Ayer hablaba de la Justicia Restaurativa en el ámbito penal, como una manera de eliminar las etiquetas vitalicias de víctima y de infractor, esto genera una mayor cohesión social porque favorece la reinserción tanto del infractor como de la víctima.
Pero lo realmente interesante es que si queremos adelantarnos y prevenir que futuros comportamientos violentos acaben en delito, es una tarea importante actuar en los colegios además de otros lugares, pero en los colegios donde los niños pasan mucho de su tiempo, son un lugar idóneo para que aprendan valores restaurativos a través de prácticas restaurativas. ¿Esto que supone? Aprenderán a dialogar, comunicarse y ponerse en el lugar del otro y esto supone una forma de prevención positiva muy importante para prevenir conductas violentas. Sin embargo, no podemos olvidar que las conductas violentas y agresivas tanto físicas como psíquicas, pueden surgir y esto es lo que llaman bullying, en estos casos, las prácticas restaurativas también tienen los mismos efectos que en la justicia penal, es decir favorece la eliminación de los roles tanto de acosador como de acosado y al mismo tiempo, a la víctima la da poder y le fortalece, la hace sentirse respetada y escuchada, evitamos también que el acosador pueda llegar a convertirse en un auténtico delincuente juvenil y sobre todo la convivencia con los restantes miembros se hace más fácil y pacifica. Evitar el aislamiento del niño acosado es algo esencial para evitar otros daños mayores y a veces irreversibles, por eso debe dejar de sentirse acosado o señalado esto se consigue con las distintas prácticas restaurativas. De la misma, manera se debe actuar con los acosadores, para que puedan aprender que la empatía debe regir su vida, así también recuperamos a los acosadores, sin este rol perpetuo que puede hacer que les "perdamos" para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario