La
justicia juvenil con enfoque restaurativo sería la Justicia penal juvenil
existente pero impregnada de la filosofía y los valores de la justicia
restaurativa, especialmente la de la responsabilización del joven infractor y
generación en ellos de la empatía suficiente para querer cambiar, intentando
que el internamiento sea lo último a lo que acudir, dando preferencia a medidas
siempre educativas que fomenten su asunción de responsabilidad, que aborden
problemas que le pudieron llevar a delinquir y que le proporcionan la seguridad
y la confianza en sí mismo y en la sociedad como para saber que va a ser
apoyado y no va a ser estigmatizado.
Todas las medidas que se le
impongan estarán dirigidas a la superación o mitigación del sentimiento de
vergüenza, que para muchos se traduce en una
respuesta defensiva, negación de la responsabilidad y la necesidad de culpar a
los demás por la de culpabilidad, que implica un sentimiento de
responsabilidad y remordimiento por una ofensa, es decir, la culpabilidad como parte de la
justicia restaurativa, conlleva dos aspectos básicos de ésta: la asunción de
responsabilidad como paso previo para reparar el daño. Los encuentros restaurativos ya sean en la
forma de mediación penal u otra, serían el ultimo escalón en esta justicia
juvenil restaurativa, pero no serían lo única forma de ser restaurativos con
víctima e infractor como ya se ha visto.
Esta visión restaurativa
será aplicable en cualquier fase del proceso penal desde la instrucción hasta
el internamiento si llegara el caso, y a cualquier medida aplicable y
contemplada en las leyes, para ello deberán impregnarse cada fase del proceso
en valores y principios de esta Justicia Restaurativa: empatía,
responsabilización, reparación, respeto y relación entre los miembros de la
sociedad entre otros.
La Justicia restaurativa en
el ámbito de los menores y jóvenes es realmente la pieza clave para reducir la
reincidencia, generar armonía social y
un futuro mejor, porque como decía Pitágoras: “Educad a los niños y no tendréis
que castigar a los hombres”. Aplicando los valores de la Justicia Restaurativa
a los menores infractores, el factor educativo y pedagógico que esta justicia
conlleva, puede suponer un punto y aparte en su vida, un cambio que va a
beneficiar de paso a sus familiares, amigos y vecinos.
Para esto, es conveniente
adaptar y orientar las normas existentes desde un enfoque punitivo a uno
restaurativo. Permite la individualización de la respuesta judicial aumentando
así su eficacia. Promueve la desjudicialización cuando sea posible y por otro
lado esta individualización de la respuesta judicial permite una variedad de
medidas a adoptarse y con más proporcionalidad.
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