Cuando pensamos en personas afectadas por el delito, debemos pensar en que son seres humanos no proyectos, números o estadísticas. Las prácticas restaurativas tratan de crear un lugar seguro de participación, donde las personas puedan compartir sus historias, preocupaciones y necesidades, sin tener miedo a ser juzgadas o rechazadas.
Esta es la idea esencial de la Justicia Restaurativa, tratamos con seres humanos no con números de expedientes, a pesar de que una y otra vez, nos perturben los operadores jurídicos con estadísticas y casos satisfactorios. Me cuesta hacerles entender, que un caso satisfactorio para la Justicia Restaurativa, puede no resultar útil para las estadísticas porque no necesariamente acaba en acuerdo reparatorio. Lo esencial es construir este espacio de diálogo para que las personas puedan reconectar y reconocerse unas a otras como dignas de respeto. Por eso, algunos valores importantes para mí son :
Respeto, lo que implica reconocer a las personas como seres humanos que son
Inclusión, dando la oportunidad a todos los que se vean impactados por el delito de participar y ser escuchados.
Empoderamiento, ayudar a las personas a desarrollar las habilidades para recuperar el control de su vida, y tomar decisiones en aspectos que les afecta directamente
Empatía, nos ayuda a ver a los demás con el respeto debido y a no juzgar a ninguno de los miembros de la comunidad.
Responsabilidad, todos debemos asumir que tenemos derechos y también responsabilidades, y una de éstas, es respetar a los demás miembros de la comunidad, de manera que si causamos un daño, nuestra obligación debe ser compensar este daño.
Estos cinco valores me parecen esenciales en cualquier práctica restaurativa, y no son más que los valores que deberíamos recordar en nuestra vida diaria. Y es que igual que opina Carl Stauffer, creo que es hora de pensar en la Justicia Restaurativa como algo más, como un movimiento social y una forma de vida
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