LA JUSTICIA RESTAURATIVA AYUDA A PONER ROSTRO A LOS AFECTADOS
Cuando te conviertes en víctima, es frecuente pensar en el infractor como un demonio, una persona mala, al que sólo le faltan los cuernos, para ser un autentico monstruo de otro "mundo". Esto es un proceso lógico, pues incluso cuando estamos viendo noticias sobre delitos, nuestro primer pensamiento es pensar o está loco o es muy malo o ambas cosas. El "demonizar" al infractor, ayuda a aliviar el "peso" de haber sufrido un delito, al menos en un primer momento, ya que después esto genera una serie de pérdidas mayores en las víctimas directas e incluso en las indirectas, perdemos el sentimiento de seguridad, de confianza en los demás (cualquiera bajo la apariencia inocente puede ser un demonio), la tranquilidad y esto acaba dominando nuestra vida. Por eso, las diferentes prácticas restaurativas, cuando acaban en encuentro, ya sean en forma de reunión víctima-ofensor, conferencias o cualesquiera otro, pueden suponer una ayuda para las víctimas en el camino hacia la superación del trauma del delito. ¿Por qué?
Porque en el momento en que se reúnen y empieza el diálogo, se comienzan a ver cómo personas, ven su humanidad y la empatía, que se genera es una buena medicina para recuperar la confianza, seguridad y cierta tranquilidad en ver que algunas personas pueden cambiar, además las víctimas vuelven a equilibrar la "balanza", que se había desequilibrado tras sufrir el crimen.
CONTAR NUESTRA HISTORIA EN OCASIONES ES SANADOR
Estos encuentros, además proporcionan a la víctima un espacio seguro donde contar su "historia" en primera persona ( sin profesionales ajenos a ellas que creen saber lo que necesitan, más que ellas mismas), contar su historia es una forma de dar sentido a lo vivido, y un paso importante en el camino a su recuperación. Desde el momento que las víctimas empiezan a hablar sobre su historia, la asumen, reflexionan sobre ello, es cuando empiezan a dar sentido y significado a lo experimentado y es lo que las va a permitir continuar con su vida.
CONCLUSIÓN
De esta forma, la Justicia Restaurativa, no tiene como objetivo prioritario una agilización de la justicia, ni una forma de ser blandos con los infractores, la Justicia Restaurativa es una filosofía de justicia más humana y sus herramientas, como los encuentros restaurativos proveen una forma de colaboración entre la comunidad y el sistema, poniendo en el objetivo: ayudar a las víctimas y por supuesto, ayudar a la persona que cometió el delito a entender el impacto de sus acciones. No es una justicia hecha para los operadores jurídicos, ni para otros profesionales, es una justicia por y para la comunidad.
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