La justicia restaurativa es una teoría para abordar el crimen que involucra a todas las partes afectadas (es decir, la víctima (s), delincuente, la comunidad) con el objetivo de facilitar la cicatrización o más bien sanación y tratar de reparar el daño causado por el delito.
Las investigaciones sobre la justicia restaurativa, han encontrado muchos beneficios positivos, como los altos niveles de satisfacción de los participantes, disminuyendo el miedo de las víctimas, y la reducción de la reincidencia de los delincuentes. La investigación también ha sugerido que los procesos de justicia restaurativa pueden tener un impacto positivo en el bienestar general de un participante.Los que nos dedicamos a la justicia restaurativa y aunque no tengamos formación en psicología, vemos que los participantes "se sienten mejor" después de un proceso de justicia restaurativa, pero ¿qué significa esto exactamente? A pesar de las referencias que se mejora el bienestar de los participantes, pocos estudios examinan específicamente el impacto de estos procesos en la salud psicológica y física de los participantes a través de indicadores específicos.
Una revisión de la literatura sobre los efectos psicológicos de la justicia restaurativa muestra que "psicológica" se ha interpretado de muchas formas. Por ejemplo, algunos investigadores examinan el cambio en los síntomas de trauma de las víctimas, disminuye los niveles de miedo, disminución del deseo de venganza, mientras que otros exploran elementos de perdón (aunque no sea un objetivo, el proceso restaurativo lo favorece) y de indicadores que aprovechan los aspectos de la posible re-victimización.
Para los infractores, en concreto, ha habido mucho menos investigación sobre los beneficios psicológicos de la justicia restaurativa, aparte de algunos trabajos recientes que examinan el desarrollo de la culpa, la vergüenza y la empatía, y los cambios en el optimismo, la autoestima y la esperanza.
La investigación sobre el impacto de la justicia restaurativa en la salud física es escasa; sin embargo, existe la literatura general que muestra que la victimización y la tensión resultante puede afectar la salud física de un individuo.Sin embargo, algunos estudios demuestran que en la escala de la salud física se muestran importantes avances para las víctimas e infractores como dormir, comer, hacer ejercicio, reducción del alcohol y el consumo de drogas, y en la escala de la salud psicológica se presentaron avances importantes como la recuperación del sentimiento de seguridad, alivio del miedo y la ira, u otros sentimientos como la vergüenza, mejora la autoestima o reducción de la ansiedad y depresión entre otros.
La mayoría de las víctimas y los infractores experimentan cambios positivos y transformadores en su salud física y psicológica, tras participar en un encuentro o programa restaurativo.
Las conclusiones son evidentes:
Puesto que los procesos restaurativos tienen múltiplas beneficios para las víctimas, esta opción humanizadora y participativa debería ser una posibilidad real para todas ellas puesto que satisface mejor sus necesidades.
Esta participación también incluye a los infractores ya que al mejorar también su salud física y psicológica es mas probable reducir en ellos el riesgo de reincidencia.
Todos los participantes tienen una mayor probabilidad de regresar como miembros sanos y productivos a la sociedad. Esto nos interesa a todos puesto que el grupo va a funcionar mejor con todos sus miembros aportando algo bueno y positivo a la comunidad. En última instancia, esto puede llevar a una sociedad más segura y más saludable.
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