lunes, 20 de abril de 2015

Penas más duras no es la solución para abordar el delito

Los medios de comunicación nos bombardean todos los días, con noticias sobre delitos violentos, parece que el "morbo"vende y el problema es que genera en los ciudadanos la sensación de inseguridad y de que la justicia no es dura, algo que a todas luces no es correcto. Y esto sin duda, a quién más daña es a las víctimas.Es más muchas víctimas hacen de su bandera, el aumento de las penas como si esto fuera a ayudarlas a cicatrizar y superar el delito o al menos a sobrellevar dignamente el dolor que arrastran. Esto lógicamente genera más insatisfacción y las hunde más en su condición de víctimas, sin posibilidad de despojarse de esta etiqueta que no solo las marca de una forma trágica sino que no las favorece en su recuperación. Entiendo que quién lea esto y sea víctima de un delito, crea que no tengo derecho a hablar porque no he sido víctima de un delito grave, por supuesto que puedo entender su dolor y ponerme en su lugar pero nunca podré al cien por cien saber por lo que están pasando, sin embargo es mi obligación, nuestra obligación ofrecer a las víctimas y a la sociedad complementos a la justicia penal tradicional, que puedan suponer una ayuda en su camino como dice Howard Zehr, en su viaje al entendimiento y superación del delito. 
Por eso flaco favor nos hacen muchos medios, cuando reclaman penas más duras como la única solución, sin pararse a pensar que existen otras vías mucho más interesantes y positivas para las víctimas del delito y para la comunidad y que obviamente no implican ser blandos con los delincuentes, esta vía es la justicia restaurativa. Al contrario de lo que parece, esta justicia es más dura con el infractor, ya que trata de enfrentarlos con sus acciones, intenta que asuman el daño y que su actitud sea activa ( que se comprometa a mitigar o reparar el dolor que causó porque es su obligación ya que quién hace mal a otro, debe intentar compensar este daño como un acto de responsabilidad y de actitud constructiva), mientras que la actual justicia hace que el infractor adopte una posición pasiva, esperando a recibir su condena sin más actividad que intentar defenderse, negar el daño o justificarlo.


Una vez más, también he de reconocer que esta justicia tampoco es la solución universal de todos los delitos, ni servirá para todas las víctimas y todos los delincuentes pero la combinación de ambas formas de ver la justicia, que no son sino dos caras de la misma moneda, va a permitir abordar el delito y sus consecuencias de una forma más global, adaptada a cada caso concreto y a las circunstancias de las partes.

De acuerdo con la doctrina jurídica y filosófica los fines de las penas son la retribución, prevención y rehabilitación.

Con la retribución, se trata de castigar al delincuente por el mal que causó y así aminorar este daño. Es la respuesta de la comunidad al delincuente por el mal que hizo, yo diría que más bien es la respuesta del estado ante este daño.

Desde la función de la prevención tanto general como especial, se intenta que otros delincuentes y el mismo, no vuelvan a cometer delitos.

Con la rehabilitación se trata que el infractor vuelva a la sociedad de la que se separó al cometer el delito y vuelva como un hombre nuevo y productivo. 

Estos tres objetivos ayudan de igual forma tanto a las víctimas como a la comunidad (que está en riesgo de ser futura y potencial víctima)

El castigo o retribución supone una compensación para la víctima por el daño que sufrió, es un cierto alivio pensar que estará unos años (más o menos) en prisión por causarla un gran dolor. Sin embargo en este apartado, la retribución por sí sola no repara el daño a la víctima, de una forma adecuada a sus necesidades sino que más bien la víctima por defecto, asume como suya la reparación que necesita el estado (el ingreso en prisión del culpable por haber vulnerado una norma creada por él). Aquí, la Justicia Restaurativa trata de potenciar primero, que la víctima sea oída y escuchada, participe activamente durante todo el proceso y pueda decidir qué necesita para sentirse reparada o al menos para mitigar en parte su dolor. Después, en segundo lugar, por supuesto que si el delito es grave la retribución decidirá el castigo adecuado.

La prevención es un aspecto importante. Muchas víctimas desean que lo sucedido no vuelva a ocurrir. Esta prevención da más seguridad y devuelve la confianza a la sociedad que como víctima potencial, ve que hay menos riesgo de que el delincuente vuelva a delinquir. No voy a negar que el castigo sea preventivo ya que durante el tiempo que el delincuente esté en la cárcel, por supuesto que al menos él no reincidirá, pero inevitablemente llegara un día más tarde o temprano en el que tenga que abandonar, la prisión. Ese día como personas solidarias que somos queremos que lo haga teniendo claro que no quiere cometer más delitos. Solo castigando, cuanto más tiempo mejor estamos retrasando el problema y derivándoselo a las generaciones futuras, y nuestra labor es intentar que cuando salgan sean personas reinsertadas y con el firme deseo de ser hombres de bien o simplemente podemos dejar para el futuro, un delincuente peligroso al que el tiempo en prisión no le ha servido nada más que para afianzarse y crecer en su carrera delictiva. La Justicia Restaurativa en la prevención, juega un papel relevante en la especial, al menos, ya que si conseguimos que el delincuente se dé cuenta del daño que causó y no tenía derecho a hacerlo, el impacto del crimen y sus consecuencias a buen seguro y así lo revelan las estadísticas de esta justicia, habrá menos delincuentes reincidiendo. Una vez más la justicia restaurativa puede resultar un complemento importante para la actual justicia. 

No soy abolicionista y al igual que muchos, creo que el castigo es en ocasiones la única solución pero no podemos tapar el sol con un dedo y si queremos un mundo mejor, ayudar a las víctimas a que dejen de serlo, y cooperar para que el número de hechos delictivos se reduzcan drásticamente, es hora de introducir la Justicia restaurativa y no como alternativa sino como complemento Esta justicia será además importante en determinados casos y para algunos infractores como los jóvenes, ya que educando y concienciando es más probable que el joven se aparte del delito y con eso haya menos delincuentes adultos y reincidentes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario