaces de ver el impacto que su acción ha tenido en otro ser humano y víctimas, que tras el juicio y la consiguiente condena lejos de ver aminorado su "dolor" y el daño, siguen sintiéndose víctimas, olvidadas por el sistema.

Además, la apuesta de estos países "teóricamente menos avanzados" por la Justicia Restaurativa es esencial pues para esos lugares, cualquier delito es susceptible de ser tratado a través de la Justicia Restaurativa, si la víctima así lo desea o necesita. En ocasiones, queremos proteger tanto a los que sufrieron un delito, que creemos que sabemos mejor que ellas mismas lo que es mas conveniente, y esto no solo no es así, sino que nadie mejor que las víctimas para decidir qué quieren o qué necesitan. También, estos países, en lugar de regirse por estrictos protocolos tasados, han sabido adaptarse a cada parte que participa y cada caso, son los protocolos los que se deben adaptar a las personas y no al revés. Muchas veces nos obsesionamos tanto por tener todo controlado y redactado y nos olvidamos que para formalismos y burocracia, ya está el sistema tradicional de justicia.

Una muestra de esto es Sudáfrica y los grandes avances que están haciendo en este campo de la justicia restaurativa, destacando cómo no se limitan a una herramienta como hacen muchos países europeos en los que la mediación es usada casi en exclusiva. Una vez que reciben un caso, deciden que herramienta será la más eficaz.

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