(extracto del periódico la voz, creado y editado por internos del centro penitenciario de Burgos)
Desde el 2019 y gracias al apoyo de la dirección del centro, funcionarios y demás personas que trabajan en el centro penitenciario de Burgos, algo que parecía una utopía empieza a hacerse una realidad, caminamos hacia un centro penitenciario restaurativo en el que el eje fundamental sea la justicia restaurativa. Además del programa de justicia restaurativa reconexión, la justicia restaurativa será transversal en todos los demás programas de tratamiento, a la vez los funcionarios no son ya solo los que custodian a los internos también son los que les escuchan, los dan voz y sobre todo los que les acompañan en el camino hacia el "cambio". ¿Qué es un centro penitenciario restaurativo? Un lugar donde los internos no sientan que están castigados sino en proceso de reflexión sobre qué quieren hacer con su vida, un lugar donde puedan descubrir cualidades que no sabían o redescubrir las que tenían, un ejemplo de esto un interno que ha descubierto que su pasión es la repostería durante una sesión del programa les preguntamos como te gustaría ser recordado o por qué, él dijo el "delincuente" que cambió la cocaína por la harina. Queda mucho pero tenemos que ir pasito a pasito, para eso lo esencial es que se deje de pensar que la justicia restaurativa se limita a una reunión víctima-ofensor, la justicia restaurativa es una filosofía de vida y como tal pueda aplicarse a cualquier lugar donde las personas vivan en comunidad, en este caso la comunidad de la cárcel. Sé que no todos sabrán aprovechar la oportunidad pero con que uno lo haga yo me siento mucho más segura y sobre todo contenta.
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