INTRODUCCIÓN
Estoy convencida que las necesidades de las víctimas, bajo mi experiencia, nada tienen que ver con lo que la justicia tradicional las ofrece. Me gusta hablar con las personas que han sufrido un delito, porque siempre veo que no son punitivas, como queremos creer, sino todo lo contrario. Hace unos meses hablaba con una persona a la que entraron a robar a su casa. Me contaba que al principio, pensó en los bienes materiales, pero pronto empezó a sentir angustia. Angustia, por saber que unos extraños habían entrado en su hogar, por no saber, si les habían estado vigilando y sobre todo porque la imagen de su hogar, como un lugar seguro donde vivir en paz, se había venido abajo. Me comentaba que dormía con miedo a que se repitiera el robo. De su relato, lo que más me sorprendió es cómo las personas que trabajan en el entorno judicial, son las que menos confían en la justicia. Fue la policía la que le dijo, que era complicado pillarlos, pero si lo hacían, seguro todo ya estaba vendido y no iba a poder recuperar nada. En principio, me contó que eso ya lo daba por perdido, pero que necesitaba sentir, que alguien se hacía responsable, necesitaba que los pillaran. A primera vista, de su relato me di cuenta que la falta de confianza en la justicia, no es del ciudadano sino también de los que están al servicio de ella, ¿en qué estamos fallando?
MEJORAR LA IMAGEN DE LA JUSTICIA
Creo que más que nunca, se hace necesario transmitir qué es posible hacer justicia, de una forma más humana y sobre todo más centrada, en las necesidades de las víctimas. Es lo más urgente diría yo, porque sino la desesperanza se va a transmitir al ciudadano y todavía con más fuerza porque obviamente se lo dicen personas que saben todos los entresijos de la justicia y su maquinaria. De su relato, esta es la primera conclusión que saqué; la necesidad imperiosa de que operadores jurídicos y fuerzas y cuerpos de seguridad del estado conozcan la justicia restaurativa, entiendo que a pesar de ello, algunos pueden ser reticentes a creer en ella pero es necesario que la conozcan y sobre todo empiecen a ver los resultados positivos, que ofrece, así poco a poco los más reticentes, verán que es posible intentar al menos una justicia más humana. Pero se hace importante que dejen de pensar por las víctimas para evitar lo que está ocurriendo ahora en España establecer que la justicia restaurativa es para pedir perdón, han preguntado a las víctimas para saber qué opinan, cualquier persona sabe que no es un objetivo sino una consecuencia beneficiosa, pedir perdón es muy fácil, se puede hacer sin sentirlo pero además trasladas a la víctima la obligación de perdonar sino ya la "mala" es ella. Efectivamente debemos saber donde estamos para evitar "pervertir" las bondades de la justicia restaurativa.
Esa persona continuó explicándome que quería que les cogieran, y yo le pregunté y no ¿te gustaría preguntarles alguna cosa? Obviamente me dijo, ojalá se pudiera, puesto que me encantaría preguntarles por qué a mi, y sobre todo me contó como le gustaría saber, si le habían vigilado o fue totalmente al azar....me habló de muchas preguntas que le rondaban en la cabeza y me dijo que sobre todo el sentimiento de inseguridad, no le dejaba dormir por las noches, ni siquiera en su propia casa. ¿Quién me devuelve este sentimiento de sentirme seguro en mi casa?. Como podéis ver sus necesidades son de tipo moral, nada que ver con la necesidad de penas más duras, de reparación material.....estas necesidades no son abordadas por la justicia tradicional, de una forma adecuada.
CONCLUSIÓN
Por eso, la justicia restaurativa es la justicia que debe ofrecerse a todas y cada una de las víctimas, en primer lugar, si luego por lo que fuera no es posible aplicar la justicia restaurativa, pues se volvería al proceso tradicional, aunque soy partidaria de que aun y en este segundo caso, se puede buscar tener un enfoque humano y restaurativo.
Con este relato, saqué una segunda conclusión y es que como he dicho, en muchas ocasiones, si a las víctimas se las escucha y se las explica qué es la justicia restaurativa, todas comprenden y la ven cómo una mejor justicia. Por eso, debemos luchar porque la justicia restaurativa sea un derecho para todas las víctimas con independencia del delito sufrido
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