martes, 29 de mayo de 2018

De la Justicia meramente Retributiva a una Justicia más humana y restaurativa

El cambio de paradigma con la Justicia Restaurativa es importante y radical, frente a los objetivos del sistema penal tradicional que son: 
Pena merecida por el infractor 
Privación de la capacidad de seguir cometiendo delitos 
Disuasión de cometer otras infracciones.
La Justicia Restaurativa tiene como objetivos centrales:
Reparación de la víctima ( porque nos ocupamos del daño causado por la ofensa) Reintegración de la víctima e infractor (porque deseamos un futuro con menos delitos, en el que se pueda vivir en paz y armonía) En este sentido y como dice Braithwaite, la Justicia Restaurativa puede ser un proceso constructivo y preventivo en el que se obtiene un compromiso mucho más autentico de hacer las cosas necesarias para impedir que se produzca otro delito de este tipo en el futuro, gracias al grado de intimidad en la conversación que reúne a los afectados por el delito.El cambio es esencial, se pasa de pensar exclusivamente en el castigo al infractor sin responsabilización ni favoreciendo la reparación a la víctima, a una atención principal a la víctima y a todos los afectados, en general por el delito. Se pasa de un visión meramente retributiva y protocolaría en la que todo es guiado por profesionales ajenos al delito, a un proceso participativo en el que los protagonistas son los "tocados" por el delito, la Justicia Restaurativa es flexible, adaptada a cada caso, humana y cercana a la realidad  social del delito.

Dicho esto, es esencial que los operadores jurídicos conozcan y apoyen esta Justicia Restaurativa, puesto que aunque en delitos leves puede ser una alternativa; en los más graves sería un complemento destinado a convivir con la justicia tradicional y dotarla así de más humanidad. Como dice una juez que colabora con nuestro servicio de mediación penal, "es importante que lo conozca como juez, y que esté a favor pero no debo implicarme directamente como autoridad judicial ni convertirme en abanderada porque así puedo dar imagen de que no quiero hacer mi trabajo, o que quiero cambiar y ser mediadora..". Últimamente una y otra vez, leo comentarios de jueces, fiscales...en los que se muestran como abanderados y protagonistas de la justicia restaurativa, lo cual sin duda, priva a la opinión pública de los argumentos necesarios para apoyar esta institución. Muchos ciudadanos pueden pensar: " Si los jueces apoyan esta justicia restaurativa y son los que van proclamando sus beneficios a través de grandes campañas de promoción, tal parece que esta justicia no es sino más de lo mismo: protocolos rígidos, lenguaje incomprensible...y la víctima la última en ser tenida en cuenta".

Con esto, corremos un gran riesgo, y como se ha visto ya, es que con los operadores jurídicos como protagonistas, se acabe dotando a la Justicia Restaurativa de los requisitos de la Retributiva, convirtiendo o mas bien pervirtiendo los beneficios naturales que esta tenia como la flexibilidad y cercanía. Así se ha visto en España, cuando el órgano de gobierno de los jueces elaboró rígidos protocolos de una forma generalizada para mediación en todos los ámbitos incluida la penal. Estos protocolos están llenos de plazos, burocracia...etc que lo que hacen es devolver al último escalafón de importancia a los afectados y de paso limitar la eficacia real de estos procesos restaurativos.

Como he dicho, en muchas ocasiones, la Justicia Restaurativa puede aplicarse en cualquier momento procesal, y a priori, para cualquier delito, por eso se necesita tiempo para ver si es posible un proceso conjunto entre víctima e infractor...algunas víctimas necesitaran años para decidir que quieren un proceso restaurativo y lo mismo ocurrirá con el infractor, por eso poner un plazo, transcurrido el cual ya no es posible que se utilice esta justicia, significa limitar su aplicación y presionar a los afectados para que se decidan en un corto lapso de tiempo. El camino restaurativo de los que se vieron afectados por el delito es diferente....para unos será más largo que para otros y más doloroso, por eso se debe partir de una Justicia Restaurativa, como derecho universal para todas las víctimas con independencia de la gravedad del delito, en la que los operadores jurídicos participarán como invitados y corroborando su eficacia pero en la que los verdaderos protagonistas sean las personas que sufrieron el daño y las que cometieron el delito, solo así se conseguirá una verdadera justicia restaurativa.

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