lunes, 3 de marzo de 2014

La mediación penal no tiene como objetivo agilizar los juzgados sino ayudar a las personas que sufren

Cada cierto tiempo leo comentarios en prensa poco afortunados sobre la mediación penal. No solo se confunde una y otra vez justicia restaurativa con mediación penal, sino que también se confunde los beneficios propios de la mediación en ámbitos como la mercantil o civil con los propios de la penal. Que digan en un artículo o bien en una ponencia que hablan de justicia restaurativa y al final solo lo hagan de mediación penal es algo ya tan habitual, que casi me ha dejado de sorprender. Sin embargo, lo que no puedo entender, es como una y otra vez profesionales de la justicia se empeñan en meter en el mismo saco, toda clase de mediaciones y  unirlas con un objetivo común : agilizar la justicia, y ayudar a luchar contra el colapso de los juzgados.

Está claro que aun no han comprendido que la mediación penal está inspirada en un nueva forma de entender la justicia , una filosofía que pone su énfasis en las personas afectadas por el delito: la Justicia Restaurativa. La mediación penal está al servicio de los afectados por el delito, para la mejor atención de sus necesidades y la responsabilización del infractor y no siempre producirá el efecto de reducir el tiempo y agilizar los juzgados. Está claro que tampoco es una institución destinada a hacer la vida más facil a los operadores jurídicos sino a devolver la atención a las víctimas, y ofrecerlas una ayuda individualizada y personalizada, atendiendo sus circunstancias personales. 

Está obsesión por pensar que la mediación penal agiliza los juzgados de forma general, causa perjuicios porque muchos dejan de tener claro el por qué y para qué esta institución : 

Primero parece que solo se cree en la mediación penal para delitos menos graves cuando la realidad y la práctica demuestra que en los delitos más serios es cuando más ayuda pueden prestar las diferencias herramientas restaurativas como la mediación penal.

Segundo, estas ideas erróneas llevan a muchas instituciones a querer elaborar protocolos rígidos y tasados, con unos plazos limitados de tiempo y alejados de la realidad de la Justicia Restaurativa. Habrá casos en los que la víctima querrá participar en un proceso restaurativo de una forma temprana y esto ayudará a agilizar el proceso penal, siendo esta justicia restaurativa un complemento ( si hablamos de delitos graves) pero sin duda habrá muchas víctimas que necesitarán más tiempo para decidir cómo quieren que se gestione su caso y si la justicia restaurativa las puede ayudar. Si limitamos la justicia restaurativa a determinados plazos muy tasados, no estamos ofreciendo esta justicia restaurativa de forma universal y para todas las víctimas que así lo deseen con independencia del delito sufrido y su gravedad.  No hay que olvidar que tratamos con personas que han sufrido un daño y necesitan tiempo para pensar y decidir qué necesitan, por eso a aquellos que dicen abogar por la mediación penal porque agiliza la justicia penal, yo les contestaría con rotundidad,: "puede que en algunos casos si, pero en la mayoría no"

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