Soy consciente de que el nombre Justicia Restaurativa, está siendo un revulsivo estos últimos años, en contraposición con lo que pasaba cuando empecé, por aquel entonces, hablar de Justicia Restaurativa sonaba a chino.
Sin embargo, y aunque soy partidaria de la flexibilidad de los procesos restaurativos, estamos asistiendo a situaciones en las que algo se califica de justicia restaurativa, cuando puede ser terapéutico, sanador, o incluso puede ser de gran ayuda para luego realizar un proceso restaurativo, pero en ningún caso es justicia restaurativa. Debemos abrir nuestra mente, a otros ciencias que nos pueden ayudar en nuestro camino restaurativo como la neurociencia, antropología, psicología...pero esto no significa que el facilitador deba ser terapeuta, psicólogo o neurólogo...simplemente debemos trabajar en red con otros profesionales de estas áreas. También es cierto, que solemos confundir objetivos, beneficios de esta justicia e incluso procesos por eso, os dejo un breve resumen de qué no es justicia restaurativa ( Howard Zehr)
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