sábado, 2 de mayo de 2015

Jornadas sobre aspectos criminológicos en materia de seguridad vial


Con motivo de la presentación de la Segunda Edición del libro Aspectos Criminológicos en materia de Seguridad Vial; ATESVEX, Ayuntamiento de Plasencia, y Editorial Criminología y Justicia, el pasado jueves día 30 participé en una  Jornada de Criminología Vial. En esta segunda edición he colaborado con un capitulo sobre Justicia Restaurativa para víctimas y víctimarios.
Parto de la idea de que muchos de estos infractores viales no son conscientes del daño, justifican su conducta o lo achacan a la mala suerte, por eso a través de esta Justicia Restaurativa se puede conseguir su responsabilización por el delito cometido, y de paso que las víctimas directas si las hay sientan que hay una persona que se hace responsable del daño sufrido y que al menos se la va a atender sus necesidades y que habrá menos probabilidades de que otras personas vuelvan a sufrir lo mismo. Y si no hay víctimas directas, muchas personas dirían que es imposible, hablar de un proceso restaurativo, precisamente porque solo piensan en mediación penal víctima e infractor pero acaso la comunidad no es puesta en peligro con conductas temerarias como conducir bajo los efectos del alcohol, por supuesto que si...
Tras estas jornadas me quedo con varias tareas que todavía tenemos que analizar y pensar en términos de justicia restaurativa:
En primer lugar, puesto que la Justicia Restaurativa busca revalorizar el papel de la víctima, dignificar y mostrarlas todo nuestro respeto y comprensión, se hace  necesario analizar qué víctimas y en qué clase de delitos sienten más desprotección de la Justicia Penal,porque serán ellas las que deberán ser nuestra prioridad en los Servicios de Justicia Restaurativa. Este sin duda sería, el caso de las víctimas de siniestros viales.

También es importante analizar los delitos, pero no limitarlos a unos pocos, menos graves etc...siento que es importante que todas las víctimas y todos los infractores, tengan la oportunidad de conocer los Servicios y a partir de ahí puedan decidir si quieren o no hacer uso de ellos. Igual de loable es una víctima que si desea participar en un proceso restaurativo que otra que no, o quizá para eso estamos, para buscar la medida restaurativa que más adecuada sea para el caso concreto, que a veces puede ser un encuentro directo pero en otras ocasiones podrá ser por qué no, un encuentro indirecto, a través de una víctima subrogada, por carta..., como siempre digo los límites están en la imaginación y no podemos poner rigidez a estos procesos restaurativos.
Por eso me parece muy importante que el Estatuto de la víctima no haya incluido una definición de justicia restaurativa, ya que generalmente las definiciones lo que hacen es reducir esta justicia a encuentros víctima e infractor, y esto sin duda lo que hace es limitar y coartar la eficacia y la capacidad de actuación de los facilitadores de la justicia restaurativa.

Y por último y lo más importante me gustaría resaltar el papel de muchas víctimas, o para mi supervivientes, que han encontrado su camino restaurativo a través de la ayuda y la lucha porque otras víctimas no sean víctimas, y si lo son tengan acceso a una justicia mejor. Son un claro ejemplo de cómo también se puede hacer justicia restaurativa por personas de la calle, porque el que puedan contar su historia a otras personas ( y eso que sin duda es doloroso) ayuda a concienciarnos al menos en esta clase de delitos contra la seguridad vial, en la que todos podemos ser víctimas y/o víctimarios. Su lucha debe ser respaldada por todos nosotros los que de alguna forma buscamos una justicia con enfoque restaurativo es decir una justicia más humana. Este es un homenaje a una de ellas pero también a otras tantas y tantas víctimas que en su medida, luchan por que haya una justicia más justa, valga la redundancia.

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