Hoy quiero hablar del papel de la comunidad en los procesos de justicia restaurativa, los que son totalmente restaurativos y en qué medida la inclusión de la comunidad hace que la forma de abordar el delito sea todavía más sanadora.
Todos estamos conectados y un valor importante de esta justicia restaurativa, es la relación o cómo nos relacionamos, con los demás miembros de la comunidad.
Cada uno de nosotros somos piezas de un mecanismo o engranaje superior que es la comunidad y todos somos esenciales, para que esta comunidad funcione bien, y no se desquebrajen los lazos que nos unen.Cuando un delito se comete...dos piezas esenciales: infractor y víctima se separan de la comunidad y ésta empieza a resentirse y sentir que ha perdido dos piezas esenciales y que así no puede funcionar con normalidad. Esto implica que la sociedad sufre también el impacto del delito, dos miembros de ella, se han separado y han sido etiquetados como víctima e infractor, esto sin duda, repercute en el grupo, que empieza a ver como las relaciones entre sus miembros se debilitan poco a poco.
La Justicia Restaurativa tiene en cuenta a la comunidad como afectada indirecta de todos los delitos, así se puede abordar y gestionar el hecho delictivo y sus consecuencias de una manera más global y sanadora, fortaleciendo las relaciones de los miembros de la comunidad ( de estas piezas esenciales de las que hablaba, que conforman un engranaje superior que es la sociedad) para que cualquiera que se vea afectado por la comisión del delito pueda sentir que sus necesidades son atendidas.
El efecto sanador que produce la Justicia Restaurativa es mayor si se incluye no solo a la víctima sino a las personas de su entorno, que de una u otra forma se han visto afectadas por el delito ( la comunidad), no en vano siempre digo que esta justicia intenta reagrupar lo dividido, y esto o es otra cosa que intentar recomponer los lazos rotos tras la comisión del delito, la comunidad ha perdido su sentimiento de seguridad, uno de sus miembros ha sufrido un delito y otro lo ha cometido, y ambos se han apartado de ella, es necesario que se quiten los roles perpetuos de víctima e infractor y recuperarlos de nuevo para la sociedad. Por eso uno de los valores de la justicia restaurativa es el fortalecimiento del tejido social.
Una comunidad más saludable recuperará como personas nuevas tanto a la víctima como al infractor, eliminado el rol permanente de víctima y el de infractor (fomentamos la reintegración de ambos, evitando sentirse señalados o estigmatizados, como delincuentes o como víctimas).Así el grupo funcionará mejor. Esta necesidad de recuperar a víctima e infractor hace que la participación de la comunidad, sea más interesante, no solo como víctima indirecta sino también como agente cooperativo para ayudar a la responsabilización del infractor y la mejor y más eficaz reparación de la víctima. Participará en los procesos restaurativos como víctima pero también como responsable de la reintegración de los afectados de nuevo en el grupo.
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