En alguna ocasión he hablado de tres valores fundamentales ,en los que para Howard Zehr, se basa la Justicia Restaurativa, más bien pienso que la Justicia Restaurativa refuerza estos valores que resalta este autor y que son responsabilidad, respeto y relaciones entre los miembros de la comunidad
El delito no es solo una vulneración de la norma creada por el estado pero es que además no es tan solo una violación de las personas, (víctimas) a las que se las causa un daño, sino también supone una violación de las relaciones entre ellos. El crimen afecta a la comunidad donde se ha cometido y rompe o desquebraja los lazos existentes entre sus miembros ¿De qué manera?
El delito afecta, en primer lugar a una persona que sufre un daño y se convierte en víctima, esto puede llevar a la persona a aislarse, sentirse sola, incomprendida y por supuesto esta situación afectará también a su entorno. De la misma manera, el infractor puede ser parte de esa comunidad y el delito lo aleja de sus allegados, sufrirá el estigma de ser delincuente como una losa de la que le será muy difícil librarse. Esto ya supone una ruptura de las relaciones entre los miembros de la comunidad pues dos de sus integrantes se han apartado de ella por el delito sufrido. Además las restantes personas que conforman la comunidad sufren daños como la pérdida del sentimiento de seguridad, de la confianza en las personas que le rodean. Esto sin duda, también desquebraja los lazos de la comunidad.
La Justicia Restaurativa favorece la reintegración de víctima e infractor de nuevo en la sociedad, para ello ofrecerá una segunda oportunidad al delincuente que quiera cambiar y ayudará a las víctimas a curar sus heridas. Esta reinserción también fortalece a la comunidad porque recuperará a dos de sus miembros.
Las relaciones son importantes porque vivimos en sociedad, en grupo y estamos interconectados, queramos o no, lo que hacemos afecta a los demás, igual que lo que hacen los demás nos afecta directamente. Todos merecemos respeto y las víctimas que sufren un delito mucho más, además debemos ser responsables de nuestros actos.
De ahí que el infractor que ha cometido un delito tenga una oportunidad a través de la Justicia Restaurativa de hacer lo correcto, lo que significa asumir el daño e intentar hacer las cosas bien.
La Justicia Restaurativa, por eso, refuerza los lazos de la comunidad y las relaciones de sus miembros, ya que establece que como víctima e infractor son parte de ella, se debe intentar que vuelvan a ella como personas nuevas. Esto cobra importancia en el caso de los delincuentes, ya que esta Justicia Restaurativa considera que todas las personas son algo más que lo malo que han hecho en el pasado y si quieren y se responsabilizan del delito van a ser ayudados a volver a la comunidad, sin el rol de infractor.
Queda claro que las relaciones o más bien nuestra forma de relacionarnos es un aspecto relevante a tener en cuenta y que la Justicia Restaurativa refuerza ( ver el hilo rojo del destino) y para los jóvenes infractores y para la Justicia Restaurativa juvenil más. Muchos jóvenes delincuentes necesitan sentir que la comunidad y su familia los acepta, que se les ve como personas que pueden hacer cosas bien y que se les va a mirar por lo bueno que puedan hacer en el futuro, de esta forma su manera de relacionarse con los miembros de la comunidad, con su familia y allegados será diferente y se guiará por el respeto, la empatía y la comprensión.
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